Faltaban minutos para que Ñuls hiciera su estreno de temporada ante Estudiantes, cuando barras apostados en la tribuna se agolparon en los accesos y bajo gritos de amenaza repelieron a otros que pugnaban por ingresar al estadio. La policía actuó a tiempo en la prevención y nadie advirtió que en aquellos segundos había estallado una nueva interna por el mando de la hinchada leprosa. El que ahora desafía el liderazgo de Diego "El Panadero" Ochoa es quien tiempo atrás fue su mayor aliado: Luis "El Pollo" Bassi. El encono nació con la detención de Bassi por la balacera contra los hermano Camino, acusando el referente rojinegro en Villa Gobernador Gálvez al líder de la popular por los 30 días que pasó de detención. Los hermanos Bassi intentaron dar el golpe el domingo, ante ausencia de Ochoa por restricción judicial, siendo demorados por la policía al transgredir la prohibición que también regía sobre ellos.

Bassi fue detenido por la causa que investiga la emboscada a balazos sufrida por los hermanos Camino el 4 de junio. Como los ex barras se convocaban para asistir al Coloso a poner en jaque la ascendencia en las tribunas de Ochoa, la principal hipótesis del ataque con armas de fuego se la delineó dentro de los violentos conflictos que animan los barras leprosos.

Declaración de testigos señalaron la presencia del "Pollo" Bassi, por entonces mano derecha de Ochoa, en las adyacencias de los "Fonavi Camino", cuando se produjo la balacera, lo que derivó en su detención, junto a Matías F. apuntado como autor de los disparos. Al perder la libertad el responsable de la facción proveniente de Villa Gobernador Gálvez, Ochoa le cedió a su hombre de confianza los servicios de su abogado, quien desacreditó el relato de los testigos demostrando la presencia del detenido en su ciudad, organizando la convocatoria de su gente al estadio, con la declaración ofrecida por el responsable policial de aquella movilización hacia el parque Independencia.

El cambio de juzgado del expediente, su carátula de "tentativa de homicidio" y la feria judicial llevaron los plazos legales a extender la detención de Bassi por más de un mes. Pero antes de terminar su reclusión el barra cambió de apoderado, acusando a Ochoa de su situación judicial.

Días antes del debut de Ñuls ante Estudiantes los hermanos Bassi, -Luis, Leonardo y Maximiliano- juraron venganza al Panadero acudiendo al Coloso a tomar el mando de la hinchada, a pesar que sobre los tres rige la prohibición resuelta por el juez Javier Beltramone. "Durante el transcurso de los partidos deberán permanecer en sus domicilios y de no acatar será ordenada la inmediata detención del transgresor", expresa la resolución del magistrado.

Ochoa no apareció el domingo por el parque Independencia. Los Bassi, en cambio, fueron detenidos en las proximidades del estadio al ser identificados por personal policial en el interior de un Volkwagen Bora y un Peugeot 504, cuando promediaba el primer tiempo entre leprosos y pincharratas. Sus hinchas, alrededor de 30, habían fracasado antes de empezar el juego en su aspiración de acceder al estadio. Aunque no se registró enfrentamiento entre las facciones, quien fuera el primer aliado de Ochoa en la revuelta propiciada por Matías Pera, en setiembre pasado, ahora es el nuevo rebelde que desafía al Panadero en la popular del Coloso.