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"No somos parte del Partido Socialista, formamos una agrupación donde hace años que venimos pensando en cómo gobernar a Central y en la cual para participar a nadie se le preguntó su preferencia política ni religiosa", subraya Raúl Broglia, candidato a presidente de Central por el Crece. "Yo vengo de una familia de militancia política. De chico salí a pintar las calles con la fórmula Frondizi--Gómez. Y luego como abogado en los años '70 firmé hábeas corpus para salvar la mayor cantidad posible de chicos", recuerda Broglia, quien se presenta al frente de una agrupación con "construcción horizontal y que no tiene nada de improvisación".

"En el Crece todos participan y tienen obligaciones de estudiar algún tema para volcar en las reuniones de los días jueves. En una oportunidad había que pensar en el candidato a presidente y surgió el nombre de Fernando Lépori y el mío. Se armó una mesa más chica para tomar decisiones ante la vorágine del proceso electoral del club y en esos debates viene Fernando (Lépori), me abraza y me dice que voy a ser el nuevo presidente. Fue por decisión unánime, aunque yo no voté porque a esa reunión decisiva no me citaron (risas). Ante eso decidí jubilarme y ahora viviré de los ingresos que me de el pequeño tambo que tenemos en mi familia".

--¿Qué los movilizó para reunirse y pensar en hacer política en Central?

--En ese momento se quería formar una agrupación para que impidiera que se vuelvan a dar casos como el de Jorge Sauan (ex tesorero de Central) y todos esos personajes que no fueron demasiados éticos con el club. Allí nació una alianza programática con Pablo Scarabino y así fue como Lépori llegó a ser vocal de Scarabino, que era la contra de la lista de Adolfo Boerio y Sauan. Lépori duró muy poco tiempo en el club porque cuando se hizo el estatuto trucho que tenemos hoy renunció.

--Al Crece se lo vincula con el Partido Socialista. ¿Hay alguna relación en la formación de la agrupación con el socialismo?

--Mi hijo es afiliado al partido radical, pero nosotros nunca le hemos preguntado a la gente de qué partido político o qué posición religiosa tiene. Nos pasó los otros días que había un socio que hizo saber que era muy creyente y al lado saltó un ateo. Eduardo Bossio es peronista, hay algunos kirchneristas, otros defienden a Cristina, están los que son del Mid (Movimiento de Integración y Desarrollo) y no creo que Carlos Del Frade sea socialista.

--¿Entonces por qué se los asocia con el socialismo?

--Porque a Usandizaga le interesaba eso. Anteponía el proyecto radical al socialista. Necesitaba buscar al enemigo, que no era el peronismo, porque con ellos hizo muchos acuerdos, como el que tuvo con Carlos Reutemann, y así para vencernos debió señalarnos como enemigos y nos acusó de socialistas. La realidad es que nosotros no tenemos proyecciones políticas por fuera de Central.

--¿Usted viene de familia con militancia política?

--En mi casa se hablaba de política desde que te levantabas de la cama. Mi padre era farmacéutico y fue expulsado de la facultad por ser en la Federación Universitaria Argentina (FUA) representante de la facultad de Medina por el partido Reformista. En el año 43 Bruno Genta era el interventor de la Universidad del Litoral y expulsó a todos los representantes de las distintas facultades ante la FUA. Mi padre estudiaba farmacia y bioquímica en Medicina. Por eso motivo yo nazco en Rafaela. En el '58 un compañero de militancia tiene un cargo que le permitió rendir las tres materias que le quedaban para recibirse. Nos venimos a Rosario y me hizo frondizista (por Arturo Frondizi). Salía a pintar la fórmula Frondizi-Gómez. A los 14 años le dije a mi padre que yo era comunista. Mi viejo me regaló 12 tomos del marxismo comentado y me desafío a que lo lea para que luego le dijera si seguía siendo comunista. Y no pasé del primer tomo. En el secundario me marcó mucho el tema de los caudillos, era fanático de (Francisco) Pancho Ramírez y (Angel) Chacho Peñaloza. Ya en la facultad milite en un sector llamado tercer movimiento histórico. Creía que estaba superado en radicalismo y el peronismo, hablo del año '68. Pensaba en una nueva vertiente. Pero después llegó otra etapa de mi vida, cuando en los '70 firmé más de 70 hábeas corpus para salvar a los que tenían posibilidad de perder la vida o quedar desaparecidos. Nunca fui partidario de la violencia, ni la de Montoneros ni la del Erp, y muchos menos de la estatal, que torturaba y te lleva los chicos. Como abogado participé de un grupo de profesionales donde intentábamos blanquear la situación de los chicos para salvarnos con herramientas jurídicas. Hasta que un día me avisaron que no aparezca más porque estaba apuntado.

--De acuerdo a la experiencia del Crece, ¿el socio tiene interés de participar en la vida política de los club?

--Sí, ocurre que no se le ha permitido participar. El tema es que en los clubes de fútbol hay muchos temas tabú. No se puede decir cuánto se le paga a un entrenador y por lo menos dar a conocer cuánta gente trabaja para el club. Nosotros hemos pedido infinidad de veces la cantidad de empleados que tiene Central y nunca no las dieron. Entonces nunca se sabe qué personas están dando vuelta alrededor del club y quiénes son los responsable de determinadas cosas. Este es un problema muy grave. Nuestro compromiso es transparentar toda la actividad e informar a los socios de todo lo que nos requieran.

--Van a participar de elecciones en Central por tercera vez. ¿Es ahora o nunca la ocasión de llegar al gobierno del club?

--No es matar o morir. Nosotros fuimos mejorando. Cuando fuimos en el 2006 ganamos las elecciones que nos sacaron por el fraude de Scarabino, del cual en esa lista hay tres que están ahora Raza Canalla. En la otra elección nos ganó ampliamente Usandizaga y en la lista de Raza hay muchos ex dirigentes del Vasco.

--¿Con el equipo en el Nacional B se cambió el proyecto de gobierno?

--El principal objetivo es ascender. Pero no dejo de preocuparme por la situación institucional. Soy un partidario del deporte amateur, a pesar de que soy un mal jugador de muchas cosas. Central tiene una función social muy importante, aunque lo importante es el fútbol.