0 Boca: Orion; Sosa, Caruzzo, Burdisso, Clemente Rodríguez; Guillermo Fernández, Erbes, Erviti, Paredes; Acosta, Silva. DT: Julio César Falcioni.

0 Ñuls: Guzmán; Cáceres, Vergini, Heinze, Vangioni; Pablo Pérez, Villalba, Bernardi; Rodríguez, Scocco, Sperduti. DT: Gerardo Martino

Cambios: ST: 17m Muñóz por Sperduti (Ñ), 29m Colazo por Paredes (B), 35m Chávez por Fernández (B), 36m Urruti por Scocco (Ñ), 44m Blandi por Erviti (B) y Figueroa por Maximiliano Rodríguez (Ñ).

Cancha: Boca

Arbitro: Mauro Vigliano

Cuando Ignacio Scocco no hace goles, Ñuls se reduce a jugar y tocar hasta que pierde la pelota, la recupera y vuelve a empezar. Fue así como no pudo con Racing, Tigre, Quilmes, y ayer Boca, en partidos que la lepra solo empató, y que explican por qué ya no es favorito a obtener el título del Inicial. Necesitaba el rojinegro un triunfo relevante, como ante Boca en la Bombonera, para hacerle sombra al líder Vélez, pero en deslucido partido el equipo de Gerardo Martino volvió a empatar, por tercera vez consecutiva, y quedó a tres puntos del puntero, junto a Lanús. La más clara para la lepra estuvo en los pies de Maximiliano Urruti, en el último minuto del encuentro, que Sosa despejó en la línea.

El partido de anoche con Boca fue parecido al que Ñuls jugó fechas atrás con Racing: mucha expectativa en las tribunas, pocas emociones en el campo de juego. Como aquel partido en Avellaneda, la lepra logró tener más pelota, pero las situaciones de mayor riesgo fueron del rival.

Boca no pudo imponer el vértigo que acostumbra ejercer en su estadio. Eso fue el mejor rédito que sacó Ñuls al tener la pelota. Pero lo que no tuvo la lepra fue certeza en sus pases y por eso jamás pudo llegar al área de Orión en acción clara. Hubo un remate de larga distancia de Scocco que se fue alto y otro de Maxi Rodríguez a la manos del arquero xeneize, en los intentos más claros de los rojinegros.

Mientras que Boca sacaba provecho de los errores de Ñuls en la salida, aunque aquellas maniobras terminaban resueltas por la jerarquía de Heinze para cerrar a tiempo y los reflejos de Guzmám, quien desvió con el pie izquierdo y remate de gol de Paredes.

El local era profundo cuando los ataque los guiaba Guillermo Fernández y terminaban en los pies de Paredes. Al tiempo que Ñuls se desvanecía en la imprecisión para dar pases, con Scocco, Pérez y Rodríguez sin encontrarse, y Sperduti lejos de donde pasaba la pelota. Encima Bernardi tampoco acertaba en los pases verticales y con sus corridas Cáceres no sorprendía.

Ñuls volvió a mostrar inconsistencia en los metros finales, síntoma que se agudizó en los últimos dos partidos, donde los empates consecutivos ante Godoy Cruz y Quilmes lo bajaron de la punta.

En el segundo tiempo la lepra intentó imponer su juego en ataque, como exigía sus pretensiones de volver a ser el escolta del líder Vélez. No dejó de ser impreciso el equipo de Tata, pero sí logró la lepra sostener en sus pies el balón en terreno rival por más tiempo. Y al jugar más cerca de Orión, Guzmán se tomó varios minutos de descanso.

Aunque Ñuls no sacó provecho de su leve dominio. Porque siempre falló en el remate al arco y desde fuera del área, Scocco tampoco tuvo puntería. Y la que tuvo el goleador del torneo en el área menor, Caruzzo reaccionó a tiempo para desviar el remate.

Como ocurrió el viernes pasado ante Quilmes, Ñuls no tuvo lucidez para generar mayor riesgo del que despierta en el rival sus largos períodos de posesión de pelota. Y para su la lucha por el título, con eso solo ya no alcanza. Ñuls no tiene gol, y sin tantos, ni siquiera la mejor defensa del campeonato puede sacar a un equipo campeón.

Es por eso que el cuarto de hora final Ñuls jugó más decidido en ataque, arriesgando más, sumando defensores a campo rival, aunque no por ello Maxi Rodríguez y Pérez pudieron destacarse cuando tenían la pelota. Ñuls tuvo individualidades en bajo nivel, siendo una de las razones por la cual el equipo no hace goles, lleva tres sin ganar, y Vélez le sacó tres puntos de ventaja en la pelea por el título.