1 Central: Broun (-); Chitzoff (5), Braghieri (6), Burdisso (6), Ambrosi (5); Gómez (5), Paglialunga (5), Méndez (5), Núñez (4); De León (6), Castillejos (4). DT: Ariel Cuffaro Russo.

1 Atlético Tucumán: Ischuk (6); Villavicencio (5), Javier Páez (5), Barone (5), More (5); Erroz (5), Montiglio (4), Musto (4), Longo (4); Pereyra (5), Gigliotti (4). DT: Osvaldo Sosa.

Goles: PT: 7m Burdisso (C). ST: 32m Fabio Escobar (AT).

Cambios: PT: 34m Galíndez (6) Broun (C). ST: 10m Saavedra por Longo (AT), 17m Fabio Escobar por Gigliotti (AT), 21m Astudillo por De León (C), 29m Sarría por Montiglio (AT) y 38m Gurrieri por Castillejos (C).

Arbitro: Luis Alvarez

Cancha: Central

Parecía que todo se iba a resolver rápido, por la ventaja que apareció en el inicio del juego y por las asimetrías de jerarquía que se reflejaban entre los equipos. Fue Central claramente superior en el primer tiempo. Adoleció de gol, como en casi todo el torneo, por los desencuentros de sus delanteros con el resto del equipo. Pero fue Atlético Tucumán el que superó al rival en el complemento, volcando en cancha atributos menores. No se merecía Central una despedida de su gente como la de ayer, casi indiferente, por la desazón que despertó el empate. Y no se merecía el hincha ver otra vez en cancha a Martín Astudillo, quien llegó al club por invitación de Ariel Cuffaro Russo, en quizá su única decisión desacertada en su gestión.

No es Central peor equipo por lo sucedido ayer. Tampoco es más candidato a jugar la promoción por no haber vencido a un rival directo. Pero sí es el canaya un conjunto con debilidades sin resolver, como las desnudadas ayer, donde extrañamente se llevó por delante al rival en la primer parte, y se mostró tímido en el complemento, tanto hasta poner en duda que pueda sumar.

Con seguridad, Atlético Tucumán tendrá muchos más problemas que Central para conservar la categoría. Los tucumanos no tienen un sólo jugador que pueda ser deseado por club rival alguno. Quizá todo ello se vio potenciado porque a los siete minutos Burdisso, de cabeza, puso al auriazul en ventaja con definición al segundo palo.

Los tucumanos tuvieron su primer tiro al arco a falta de un minuto para el descanso. Todo había sido de Central, con De León mucho más activo que Castillejos, y Gómez más inquieto que efectivo. Pero es Central un equipo con delanteros decididamente negados con la pelota. Y eso se paga, incluso a pesar de que los canayas supieron disimular su clara defección ofensiva. Broun pidió el cambio por lesión. Central volvía a los vestuarios con la angustia en la salud del uno.

Lástima que en el complemento se equivocaron todos. Desde Méndez, cebado en la individual, a Cuffaro Russo, que hizo lo mismo en el clásico: terminó el equipo jugando sin peso ofensivo y con Astudillo en cancha, cuya presencia roza el ridículo, por su condición física, que no tiene analogías con el fútbol de la máxima categoría. La contratación del ex Alavés quizá nunca pueda ser justificada con argumentos deportivos por el entrenador.

La timidez de Central entusiasmó a Atlético, que cada vez iba más seguido al arco de Galíndez, encontrando el lógico empate en un zapatazo de Fabio Escobar, quien se hizo de la pelota por la duda de Astudillo, quien para no ir a la búsqueda del balón se la dejó a Paglialunga, a quien nunca le llegó porque se coló el hombre visitante.

No se merecía Central una despedida del Gigante como la de ayer, con Broun dejando la cancha prematuramente por lesión y el equipo cediendo puntos ante un rival directo y con Astudillo en cancha sin siquiera poder correr.