No exageró Maxi Rodríguez cuando tras el partido dijo que Newell´s pudo ganar en Córdoba "por dos goles de diferencia". La lepra revirtió la imagen oscura que dejó ante Gimnasia y se reencontró, de a ratos, con su mejor juego. Por la falta de contundencia, no pudo ganar y extendió su racha negativa a doce partidos. Ni siquiera la suerte lo acompaña, ya que tras ponerse en ventaja, Heinze lo igualó con un gol en contra.

La imagen de Newell's en el inicio fue muy distinta a la que exhibió ante Gimnasia en La Plata, una de las peores que se le recuerden a esta camada de jugadores. Si bien demoró unos diez minutos en acomodarse en la cancha, lapso en el cual Belgrano presionó con firmeza y lo arrinconó contra Guzmán, el rojinegro volvió a hacer lo que mejor le sale: dominar al rival desde la tenencia de la pelota. Ganó terreno y desairó al local.

La ventaja la sacó con inteligencia. Porque si bien nunca se corrió de su libreto, también leyó con claridad las falencias del celeste. Estudió cómo atacarlo, exprimió el cruce de la pelota de banda a banda en cada aproximación al arco defendido por Olave. De esa manera, generó chances muy claras, pero la ineficacia lo aqueja. Muñoz y Maxi -﷓en dos oportunidades-﷓ pudieron convertir y no lo hicieron.

Nunca sufrió sobresaltos en el primer tiempo. Fue sabio para saber cuándo acelerar y cuándo tocar para atrás. Completó un tiempo de lo mejor que se vio en la era Berti. Si alguien tuvo dudas del compromiso del plantel con el entrenador, se disiparon. Sobre el cierre de la etapa, y después de unos minutos de homogeneizar el juego pero sin profundizar, Newell's volvió a pisar el acelerador. Figueroa intentó con éxito la personal, se escapó de la marca y disparó desde afuera, pero la pelota se fue muy cerca del palo izquierdo. La lepra no plasmaba su dominio en el tanteador.

La misma presión continuó en el epílogo. Bernardi llevaba la bandera y Figueroa le hacía la segunda con mucho despliegue. Eran bien protegidos por Villalba, pero Banega y Maxi no aparecían en todo su esplendor. Muñoz aportaba su sacrificio y se integraba al circuito de juego más que Trezeguet, pero penaba en la definición.

En los treinta finales, Rodríguez dejó bien en claro por qué es de selección. Se puso al hombro el ataque de Newell's y participó de todas las resoluciones. Soportó un torpe y alevoso penal de Olave, que él mismo se encargó de cambiar por gol. El festejo fue un desahogo para todos, que se unieron en un abrazo sin fin.

Belgrano se desesperó y Newell's siguió con tranquilidad. Pero la racha adversa lo persigue. A los 23 minutos, el recién ingresado Carrera devolvió un centro al área y Heinze, que intentaba rechazar, la metió en su propio arco. Inmerecido. Lo que tanto le costó a la lepra, al celeste le resultó muy simple, le cayó de regalo.

Los de Berti acusaron el golpe anímico, aunque no se refugiaron cerca de Guzmán. Llevaron a Belgrano a mantener su desprolijidad, pero perdieron el dominio. Los cambios de entrenador no contribuyeron y el partido diluyó. Uno más.

Belgrano: Olave; Pier Barrios, Lollo, Aveldaño, Quiroga; Rigoni, Farré, Esteban González, Jorge Velázquez; Pereyra, Bueno. DT: Ricardo Zielinsky.

Newell's: Guzmán; Cáceres, Heinze, López, Casco; Banega, Villaba, Bernardi; Figueroa, Muñoz, Maxi Rodríguez. DT: Alfredo Berti.

Gol: ST 16m Rodríguez, de penal (N), 23m Heinze e/c (B)

Cambios: ST 12m Carrera por Rigoni (B), 22m Orzán por Banega (N) y Márquez por Velázquez (B), 27m Trezeguet por Muñoz (N), 29m Zelarayán por Bueno (B), 39m Torres por Bernardi (N)

Arbitro: Diego Ceballos.

Cancha: Mundialista Mario Kempes.