El cónclave se definió como "clave". Funcionarios del Ministerio de Seguridad, dirigentes de Ñuls y Central y directivos de la empresa World Eleven se reunieron para definir, ayer al mediodía, si los clásicos de verano (el 20 y 27 próximos) se disputarían con hinchas visitantes. Pero la novela se extendió unas horas más, ya que sobre el atardecer, y en soledad, uno de los representantes de la firma organizadora confirmó que en ambos partidos se jugará solo con simpatizantes de la parcialidad local. "Analizamos las posturas de todos y creemos que lo mejor es que no haya visitantes para evitar cualquier incidente", explicó Rodrigo Bauzo, en declaraciones a Radio 2.

La indefinición no solo obedeció al armado del complejo operativo, hay razones económicas para defender los juegos con hinchas locales. Como no achicaría su margen de ganancia, World Eleven se negó a montar pulmones en las tribunas, que separen a hinchas de ambos clubes. Además, el clima se enrareció aún más por un nuevo atentado a una sede canaya. Esta vez, le tocó a la ubicada en Güemes y Oroño.

Las cartas ya estaban echadas. Pero la que jugó más fuerte es la de empresa. Guillermo Tofoni, "general manager" de World Eleven, no quiere perder dinero, y siempre prefirió jugar solo con locales. Separar a los hinchas en una misma tribuna implicaba una reducción de la capacidad de los estadios, algo que el empresario no estaba dispuesto a aceptar. Es tal el peso del sector privado, que se ganó casi en exclusividad el derecho de definir las condiciones de juego. Incluso por sobre el gobierno provincial y la municipalidad. Por otro lado, la convivencia de hinchas de ambas parcialidades hubiera provocado la elaboración de un operativo más costoso, algo que tampoco negociaba Tofoni.

La dirigencia leprosa se mantiene firme en su postura: jugar con las dos hinchadas, y lo rubricó ayer tras la reunión. Molesto por la decisión final de la empresa, el vicepresidente Jorge Ricobelli dijo que "esto desvirtúa totalmente el objetivo de que el clásico fuera una fiesta de la ciudad". El dirigente se reunirá con sus pares en comisión directiva, y "analizarán" la determinación. "Vamos a ser respetuosos de los contratos pero en lo que firmamos no dice que no se puede jugar con público visitante", afirmó el directivo.

En el medio, y para agregar otro elemento de incertidumbre, Central sufrió por quinta vez en dos semanas un atentado en una de sus sedes. Desconocidos apilaron cubiertas en el frente del local donde funciona la secretaría de Cultura y el fuego tomó parte de las paredes. Asimismo, dejaron un mensaje cn la leyenda: "Sin "A" no hay clásico", en una aparente cargadas de hinchas de Ñuls, aunque nada fue confirmado. Cruce Alberdi, el predio de Arroyo Seco y la Ciudad Deportiva de Granadero Baigorria fueron dañadas en los últimos días.