El venezolano Gabriel Cichero fue la revelación de la pretemporada leprosa. Recibió elogios del entrenador Roberto Sensini y de su cuerpo técnico. Pero cuando debía mostrar todas sus cartas falló, y feo. Con una mano infantil, que Verón rubricó por medio de un penal, desniveló un partido que parecía conducirse, indefectiblemente, a la igualdad en cero. Ahora, Ñuls deberá olvidar el error, corregir las fallas y trabajar de cara al próximo partido, el sábado ante Lanús en el sur del Gran Buenos Aires. El defensor Agustín Alayes arrastra una molestia en el tobillo aunque llegaría sin inconvenientes. Lucas Bernardi continúa con su recuperación.

Como analizó Sensini tras el encuentro del sábado, Ñuls se mostró firme en la defensa y sólido en el medio, pero, como se intuía, confirmó que todas sus carencias están en el ataque. Los delanteros Luis Rodríguez y Sebastián Taborda penaron y no lograron destacarse en ninguna oportunidad. En el mismo frente, el enganche Mauro Formica no podía generar juego asociado y Mauricio Sperdutti, por la banda derecha, dilapidaba sus chances al intentar jugadas individuales. De ese modo, el leproso exhibió anemia ofensiva. Vale remarcar que lo de Estudiantes no fue superior y si no fuera por Cichero no se hubiera retirado vencedor del Marcelo Bielsa.

Para la visita a Lanús, el sábado a las 16.15, Sensini deberá prestar especial atención a la evolución de Alayes, que continúa, desde la pretemporada, con una dolencia en uno de sus tobillos y estuvo a punto de retirarse en el trancurso del primer tiempo. Bernardi podría retornar al primer equipo recién en la cuarta fecha. El plantel vuelve hoy a los entrenamientos.