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El alentador pronóstico deportivo que espera a Central para los próximos meses obliga a los dirigentes a pensar con proyección, y en el horizonte asoman negociaciones que influirán directamente en su fututo: es perentorio lograr la transferencia de un jugador, se buscará sellar la continuidad de actuales futbolistas del primer equipo, como así también renovar el contrato con Juan Antonio Pizzi. Pero la más trascendente de las gestiones se discutirá en la Asociación del Fútbol Argentino, donde el club solicitará los privilegios perdidos en el reparto del dinero por derechos de televisación tras el descenso del 2010. Central pedirá recuperar ingresos de la televisión por 16 millones, dinero necesario para reforzar un plantel que atesora la ilusión de volver a ser de Primera en pocas semanas más. En el primer bosquejo, Jorge Broun, Federico Carrizo y Nahuel Valentini son los jugadores señalados a ser vendidos, mientras que firmar la continuidad de Julio Mozzo y Gonzalo Castillejos se anticipan como las más complejas.

Lo que paga la TV. En el reparto de los ingresos por derechos de televisación, Central se ubicaba en el peldaño de los clubes que superan ingresos de 16 millones de pesos anuales. La pérdida de la categoría redujo su cachet a poco más de cinco millones de pesos por temporada. La jerarquía de ingresos que los clubes ostentan en Primera se pierde cuando el club desciende, pero se recupera si al año siguiente el equipo regresa a la máxima división. Ese no es el caso de Central. Como el canaya atraviesa su segundo año en la B, cuando el club retorne a la A la entidad de Arroyito se integrará al lote de equipos recién ascendidos, los cuales perciben seis millones de pesos por derechos de TV, al menos en el primer año.

Los canayas tienen un rojo en AFA de cinco millones de pesos (heredado por la gestión de Horario Usandizaga), por lo cual el recurso económico por derechos de televisación no ofrecería a la tesorería auriazul un solo peso si el club decide equilibrar sus cuentas en la casa rectora del fútbol argentino. Es por ello que el presidente Norberto Speciale tendrá por delante la tarea de recuperar el prestigio que el club gozaba en el reparto del dinero de la televisión, lo que llevaría a triplicar sus ingresos. Central pedirá cobrar 16 millones de pesos, como lo hacía hasta mayo de 2010.

El futuro del plantel. En julio el club deberá definir el futuro de muchos de los actuales titulares del primer equipo. En materia deportiva, lo único resuelto es la continuidad de Juan Antonio Pizzi como entrenador. En cuanto al plantel, Central deberá realizar inversiones onerosas para conservar lo que tiene. El caso más representativo es quizá el de Julio Mozzo, a quien Central le deberá pagar 300 mil dólares para comprarle su pase. A ello habrá que añadirle al jugador de 31 años un contrato por tres temporadas, extendiendo el total de la operación a más de un millón de dólares solo para asegurar la continuidad del ex jugador de Independiente Rivadavia de Mendoza.

El pase de Gonzalo Castillejos es de Lanús y sus representantes tienen ofertas por el goleador para llevarlo a México. Cualquier propuesta del exterior será superadora a las posibilidades de los auriazules, que jugarán como carta de negociación la cesión del pase de Diego Braghieri a los granates, donde el jugador se desempeña a préstamo hasta julio. Javier Toledo no continuará en el plantel, Leonardo Monje y Santiago Biglieri quizás tampoco, pero sí Antonio Medina, a quien los canayas le compraron un porcentaje de sus derechos económicos. Así, más allá del destino deportivo de Castillejos, el técnico esperará por un delantero para reforzar el plantel.

Leonardo Talamonti, Matías Lequi y Andrés Alderete tienen vínculo con el club extendido para la temporada que viene. Ricardo Gómez, en cambio, está a préstamo y el mes próximo volverá a Colón. En su puesto de volante por derecha el club irá por una contratación, de los seis que al menos pretende sumar Pizzi para la temporada que viene. Pero, ¿de dónde obtener el dinero para refuerzos?

Con su economía exangüe, al club lo sostienen los 40 mil socios que tienen su cuota al día, constituyendo el ingreso más importante y que permite mantener de pie a la entidad. Otros recursos, como publicidad y renovación de indumentaria del primer equipo, no suponen billetes que cambien ninguna ecuación en la tesorería canaya. En el último año el club no se endeudó, al margen de cesión de préstamos de parte de empresarios por monto menores y sin interés.

Por eso es perentorio lograr una transferencia. A fin de año pasado había consultas por Federico Carrizo, pero la pérdida de protagonismo en el primer equipo bajó su cotización y nivel de exposición. Y por eso la expectativa en Arroyito está en vender a Nahuel Valentini y el arquero Jorge Broun, actualmente suplente, pero de probada jerarquía debajo de los tres palos.

El futuro de la Comisión. La renuncia del ex secretario Federico Larrazábal, el año pasado, mostró la primera grieta en la Comisión Directiva de Central. Las riendas del club están en manos del presidente Norberto Speciale, el secretario Gustavo Battaglioti y el manager Gonzalo Belloso. En ellos se concentra la toma de decisiones, junto al protesorero Miguel San Martín, quien se distanció en las últimas semanas tras una discusión con Belloso por una determinación administrativa asumida por el directivo de menor relevancia. El tesorero Eduardo Macías, por el contrario, no asiste más a la sede y le llevan a su estudio contable la documentación que debe firmar por el cargo que ostenta. El resto de los miembros de Comisión Directiva asumen responsabilidades menores. Pero dicha dinámica de trabajo trajo como resultado un ámbito de gestión propicio para dedicar toda la atención al área deportiva, donde el equipo está a solo tres partidos de volver a ser de Primera.