Algo de oxígeno y alivio para el equipo de Miguel Angel Russo arrojaron como saldo los resultados de los partidos que se jugaron ayer y que en parte determinan el futuro de los canayas en la lucha por la permanencia. La mayor alegría llegó desde la Bombonera, donde San Martín de Tucumán perdió 3 a 0 con Boca y de esa manera, el conjunto de Carlos Roldán continúa en zona de descenso directo y debería ganar dos de los tres partidos que restan para buscar la salvación. La caída de los tucumanos, sumada al empate entre Gimnasia La Plata y Racing y al descenso de Gimnasia de Jujuy alivian aún más el panorama para los auriazules que a pesar de no ganar en los tres últimos cotejos mantienen la esperanza de zafar del descenso directo y sueñan con escaparle a la Promoción, algo matemáticamente posible, pero que requerirá de una gran mejoría del rendimiento colectivo.

El empate sin goles entre Gimnasia y Racing pudo haber sido el resultado más conveniente para los dirigidos por Russo, ya que ambos equipos repartieron unidades y no se acercaron tanto (los de Madelón) ni se alejaron demasiado (los de Caruso Lombardi). Con la igualdad, Racing (132) le lleva cinco puntos a Central (127) mientras que Gimnasia de La Plata (125) está dos por debajo de los de Arroyito, cuando quedan nueve puntos en juego. Con esos resultados, es poco probable que Central evite la Promoción y ahora deberá ganar para olvidarse de la única plaza de descenso directo que resta luego de la caída al Nacional B de los jujeños.

Desde hoy, Russo tendrá quince días para levantar el ánimo de un plantel que viene cuesta abajo y que perdió los últimos tres partidos. Las palabras del entrenador continúan transmitiendo calma dentro un contexto cada vez más complicado. "No podemos hacer locuras ni cambiar mucho los trabajos que tenemos planificados. Buscaremos el equilibrio emocional que es lo mas difícil, porque está todo el mundo angustiado, pero necesitamos tener capacidad de pensamiento y temperamento", sostuvo Russo.

Para dar cuenta de un plantel nervioso y desmoralizado bastan las palabras de uno de los referentes, Walter Ribonetto. "Hay que aprovechar las tres finales que quedan. Es una situación fea, donde tenés que pensar no solamente en ganar y hacer bien las cosas sino en que los otros no sumen. No tenés margen de error y eso es estresante, lo que afecta el estado de ánimo", afirmó el defensor.

Con la vista puesta en el partido ante Argentinos, Russo no podrá contar con Guillermo Burdisso, que está suspendido. Lo único positivo para ese encuentro es que los cuatro jugadores que estaban al límite de las amonestaciones no recibieron amarillas ante Independiente. De esa manera, Ribonetto, Braghieri, Moreno y Fabianesi y Méndez podrán ser de la definitoria partida. Demasiado poco.