En los próximos días se hablará de cuestiones deportivas relacionadas a los clásicos entre Ñuls y Central, que se disputarán el 20 y 27 de este mes. Pero por ahora, y desde hace semanas, la atención se centra en motivos extrafutbolísticos, fuera de la cancha. A la tardía determinación de no permitir el ingreso de hinchas visitantes, se le sumó la seguidilla de atentados que padecieron cinco sedes canayas. Y para ahondar el panorama, las palabras de la intendenta Mónica Fein, que lamentó que los partidos no se puedan jugar en la ciudad de forma "normal". La titular del Palacio de los Leones le pegó a la dirigencia de ambos clubes.

Arroyo Seco, Granadero Baigorria, Cruce Alberdi y Británica, las sedes de Central que fueron atacadas por desconocidos. El condimento ya había saboreado el picante con los afiches con cargadas a canayas elaborados, aparentemente, por simpatizantes leprosos y la famosa sigla "4 B". Hasta que World Eleven, empresa organizadora de los partidos, comunicó que se impediría el ingreso de hinchas visitantes, el dispute de los juegos se llenó de incertidumbre.

Y ayer, Fein aportó su opinión, dura contra los clubes, al sotener que "la dirigencia no puede mirar para el costado, tienen que hacerse cargo". La intendenta puso en duda las aseveraciones de los directivos, que dicen desconocer a los responsables de las pintadas que dañan distintas instalaciones.

"Nosotros hemos tenido más de una reunión porque creemos que es necesario ir construyendo una confianza que nos permita hacer los clásicos como hay que hacerlos, con público local y visitante", señaló Fein en declaraciones efectuadas a LT8.

"Si la ciudad está totalmente pintada no pueden decir que el club no tiene nada que ver, el club tiene que ver, como tiene que ver la ciudad, tenemos que trabajar juntos", insistió la mandataria socialista. "No se pude pintar media ciudad sin que los clubes sepan, no digo que son responsables, sino que sepan. Nosotros queremos recuperar la ciudad, queremos trabajar en la convivencia, queremos un clásico normal porque creemos que son las minorías violentas las que impiden que el fútbol sea realmente un deporte", ahondó.

En tanto, el tesorero de Central, Miguel San Martín, responsabilizó al "lado de Ñuls" por los ataques que sifrieron las sedes. ?Un hincha de Rosario Central es incapaz de atentar contra sus instalaciones?, aseguró el dirigente en diálogo con Radio 2. "Por estas cosas que sucedieron en el último tiempo, los clásicos del 20 y 27 de enero no se pueden jugar con visitantes. Ganaron los violentos", apuntó el encargado de llevar las cuentas auriazules.