La historia de Javier Toledo se parece a la de un villano de película. De esos que se ganan la antipatía de todos. "La gente me puteaba y pedía que me saquen", recuerda el goleador de Central. Pero Toledo no es un malo cualquiera. Toledo es como Keyser Soze, el inolvidable personaje de los Sospechosos de siempre, que en la última toma de la película descubre su verdadero protagónico en la historia. Porque Toledo mostró su papel goleador el día que había que ganar para ascender. "No soy el héroe, trabajé mucho para estar en el equipo y le debo este momento a Miguel (Russo), que me bancó en todo momento, y a mis compañeros", se defendió el jugador que llegó de Chacarita y que ahora sueña con jugar por primera vez en Primera, tras su paso por clubes del Nacional B y Primera B Metropolitana.

El rol de Toledo en Central pasaba desapercibido. Cuando se ganaba la atención de los hinchas era solo para ser reprobado. El equipo ganaba, pero no por sus goles. Se hablaba de la sorpresa de Nery Domínguez, la evolución de Nahuel Valentini y la seguridad de Mauricio Caranta. Nadie veía en Toledo a un jugador de relevancia. Hasta el pasado domingo, que el delantero descubrió su cara oculta de goleador: cabezazo al ángulo, derechazo alto tras pase atrás y toque sutil de afuera del área, goles espectaculares para llevar a Central a Primera. "Es un momento soñado, pero por el que trabajé con mucho esfuerzo. Porque este grupo pasó muchos momentos difíciles", repasó Toledo.

--¿Fue una revancha personal la actuación en Jujuy?

--No, yo al hincha le tengo que agradecer por tanto apoyo al equipo. Este grupo venía de soportar dos años muy duros. El torneo pasado nos quedamos cerca, perdimos los últimos partidos y la promoción. La pasamos mal. A mí la gente me decía de todo, se me tiraba en contra. Por eso la alegría es muy grande.

--¿En qué cambió el equipo respecto al año pasado?

--El grupo se hizo muy fuerte ante la adversidad. Solo nuestras familias saben lo que sufrimos estos años. Además Miguel unió mucho al grupo, nos dio seguridad y se armó un grupo sólido. Yo estoy muy agradecido al técnico porque me bancó cuando la gente me puteaba y pedía que me saquen. La gente me decía de todo. Y mis compañeros también me bancaron en la más difícil. Esas cosas no se olvidan, como tampoco los goles ante Gimnasia.

Nadie había pensando en Toledo como posible autor de los goles del ascenso. La gloria estaba reservaba para otros. Toledo volvió al club sobre el límite del cierre del libro de pases. De última, Russo lo sumó para completar las opciones de ofensiva junto a Héctor Bracamonte y Fernando Coniglio. "Nunca jugué en Primera, ojalá me pueda quedar para jugar con esta camiseta", lanzó a modo de expresión de deseos, que con seguridad se concretará, al mostrar su faceta de goleador cuando nadie lo esperaba y todo Central lo necesitaba. Como Keyser Soze, que se ganó la empatía del espectador en la última toma de la película.