La dirigencia de Central resolvió romper el vínculo contractual que el club mantenía desde el 30 de julio del 2013 con Tiro Federal, y que suponía para la tesorería de Arroyito una erogación de 200 mil pesos por mes. El acuerdo fue impulsado por la anterior Comisión Directiva, la cual nunca informó los detalles del mismo a los socios. Luego de su análisis, y tras consultar al entrenador Miguel Russo al respecto, las autoridades auriazules decidieron rescindir el contrato con la entidad de Ludueña que los obligaba a solventar los gastos de todo el fútbol del club que milita en el torneo Argentino. Producto de esta asociación entre las entidades, Central sumó de las inferiores de Tiro Federal a su plantel a solo dos jugadores: Lucas Acevedo y Yeimar Gómez Andrade.

Hasta el 30 de junio de 2018, Central tenía vigente un polémico vínculo contractual con Tiro Federal que este diario dio a conocer con detalles en su edición del pasado 2 de marzo. En el mismo los canayas asumían los gastos del fútbol del club vecino a cambio de apropiarse del "20 por ciento" del pase de todos los jugadores del club de Ludueña.

De la cantera de Tiro Federal, durante los 15 meses que lleva de vigencia el vínculo, Central sumó a Lucas Acevedo, quien tuvo participación en el primer equipo y perdió su lugar por bajos rendimientos (fue expulsado en los dos partidos que Central jugó ante Boca en la Bombonera). El segundo intento de Russo por nutrirse de las inferiores de la entidad de Ludueña fue incorporar al defensor colombiano Yeimar Andrade, quien jugó fechas atrás ante Boca por el torneo local, pero dejó muchas dudas sobre su jerarquía y el entrenador canaya no volvió a citarlo.

Estos "beneficios" que tenía Central de acoplar a sus inferiores las de Tiro Federal exigían a la tesorería auriazul el desembolso mensual de 200 mil pesos aproximadamente, dado que por contrato Central tomó "a su cargo el 80 por ciento de los gastos operativos en los que incurra Tiro Federal: remuneraciones de los jugadores del plantel profesional, cuerpo técnico, médicos y kinesiólogos para asistencia del primer equipo, indumentaria del plantel profesional y divisiones inferiores, gastos de traslados, comida y alojamiento de los jugadores y cuerpo técnico de primera y divisiones inferiores, gastos de hidratación, farmacia, estudios médicos, gastos de mantenimiento de cancha (combustible para tractores, semillas, arena, fertilizantes, etc.)" del estadio de barrio Ludueña y del predio de calle Ricardo Pizzarotti. De no cumplir Central, el club se exponía a "responder a un todo por los daños y perjuicios que dicho incumplimiento traiga aparejados para Tiro Federal".

Los nuevos dirigentes de Central decidieron rescindir el contrato, al no encontrar "provecho alguno para el club". "En los próximos 15 días vamos a terminar con este problema", anticipó un directivo. Sobre la decisión, Russo aseguró que no intervendrá y solo explicó ante las autoridades canayas que en su momento "generó un beneficio deportivo para el equipo". "No me meto en la política del club ni en cuestiones institucionales", aclaró Russo a los dirigentes, renunciando a hacer una defensa del convenio, presentado en su momento por el propio técnico junto a Norberto Speciale y Carlos Dávola, presidente de Tiro Federal.