La comisión directiva en pleno de Ñuls salió ayer a denunciar la actuación policial durante los incidentes posteriores al partido con Olimpo, el sábado a la noche. Según afirmó el presidente Guillermo Lorente, el jefe del operativo, Hernán Brest, habría pedido: "Quiero gente presa". En una conferencia de prensa que se realizó en la entidad del Parque Independencia, Lorente habló de "desmesurada represión policial que terminó con un centenar de hinchas detenidos sin explicación que lo justifique" y adelantó que pedirán que nunca más Brest sea designado para brindar seguridad en el estadio. De los 108 detenidos, recuperaron la libertad 107, y uno quedó preso por un pedido de captura previo. El Secretario de Seguridad de la provincia, Horacio Ghirardi, rechazó las denuncias. "El mensaje es que hay violentos buenos, y eso no lo comparto", dijo el funcionario, quien puntualizó que hubo nueve agentes lesionados, tres caballos heridos y cuatro motocicletas destrozadas. "No podemos esperar que haya un agente muerto", afirmó Ghirardi, quien puntualizó que "la policía comenzó a actuar después del 4º o 5º agente herido a piedrazos". Y adelantó que hoy se presentarán a la justicia para solicitar que se aplique el derecho de admisión a los 77 adultos detenidos el sábado a la noche. Es que 31 detenidos eran menores. Por su parte, los dirigentes de Ñuls entregarán videos a la justicia sobre el accionar policial.

Los videos que exhibió la comisión directiva no dejan lugar a dudas. Una vez culminado el partido, cuando los hinchas se retiraban del estadio en calma y un numeroso grupo permanecía aún en el playón ubicado detrás de la platea de la visera, la policía irrumpió a reprimir. Por la Puerta número 6, ingreso formal a la cancha, al lado del estadio cubierto, ingresaron cuatro agentes a caballo. Al mismo tiempo, y con la intención de apaciguar la tensión, desde el playón de la platea empleados del club cerraron la puerta del ingreso número 4, frente al Hipódromo.

No obstante, se observa claramente que Brest, que se encontraba en las afueras del estadio, abrió la puerta y entró a la zona. Lo seguía una fila innumerable de agentes de Infantería. Persiguieron a los hinchas, rompieron vidrios, dispararon balas de goma al cuerpo y pegaron palazos de forma indiscriminada. También usaron a los caballos para pisar a personas que se encontraban tiradas en el piso en calidad de detenidas. Al mismo tiempo, otro grupo de Infantería se dirigió hacia el ingreso sur de la platea Gerardo Martino para detener a los hinchas que se habían refugiado en esa parte del estadio. Contaron con la ayuda de otros agentes que abandonaron el control de la popular local. Intentando no caer en manos de la policía, los hinchas trataban de acceder a la zona de cabinas de medios de comunicación. Algunos tuvieron suerte y pudieron escapar. Otros debieron pasar la noche en Jefatura de Policía. De los detenidos, 31 eran menores de edad. "Hubo heridos y contusos, incluso entre los menores", aseguraron en la comisión. Todos recuperaron la libertad, el sábado a la noche los menores de edad y ayer al mediodía los adultos.

Ghirardi planteó sus objeciones a la denuncia de los dirigentes. "Hay que diferenciar entre los más de 29 mil simpatizantes que concurren a ver un espectáculo deportivo y los 150 violentos que la emprendieron contra el propio estadio", apuntó el funcionario provincial, que afirmó además: "Hemos iniciado una investigación a cargo de la Secretaría de Control de Fuerzas de Seguridad y si se comprueban irregularidades, tomaremos las medidas pertinentes. Pero no podemos quedarnos en el discurso demagógico de la mala policía, porque en ese momento se debe disuadir y contener. De los mayores detenidos, había 36 con antecedentes penales y cuatro con pedidos de captura".

Los integrantes de la comisión directiva de Ñuls no ignoraron la violencia. "Es cierto que un grupo de personas intentó ir más allá de la entendible reprobación a jugadores y dirigentes, lo que lamentamos. Pero no es menos cierto que, después de neutralizado el hecho por personal de seguridad interna del club, las fuerzas policiales, al mando de Brest, ingresaron a la zona de plateas y populares del sector oeste, lejano al escenario de aquel acontecimiento, incluso con la caballería, provocando pánico entre hinchas, mujeres y niños, que vivieron momentos de terror", narraron a través de un comunicado.

Lorente negó que los incidentes se hayan generado a raíz de un cruce entre la barra brava rojinegra y la policía. "Nos consta, y es nuestra palabra de dirigentes, que la inmensa mayoría de los detenidos no tuvieron ninguna relación con los hechos violentos. Y lo decimos a pesar de que somos quienes sufrimos muchas veces agresiones verbales por el desempeño irregular del equipo de fútbol", indicaron los directivos.

El presidente afirmó que el grupo de "40, 50, 100" hinchas que suele insultar a los jugadores y dirigentes tras los partidos intentó el sábado "destrozar la pensión" que habitan las divisiones inferiores leprosas. En ese sentido, reconoció que los reiterados incidentes se producen porque "puede haber intencionalidad politica en algún grupo que puede pretender estar en la pelea política del club el próximo año".

Integrantes de la comisión entregarán hoy todo el material fílmico a la justicia. También enviarán el video a la Asociación del Fútbol Argentino. Buscarán "demostrar que la responsabilidad de los incidentes no es de Ñuls y así evitar sanciones deportivas".