La derrota del viernes ante Huracán lo llevó a la reflexión a Ariel Cuffaro Russo, quien ayer, a menos de 24 horas de la nueva caída, se inclinó por renunciar a su cargo de entrenador de Central, decisión que le comunicó a los dirigentes sin mayores preámbulos. Es que lo motivos de su dimisión están a la vista, lo que puso a la dirigencia de Horacio Usandizaga en la urgencia de ir a la búsqueda de un nuevo cuerpo técnico. Y como en materia deportiva su hijo Manuel no da paso sin consultar al intermediario Pinza Vidal, al cierre de esta edición el asesor legal canaya aguardaba por una respuesta positiva de Leonardo Madelón, el hombre elegido para dejar en sus manos el destino del fútbol profesional de Arroyito.

Como Cuffaro Russo no atendió el teléfono en toda la mañana, ayer al mediodía Manuel Usandizaga y el tesorero Hugo Ruggiero lo visitaron en su domicilio particular para decidir el futuro del primer equipo. Pero el cónclave duró minutos, dado que el entrenador formuló su renuncia al cargo, al asumir que ya nada le queda por hacer para enderezar la campaña del primer equipo, que se encuentra penúltimo con solo ocho puntos.

Cuffaro Russo no puso objeciones al momento de sellar su desvinculación, dando fin a un ciclo sumamente exitoso, pero que descarriló en el presente Clausura. Bajo su cargo Central ganó nueve partidos, empató trece y perdió nueve. Resuelta la salida del cuerpo técnico, Manuel volvió a acudir al Pinza Vidal, que es el principal contacto de la dirigencia en materia de fútbol, y quien, claro, cobra por sus servicios. Con la participación del intermediario los canayas fueron a la búsqueda de Madelón, quien supo ser el primer entrenador contrato por el Vasco. El ex jugador de Central evaluaba al cierre de esta edición la propuesta auriazul, al cual había calificado entre sus colaboradores de "muy difícil de rechazar", habida cuenta de su identificación con la entidad de Arroyito.

Madelón dirigió a Central en 20 partidos, donde sacó 31 puntos tras obtener ocho triunfos, siete empates y caer en cinco presentaciones, registro que le permitió al conjunto evadirse de una situación comprometida con el promedio. Pero como luego el Vasco no le quiso pagar lo que el entrenador pidió para renovar, Madelón se tuvo que ir en la penúltima fecha del Clausura 2008, siendo contratado posteriomente Pablo Sánchez, el cual fue despedido tras dirigir los primeros nueve partidos del Apertura 2008.

La dirigencia promete para mañana la presencia en la ciudad del sucesor de Cuffaro Russo, siendo las aspiración de todos los dirigentes que ese hombre sea Madelón. Caso contrario al Pinza Vidal le dirán que pruebe con Reinaldo Merlo, que tras dirigir apenas en cinco juegos al auriazul abandonó la tarea por las dificultades que representaban la relación con Ezequiel González y Cristian González, líderes de aquel plantel que logró superar la Promoción ante Belgrano el año pasado.