1 Estudiantes: Navarro; Aguirregaray, Schunke, Desábato, Goñi; Jara, Gil Romero, Prediger, Correa; Cerutti, Vera. DT: Mauricio Pellegrino.

0 Central: Caranta; Ferrari, Acevedo, Donatti, Delgado; Encina, Musto, Barrientos, Aguirre; Medina, Abreu. DT: Miguel Russo.

Goles: PT 27m Cerutti (E).

Cambios: ST 14m Carrillo por Vera (E), 22m Valencia por Aguirre (C), 31m Graciani por Jara (E), 33m Cervi por Encina (C), 38m Auzqui por Correa (E), 39m Montoya por Medina (C).

Arbitro: Jorge Baliño.

Cancha: Quilmes (local Estudiantes).

Los hinchas de Estudiantes, como tantos otros, fueron testigos presenciales del pobre andar de Central en el torneo. Escaso de ideas, sin maneras de atacar al local, el canaya acumuló su sexta derrota en los últimos siete partidos. Solo tuvo un poco de ritmo en el final del partido, con los ingresos de los jóvenes Montoya y Cervi. Russo no le encuentra la vuelta a un equipo que tiene fallas estructurales en todas las líneas.

Si Estudiantes hubiera sostenido la idea que mostró en los primeros cinco minutos, Central hubiese sufrido muchísimo en la etapa inicial. En ese breve lapso, el local fue inmenso protagonista del campo. Ensanchó la cancha, apostó a la subida de laterales y desnudó las desprolijidades de Central en defensa. Al borde estuvo de abrir el marcador mediante un remate de Correa que, previo roce, rebotó en el travesaño. El Canaya no hacía pie y se limitaba a retroceder de manera desordenada.

Pero el envión pincha duró poco menos de un suspiro y Central logró acomodarse sin pasar sofocones. Sin embargo, el aire que recuperó no se trasladó en situaciones de gol, porque los encargados de crear volumen de juego no marcaron diferencias. Para acercarse a Navarro, todo se reducía al pelotazo intrascendente a Abreu, una vía que, por repetida e insatisfactoria, Russo debería abandonar. Por ende, y como Estudiantes no recuperaba su nivel, al partido se lo comió la chatura y la mediocridad.

Sin embargo, pese al control que tenía sobre el juego, Central pagó con un gol en contra un error infantil, otro de los innumerables que cometió en el torneo. Aguirre dio el pase atrás y se la entregó a Cerutti, que desde afuera del área convirtió un golazo, al ángulo. Fuera de contexto, el tanto soltó a Estudiantes y condujo al Canaya al nerviosismo, terreno en el cual poco puede resolver.

El trámite no cambió en el segundo tiempo. Estudiantes descansó en la ventaja y nada más, procuró apoderarse de la tenencia de la pelota, pero sin cambiar de ritmo. Claro, el resultado exhortaba a Central, no al equipo que hizo las veces de local en cancha de Quilmes. El Canaya fue una postal idéntica a la de las últimas fechas, nunca elaboró juego asociado y se limitó a intentos individuales de poco dividendo.

Russo metió a Valencia en busca de mayor peso ofensivo. Sacó a Aguirre, por lo que mantuvo tres delanteros en cancha. Abreu y el colombiano y Medina por las bandas. A falta de quince minutos, se les sumó el pibe Cervi, haciendo su debut en Primera. Sin embargo, la cantidad de nombres en ataque no vino a suplir los problemas estructurales que tiene Central. Estudiantes, con su propuesta simple y práctica, siempre supo qué quería hacer dentro del campo y estaba más cerca del segundo que el Canaya del empate.

Justo cuando Russo no dudó y decidió cambios ofensivos, Central dio lo mejor de sí. Aunque sin concretar chances de riesgo, acorraló a Estudiantes, que empezó a pagar el gasto físico de la doble competencia (River lo eliminó el jueves de la Copa Sudamericana). Cervi y Montoya le aportaron la frescura que no tienen otros titulares. Pero el Pincha defendió con firmeza, con los once jugadores en su campo, y aseguró una victoria merecida y justificada durante gran parte del partido.