Hacía más de dos meses que era buscado por la policía, y lo encontraron en el mismo lugar que a su hermano Alberto: en su domicilio de Grandoli y Lamadrid. Se trata de Juan Ramón Camino, el último de los hermanos prófugo de la Justicia, que quedó a disposición de la jueza Raquel Cosgaya, quien el sábado le había tomado declaración a Roberto "Pimpi", el ex jefe de la barra de Ñuls que lideró los incidentes del pasado 26 de enero en el club del parque Independencia.

Con la aprensión de Juan Ramón, en horas del mediodía de ayer en la zona sur de la ciudad, se completó la detención de los tres violentos hermanos, que supieron liderar la barra de Ñuls bajo el gobierno de Eduardo López. La Justicia había librado un pedido de detención por cada uno de ellos el 27 de enero, luego de que los testimonios recogidos por la policía en el lugar donde se produjeron los incidentes dieron cuenta de la presencia de los tres barras en las instalaciones de la entidad rojinegra.

La detención de Juan Ramón se logró como resultado de un operativo diagramado por la División Judicial de la Unidad Regional II, a cargo del comisario Hugo Fornero. Al hermano mayor de "Pimpi" lo fueron a buscar en su morada de Lamadrid 98 bis, donde se encontraba junto a familiares. Juan Ramón, de 37 años, es empleado municipal, con tareas que cumplía en la Dirección de Parques y Paseos, y el de más bajo perfil, de los tres Camino, en las tribunas del Coloso del Parque. La policía lo encontró en el mismo lugar que "Tato", hallado por la policía en la noche del martes 17 de marzo.

A los famosos hermanos se les imputa el delito de "intimación pública agravada por el uso de armas y la presencia de menores", en una investigación que está a cargo del juzgado de Raquel Cosgaya. El otro expediente abierto contra los ex barras de Ñuls, por sus presuntos abusos realizados al mando de la hinchada durante el gobierno de López,

continúa en manos de Alejandra Rodenas, la cual no diligenció ninguna medida judicial tendiente a esclarecer las denuncias.

De ser encontrados culpables por la frustrada toma de las instalaciones de Ñuls a fin de enero, los hermanos Camino serán condenados a prisión entre tres y seis años. Aunque como ya hicieron sus dos hermanos anteriormente, Juan Ramón se declarará inocente y negará haber estado en el club el día en que se produjeron los serios incidentes.