Schiavi o Alayes. No hay otras alternativas para la dirigencia del Colo Colo chileno. Aunque el presidente de Ñuls, Guillermo Lorente, se haya permitido la humorada del "tackle" para graficar sus intenciones de impedir que el Flaco emigre del Parque Independencia, al defensor lo tira y mucho la amistad que mantiene con Diego Cagna, el director técnico del equipo de Santiago. En el caso de que lo del ex Boca Juniors no se concrete, el ex Estudiantes es la segunda opción. Por otra parte, el enroque entre Ñuls y Racing por Estigarribia y Bieler es casi un hecho, por lo que Sensini ya tendría su delantero.

Más allá de la relación de años que tiene con Cagna, Schiavi fue seducido por la oferta que le efectuó uno de los equipos más grandes de Chile. La dirigencia trasandina le trasladó un monto de 250 mil dólares por un año de contrato. Sin embargo, y teniendo en cuenta que el contrato entre Ñuls y el jugador culmina en seis meses, Lorente pretende una mayor indemnización, del orden de los 300 mil de la moneda estadounidense. Si la transferencia de Schiavi no se realiza, los chilenos irían a la carga por Agustín Alayes, otro pilar fundamental de la defensa rojinegra. El entrenador de Ñuls, Roberto Sensini, sigue de cerca la negociación. Es que unos días después del final del Apertura dejó bien en claro que quiere un equipo competitivo. Y no debe caerle simpático que aún no haya firmado ninguna incorporación y que ya esté prácticamente vendido el enganche, Mauro Formica.

En el plano de los refuerzos, restarían detalles para que se finiquite la llegada del delantero de Racing, Claudio Bieler, que diez días atrás parecía inalcanzable para la dirigencia. Los clubes se pusieron de acuerdo para hacer un trueque entre Bieler y el paraguayo Estigarribia, que fue uno de los jugadores más regulares del último Ñuls, pero tiene a Lionel Vangioni como reemplazante natural.