Uno más, el cuarto. Esta tarde, Miguel Angel Russo comenzará una nueva etapa al frente de la dirección técnica de Central. Este ciclo aparece como el más difícil, ya que deberá rescatar al canaya de su crisis futbolística más profunda, ya que nunca en su historia había completado tres temporadas en la segunda categoría del fútbol argentino. Será presentado por el presidente Noberto Speciale, responsable máximo de su llegada, y por el manager Gonzalo Belloso, a partir de las 18.30 en el Gigante de Arroyito. Mañana mismo dirigirá su primer entrenamiento de pretemporada y comenzará a delinear la impronta del plantel. Mientras no se aplacen los clásicos, su debut será en el partido amistoso ante Ñuls el domingo 22.

El 12 de julio de 2009 fue la última vez que Russo se sentó en el banco de suplentes del local en el Gigante. Recibía a Belgrano de Córdoba por el partido de vuelta de la Promoción, que a la larga superaría y extendería su permanencia en Primera por una temporada más hasta la frustrante caída ante All Boys bajo la dirección técnica de Leonardo Madelón. Ahora el ex DT de Estudiantes, Racing, San Lorenzo y Boca, entre otros, debe cargar con la pesada mochila de regresar a Central a Primera, máxime luego del incomprensible cierre de temporada del equipo que condujo Juan Antonio Pizzi.

El sueño, o globo de ensayo desorientador, que generó el rumor de una posible llegada de Juan Román Riquelme se diluirá lentamente porque el enganche tiene decidido, en caso de continuar la práctica del fútbol, emigrar a otro país. La fluida relación del enganche con Russo generó inquietudes y hasta expectativas, pero las preferencias del entrenador van por otro camino. De entrada, pidió por la continuidad de tres volantes: el uruguayo Julio Mozzo, Jesús Méndez y Santiago Biglieri, quienes podrían conformar una especie de columna vertebral de su nuevo equipo. Y en el plano de las incorporaciones, trascendieron tres nombres que habría solicitado, aunque él mismo se encargaría de interceder en las negociaciones por la buena relación que lo une con los apuntados.

Russo es un profesional que ha hecho de las relaciones sociales un culto. Ha generado buenos contactos en jugadores, dirigentes y también periodistas, para siempre ser tenido en cuenta a la hora de la búsqueda de un DT. Por esa razón, no se ponderaron con insistencia las últimas magras campañas que completó, como la que llevó a cabo en Racing, donde sacó el 50 por ciento de los puntos, mientras que en Estudiantes, su último trabajo, debió irse por la puerta de atrás al dejar al equipo en el fondo de la tabla producto de dos victorias, cuatro empates y ocho derrotas. Nada garantiza que el flamante entrenador canaya no repita sus recientes fallidos, pero a diferencia de otros casos, podrá sostenerse en el apoyo de la hinchada de Central, que no le olvida sus logros.

Teófilo Gutiérrez, Emiliano Papa y Martín Rolle surgieron en las últimas horas como tres de las incorporaciones marcadas por Russo. Por el conflictivo colombiano se encargaría el propio DT de mediar dada la relación que mantienen. Es complicado su arribo desde el punto de vista económico, pero el delantero aún no cerró con otro club. El jugador de Vélez es el apuntado para reforzar el lateral izquierdo. Pizzi sostenía al juvenil Gerardo Pérez, en detrimento del experimentado Germán Rivarola y el joven Rafael Delgado. El nuevo técnico preferiría a Papa, quien estaría cómodo en Liniers y no tendría intenciones de regresar. Mientras que el ex enganche de Olimpo está abierta a escuchar ofertas y, a priori, sería una negociación sin obstáculos y factible de concretar.