Boca y River se disputan el pase de Federico Carrizo, el hombre señalado a equilibrar las cuentas de la tesorería de Central por su cotización. La dirigencia canaya pide tres millones de dólares, dinero que están más cerca de reunir los millonarios, ante la aparición de un inversor privado con propósitos de adquirir su pase. Los xeneizes, que tienen de interlocutor al técnico Miguel Russo en Arroyito, no se bajan de la disputa y ofrecieron dejar un porcentaje del pase del volante a nombre de los auriazules. Entre tanto, hoy se reincorpora a las prácticas Sebastián Abreu, mientras se dilatan las conversaciones por la renovación de los contratos de Tomás Berra y Walter Acuña, quienes el año que viene se quedarán con el pase en su poder.

Si bien Carrizo reconoció su "ilusión" de jugar en Boca, River propuso ayer una oferta por su pase "que está muy cerca de la cotización del jugador", según pudo conocer este diario, quedando el diez canaya más cerca de Núñez que de la Ribera. De hecho, para Marcelo Gallardo, flamante entrenador de River, la llegada de Carrizo es prioridad, y por tal el manager Enzo Francescoli gestionó como opción para la negociación el aporte de un grupo inversor que comprará el pase de Carrizo y lo prestará a River por un año, ante la carencia de presupuesto de la tesorería millonaria.

La oferta que la dirigencia de River le acercó al presidente Norberto Speciale satisface más que la de Boca, dado que es por más dinero, mientras que Boca intenta equilibrar la puja dejando a nombre de los canayas un porcentaje del pase del jugador. Pero Speciale quiere solo los billetes y no ha mostrado mayor interés en preservar un porcentaje de los derechos económicos del jugador. "La negociación con River es la más seria que se tuvo hasta ahora por Carrizo", confió un dirigente auriazul.

Pero lo que más preocupa a Russo es la situación contractual de Berra y Acuña. El técnico quiere tener en el plantel a jugadores con más de un año de contrato vigente, al menos en el caso de los jugadores formados en el club. Berra y Acuña en doce meses quedarán con el pase en su poder y el técnico anticipó que está dispuesto a desplazarlos del plantel superior si no firman contratos más extensos.

En el caso de Berra, el defensor pidió para sellar contrato hasta 2016 un dinero que está muy lejos del ofrecido por el club. Entonces su representante le propuso a Central comprar el pase de su representado por 800 mil dólares, oferta también desestimada por la dirigencia auriazul. Con lo cual Speciale deberá reformular la oferta a Berra para lograr su extensión de contrato, como pretende Russo. Y como el jugador tiene propuestas del extranjero, desea que dicho reconocimiento, tras jugar solo seis meses en Primera, llegue por parte de los dirigentes del club. Acuña perdió relevancia entre los titulares el torneo pasado y su reclamo por un contrato superador tiene menos peso que el de Berra.

Por otra parte, ayer Russo confirmó la continuidad de Sebastián Abreu hasta diciembre. "Es un chico que entiende al club, conoce al grupo, y eso es importante", celebró el entrenador. Hoy el delantero charrúa, quien finalmente se desvinculó de Nacional de Uruguay, se sumará a la pretemporada en Arroyo Seco.