Al cierre de esta edición, tras prolongadas negociaciones, los dirigentes de Central realizaban las últimas gestiones para conseguir la incorporación de Cristian González al primer equipo canalla. Según trascendió, el obstáculo con el que se toparon los integrantes del grupo inversor que aportará los recursos para repatriar al Kily fueron precisamente económicos: a la oferta de un millón 200 mil dólares, los representantes del jugador contestaron reclamando otros 300 mil dólares. Si la negociación no llegaba anoche a buen puerto, el ex volante del Inter finalizará su carrera en Boca, donde tendría acordado de palabra su fichaje por el monto que le reclama al club de Arroyito.

"El tema tiene que resolverse hoy (por ayer) indefectiblemente, no hay más tiempo. Leo (Astrada) no lo pidió y puso como condición para que se incorpore que sea a más tardar esta semana para poder armar seriamente el partido, si llega más tarde no sirve", confió a este diario un dirigente canalla que estuvo en contacto permanente de las gestiones.

Por la tarde, en un bar céntrico estuvieron reunidos el asesor deportivo de Central, Horacio Carbonari, integrantes del grupo inversor y uno de los representantes del Kily. Allí se oficializó la oferta canalla: un contrato similar al ya firmado con el costarricense Paulo Wanchope, es decir 600 mil dólares al año. El allegado a González hizo de inmediato una contrapropuesta: elevar ese monto hasta llegar al millón y medio de dólares para que el Kily vuelva a ponerse la casaca auriazul.

Según pudo saber este diario, la respuesta fue negativa. Carbonari se mostró desilusionado con el giro que había tomado la negociación, decidió apartarse y dejar a las partes conversando. "El mismo fue el principal impulsor del retorno del Kily cuando Astrada ni siquiera lo pidió, le ofrecieron un buen contrato y el representante del jugador exige más cuando sabe que no hay margen. Petaco quería dialogar con el Kily para destrabar personalmente el tema", agregó el dirigente canalla.

El presidente auriazul, Pablo Scarabino, no estaba en Rosario, se encontraba en Capital Federal participando de la reunión del Comité Ejecutivo de la Asociación del Fútbol Argentino que tenía previsto oficalizar el fixture del torneo Apertura (ver aparte). De todas formas estuvo en permanente contacto telefónico con sus pares de comisión directiva que lo ponían al tanto de las últimas novedades del caso.

Entrada la noche, al cierre de esta edición, no se habían producido novedades: el representante del Kily insistía con la cifra (un millón y medio de dólares para el contrato de dos años) mientras que la dirigencia canalla y el grupo inversor reiteraban que no contaban con los recursos.

Las fuentes consultadas remarcaron que de no firmarse el acuerdo esta madrugada, el Kily le pondrá la firma hoy mismo a su incorporación al bicampeón del fútbol argentino. Según se mencionó durante toda la jornada, dirigentes allegados a Mauricio Macri le hicieron saber al ex volante de la selección argentina que estaban dispuestos a desembolsar el millón y medio de dólares para que el Kily juegue nuevamente en Boca.