Había pasado una hora de juego y el partido bien podía sostener a Central ganando por goleada, con hasta cinco o seis tantos, aunque anotando también Atlético Tucumán algunos gritos a su favor. Central impresionaba tanto por su prolífica actividad ofensiva como por sus desórdenes en el juego que expusieron a los canayas a pensar en lo peor a 20 minutos del final, con los tucumanos a solo un gol del empate. Fueron cinco minutos de desconcierto y de los cuales Central se evadió de la forma más risueña, con Bracamonte alzando los brazos para entregar su primer gol a los hinchas, minutos después de que el delantero cayera en el ridículo con un torpe cabezazo. Y con un gol del barbudo delantero el canaya se corrió de nuevo a la senda de la victoria, para serenidad del club.

Como en casi todos los partidos, el resultado encubre mucho del juego, más cuando se gana. La goleada del canaya de ayer pudo haber sido más amplia, lo que hubiese desplegado sobre Arroyito una verdadera fiesta de goles. Hubo gritos, pero recién al final, porque en el relato del encuentro hay que distinguir momentos de duda en el canaya ante un rival que jugó más de una hora con un hombre menos por expulsión de Mármol.

Los tucumanos no pudieron acentar sus línea en el Gigante que Becker, con corridas con pelota al pie por la derecha, marcaba los caminos a Luccheti, siendo Lagos el primer de entender su juego al acompañar por izquierda y aparecer por detrás para tomar un centro del volante y anotar el primero con zurdazo cruzado.

Luego vinieron las dudas. La de Ferrari, al rematar un tiro penal al travesaño tras falta de Mármol (a los dos minutos vio la segunda amarilla y dejó la cancha) a Toledo en el área, de las que nunca se cobran, pero sí ayer Giannini; las del propio Toledo en la definición, y del equipo en perder posiciones en el medio para retroceder a su campo.

Ya con diez, Atlético Tucumán se soltó: Cobelli lo perdió ante Caranta en dos ocasiones aprovechando fallas de Peppino, y por arriba ganaban los visitantes en cada tiro de esquina.

El partido podía definirse para cualquier lado. Central se debilitaba cuando no se apoyaba en Becker o Méndez perdía protagonismo. Pero el partido pareció definirse en el arranque del segundo tiempo, cuando Becker enganchó hacia adentro y desde afuera del área la tocó al segundo palo, en destacada maniobra, de esas que ilusionan cuando se trata de un juvenil que aún está a la tarea de encontrar su identidad en primera.

Pero otra vez Central cayó en sus baches, devolviendo tensión a su gente en el descuento de Gabriel Méndez, ante un Atlético que volvía a intentarlo con Luis Rodríguez empujando por su habilidad con la pelota.

De encaminarse a una goleada Central se expuso al empate. Y Russo se la jugó por el hombre que más tenía por perder: Bracamonte, que vino para hacer goles pero no los hacía. Hasta ayer. El ex Boca se sobrepuso a la risa sarcástica de sus hinchas ante un torpe cabezazo, siguió yendo detrás de cada jugada, y Lagos le dio la pelota para que la empuje y el ex Boca le de a Central la victoria, que saca al equipo de su tono pálido.

3 Central: Caranta (6); Ferrari (4), Casteglione (5), Peppino (4), Yacuzzi (4); Becker (7), Domínguez (6), Méndez (6), Lagos (6); Costa (5), Toledo (5). DT: Miguel Russo.

1 Atlético Tucumán: Luccheti (5); Ladino (4), Mármol (-), Barone (5), Galíndez (4); Montiglio (4), Calgaro (5), Barrado (4); Bustamante (4); Cobelli (4), Rodríguez (4). DT: Sergio Rodríguez.

Goles: PT: 10m Lagos (C). ST: 4m Becker (C), 25m Gabriel Méndez (AT) y 41m Bracamonte (C).

Cambios: PT: 26m Dutari por Bustamante (AT). ST: 10m Medina por Toledo (C) y More por Galíndez (AT), 14m Gabriel Méndez por Cobelli (AT), 17m Encina por Becker (C), 31m Bracamonte por Costa (C).

Arbitro: Mauro Giannini

Cancha: Central

Incidencias: PT: 20m Ferrari (C) desvió un tiro penal

Expulsado: PT: 23m Mármol (AT).