Central fue un equipo con intención pero de escasa decisión. En los primeros minutos el canalla buscó alejar a los colombianos de su campo buscando presionar sobre la salida del rival. Y lo logró por medio de la movilidad de Andrés Díaz y Coudet para hostigar a los volantes verdes cuando se hacían de la pelota. Pero Central hizo la mitad del trabajo. Porque al recuperar la pelota, Vitti y Castillo no buscaban intervención. Entonces, la presión arrojó resultados estériles y el equipo no dispuso de peso ofensivo para intimidar a los locales.

Claro que el auriazul no pudo sostener el ritmo propuesto desde el inicio de los primeros 45 minutos. Menos aún cuando Chará la picó frente a toda la defensa canalla y dejó a Díaz frente al arco. Y el volante verde, tras dejar picar la pelota, estiró la pierna derecha para anticipar a Ojeda y tocar el balón por sobre el cuerpo del uno canalla.

Central se encontró abajo del marcador en la primera llegada profunda de Atlético Nacional. Pero, desde entonces, los colombianos se soltaron. Y Central perdió el protagonismo impuesto en mitad de cancha. Para que esto sucediera fue trascendente el juego de Chará y Morales. Los dos volantes verdes ganaron los espacios en el mediocampo, administraron la pelota y dejaron a Central tirado sobre su propio campo.

Como sucedió en las primeras tres fechas del torneo Clausura, Central adoleció de agresividad en área rival. Es que no gravitó Vitti y Castillo, por consiguiente, no dispuso de una sola acción de riesgo. Sólo algunas desbordes de Eluchans permitieron poner a Central en posición ofensiva. Pero fue sólo eso: un avance de líneas. Así, sólo un tiro alto de Andrés Díaz se registró como accionar de riesgo. Pero si bien los dirigidos por Don Angel aparecen inhibidos en terreno rival, los colombianos, a pesar de gol, no gestaron mayor riesgo.

En el complemento la paridad se sostuvo. Porque mientras los locales no imponían su condición de anfitriones, los auriazules no tuvieron ningún tipo de cualidad para llegar a Saldarriaga, a pesar de avanzar a campo rival con cinco o seis hombres. Apenas un tiro libre del Chacho a las manos del uno verde y un cabezazo de Castillo al cuerpo del arquero fueron la ocasiones de riesgo que construyó el canalla. Pero los de Medellín estaban en situación parecida. Inquietaron con un disparo suave de Morales y una volea de Marín que Ojeda, en gran atajada, desvió sobre la línea.

Los entrenadores buscaron soluciones en los cambios. En Central, por caso, apareció el pibe Di María y Ruben. Pero en el tramo final Atlético Nacional se adueñó del juego y fue, aunque sin orden, por el segundo tanto. Central se quedó sin fuerzas. El cansancio privó al equipo de sacar alguna contra. Y cuando faltaban siete minutos Andrés Díaz vio la roja, los canallas se conformaron con una derrota decorosa. Aunque una corajeada de Di María, que apareció en el área con pelota al pie, dejó al equipo cerca de la igualdad. Pero fue sólo una sensación. Porque como pasara ante Olimpo y Gimnasia y Esgrima de Jujuy, a Central le faltó contundencia para traerse un punto de Colobmia.