"Hay un borrador, falta pasarlo en blanco", reconoció Miguel Russo respecto a la renovación de su contrato con Central. El entrenador canaya mostró ayer entusiasmo al hablar de su futuro en el club, dejó a un lado las respuestas evasivas y hasta se lanzó a minimizar el tono de las negociaciones: "Esto es muy simple, no es tan difícil. Hay charlas hace tiempo pero no tengo apuro ni ansiedad por la definición", soltó el técnico, quien tiene vínculo contractual hasta junio que se extenderá por dos temporadas más. Aunque más allá de su entusiasmo, en las conversaciones quedó claro que no habrá firma hasta que el club no le salde la onerosa deuda generada desde su vuelta a la entidad, dos años atrás.

No es frecuente encontrar a Russo dispuesto a dar respuestas elaboradas. Menos aún cuando hay temas puntuales, como en este caso su continuidad en Arroyito. Pero previo al partido de mañana con Vélez, el entrenador de Central entregó señales concretas de que extenderá su contrato con el club y permanecerá al frente del primer equipo. "El futuro uno lo tiene, lo vivimos proyectando", reconoció el entrenador, quien solo puso reparos al avanzar en los detalles de la negociación: "Es un tema que pasa por carriles que no me encargo ni me ocupo. Esto es muy simple, no es tan difícil, yo sé que hay acercamientos, charlas de hace un tiempo largo y en algún momento se definirá todo. Igualmente, no tengo apuro ni ansiedad por la definición. Vamos a suponer que está en borrador y falta pasarlo en blanco", graficó Russo sobre la instancia de las negociaciones con el presidente Norberto Speciale.

Russo se quiere quedar --negó ayer que tenga otras ofertas--, Speciale sostiene sus ambiciones electorales en la continuidad del técnico, pero resta por regularizar la importante deuda que Central mantiene para con el técnico. Porque, según pudo conocer Rosario/12, no habrá firma de nuevo vínculo hasta tanto el club no le pague a Russo la totalidad de la deuda generada desde su regreso, en julio de 2012.

Sobre el equipo, mañana Central visitará a Vélez (presentará formación con juveniles por su participación en Copa Libertadores, el próximo martes) con el ingreso de Lucas Lazo en defensa por la ausencia del suspendido Rafael Delgado, y los retornos en ataque de Walter Acuña por Franco Niell (contractura) y Carlos Luna por Sebastián Abreu, quien por una lesión en la rodilla derecha tampoco jugará el sábado 3 de mayo ante Olimpo, aplazando su vuelta hasta, al menos, el compromiso con Racing de la penúltima fecha del torneo Final. Abreu está dispuesto a forzar su vuelta porque conserva aún el sueño de jugar el Mundial con Uruguay.

Con estas variantes, entonces el canaya jugará mañana en Liniers con Caranta; Lazo, Donatti, Berra, Ferrari; Encina, Domínguez, Méndez, Carrizo; Acuña, Luna.

"Creo que podemos dar más en el juego, en algunos momentos tenemos errores con la pelota, en otros tenemos dificultades como la mayoría de los equipos. Yo sé que estos jugadores pueden más, también los entiendo porque el fútbol argentino es difícil, cumplir los objetivos no es fácil, pero yo espero más de ellos. Creo que tenemos jugadores para desnivelar más, para tener otro trato del balón sin perder la verticalidad y la agresividad", diagnosticó Russo, quien luego ratificó la formación canaya más allá de la incertidumbre que rodea el once titular de Vélez. "No me modifica el esquema si ellos van con suplentes", afirmó.