Apenas poco más de un mes atrás, Newells cayó estrepitosamente ante Boca por 4 a 0. De manera lapidaria, tocó fondo. No mostró reacciones ante la desventaja, a pesar de que había tomado algo de respiro tras la partida de Américo Gallego, que decantó unos días antes. Suena increíble que ese mismo plantel haya goleado ayer a Racing en el debut de Lucas Bernardi como entrenador. El equipo dio una versión muy mejorada en comparación a lo que rindió en el primer semestre, tuvo pasajes de muy buen fútbol, se apoyó en la aparición rutilante de los juveniles y recuperó al goleador Scocco en toda su plenitud, autor de dos tantos. Tonso había abierto el marcador. El 3 a 0 fue inobjetable y la academia no sufrió más goles en contra por las atajadas del arquero Saja.

Antes del minuto uno de partido, Ustari había tocado la pelota tres veces. Sello Bernardi, en semejanza con la gloriosa era Martino. El uno, no del todo sólido con la pelota en los pies, eligió durante toda la tarde a Villalba como primer pase. Desde el volante central debían partir todas las elaboraciones, esa era la premisa. Generalmente, el mediocampista se apoyaba rápidamente en los pibes Mancini y Rodríguez, claves para sostener una presión asfixiante e imposible de resolver para la visita. Los juveniles le devolvieron a la lepra la frescura que había perdido este plantel, se sumaron al ataque con soltura e hicieron los relevos cuando había que regresar a zona de defensa. Para sostener un 4 3 3, es indispensable que existan jugadores de recorrido, capaces de mantener una intensidad física que ahogue al rival. Newells lo logró desde el inicio del juego. Esa fue una de las claves de la victoria.

Cuando la pelota superaba el mediocampo, Racing padecía al equipo de Bernardi. Tonso y Tevez, muy finos en velocidad y precisión, superaban a sus marcadores laterales sin inconvenientes. Así llegó el primero, el delantero derecho envió un centro justo para el nueve, Saja rechazó y la pelota le quedó a Tonso, que amagó y la clavó abajo. La ventaja inyectó solidez al equipo. Scocco bajó a jugar de media punta y entró en contacto cada vez más seguido con la pelota. A diferencia de otros partidos, el delantero se incorporó de manera natural al circuito de juego. De él partió el segundo, un gol de gran elaboración. Nacho se quitó de marcas en el círculo central y se apoyó en Tevez, que llegó hasta la línea y asistió a Tonso, que devolvió el pase atrás para la entrada de Scocco.

Newells se floreaba y los hinchas, extasiados, se miraban incrédulos. Al buen partido de la lepra se sumaba, es verdad, el pobrísimo juego de Racing. Los de Cocca fueron un equipo largo, falto de conexión en todas sus líneas y hasta displicente. Saja fue el único que se salvó del aplazo.

En el complemento, Newells salió hecho una fiera a buscar el cierre del partido. A los 2 minutos, Saja le impidió el festejo a Scocco y Tonso lo perdió en el rebote. Luego Mancini envió arriba del horizontal una excelente jugada. Finalmente, a los 6 minutos Scocco celebró el tercero, el segundo de su cuenta personal, tras los toques sutiles de Escobar, Mancini y Tevez. De las tribunas bajaba el "Ole, ole, ole..." y la lepra no se detenía, quería más. Racing estaba para el cachetazo. En su debut absoluto en Primera, Mancini fue un jugador de toda la cancha, un socio para todos sus compañeros. El partido se murió de la misma manera, con la lepra con la pelota pies, sin regular y con la voracidad intacta por seguir convirtiendo. La era Bernardi comenzó de manera auspiciosa. Y todavía no debutaron las incorporaciones.

3 Newells: Ustari (6); Escobar (6), Fernández (5), López (6), Báez (6); Mancini (8), Villalba (6), Denis Rodríguez (6); Tevez (7), Scocco (8), Tonso (7). DT: Lucas Bernardi.

0 Racing: Saja (6); Pilud (4), Lollo (5), Cabral (4), Grimi (4); Noir (5), Videla (4), Aued (4), Camacho (3); Bou (3), Milito (3). DT: Diego Cocca.

Goles: PT 13m Tonso, 30m y ST 6m Scocco.

Cambios: ST 11m Pavone (4) por Camacho (R), 14m Díaz (5) por Videla (R), 18m Figueroa por Tonso (N), 23m Bernardello por Mancini (N), 30m Maxi Rodríguez por Tevez (N).

Arbitro: Mauro Vigliano.

Cancha: Coloso del Parque.