Aunque la explosión publicitaria del tenis en el país llegó con la zurda de Guillermo Vilas en los '70, quien primero difundió el deporte blanco en Argentina fue María Terán de Weiss, con mejor ranking en durante los años '40, ganadora de medallas de oro en juegos Panamericanos y poseedora de una vocación por el deporte que ejerció como militante peronista organizando torneos infantiles de tenis que popularizaron la disciplina. Esas convicciones políticas la llevaron al exilio tras la "Revolución Libertadora" de 1955, y a su regreso al país, en 1984, se suicidó a los 66 años. Un proyecto de los concejales del Frente para la Victoria busca reparar el olvido a la destacada deportiva proponiendo "una distinción post morten".

El proyecto de los ediles Norma López y Roberto Sukerman propone que el Concejo Municipal "declare deportista distinguida post porten a María `Mary' Terán de Weiss, en reconocimiento a una de las más grandes tenistas de la historia del deporte argentino, perseguida y olvidada por sus actividades políticas y su posición ideológica".

El pecado de Weiss fue ser peronista. Su adhesión al gobierno de Juan Domingo Perón la llevó incluso a recibir por su "fidelidad" la "Medalla Peronista", reconocimiento que el General otorgaba a figuras comprometidas con su ideología. Weiss fue tan conocida por sus convicciones como por sus logros deportivos, siendo la primera tenista del país en cruzar las fronteras para buscar éxitos en el extranjero. Obtuvo cinco títulos internacionales y fue la número uno del país en 1941, 44, 46, 47 y 48, registro que además la mantuvo entre las 20 mejores del mundo, siendo además medalla de oro en los Panamericanos de 1951.

Pero Weiss, que nació en la ciudad el 29 de enero de 1918, también llamaba la atención por su militancia peronista, la cual defendía en cada oportunidad que se le presentada, proponiendo la discusión de ideas en ambiente como el deporte, frecuentemente distante de los debates políticos. Y su militancia la manifestó también dirigiendo escuelas de tenis infantiles en zonas postergadas del conurbano bonaerense, en el marco de los programas deportivos de la Fundación Eva Perón.

Perseguida por la dictadura de Pedro Aramburu, Weiss se exilió a España en 1955, donde dio continuidad a su exitosa carrera deportiva, aunque los diarios nacionales ignoraban todos sus logros. Intentó su primer regreso al país bajo el gobierno de Arturo Frondizi. Pero aquella ocasión en vez del Estado, Weiss recibió el rechazo de sus propias colegas, que se negaban enfrentarla en una cancha de tenis "por sus ideas". Ante ello la propia Asociación Argentina de Tenis le prohibió jugar profesionalmente en el país. Uruguay fue el lugar de su nuevo exilio.

La tenista rosarina volvió en democracia, al dejar atrás el país la última dictadura militar. Pero siguió siendo ignorada y se quito la vida el 8 de diciembre de 1984, en Mar del Plata. "El estadio donde Argentina juega la Davis lleva su nombre, aunque le siguen llamando Parque Roca, en una clara posición de marginación que hoy continúa", afirmó el concejal Roberto Sukerman.