El fervor por ganar, su buena apuesta física en cada partido y tener al goleador del torneo no siempre son argumentos suficientes para llegar a la victoria. De local, por el contrario, muy poco. Porque Central encontró su cuarto empate consecutivo en Arroyito, ayer ante un Vélez que no sorprendió e hizo todo lo que se esperaba del equipo de Miguel Russo: jugar siempre en su campo, aferrado al pelotazo para despejar cada pelota en su área. El canaya no pudo resolver el problema, más allá del envión del final, donde el arquero Aguerre se quedó con pelotas decisivas. No gravitó Cervi, Ruben debió pelear mucho para llegar a cada pelota y Aguirre no asustó con sus corridas, entre las defecciones que privaron al equipo de Eduardo Coudet a acercarse al puntero Boca.

Central repitió síntomas en su juego que exigen revisarse. Si bien César Delgado es un figura relevante, y su ausencia ayer se notó, el equipo no encuentra caminos al arco rival si Cervi no tira un pase genial o Aguirre una corrida explosiva. Cuando el equipo está enredado, los jugadores reciben la pelota en posición fija. Por el contrario, cuando Central está en plenitud, la pelota siempre va camino al jugador que está en movimiento. Y ayer Central pareció un equipo parado en cancha.

Todo se hizo aburrido, previsible y con los arqueros lejos de cualquier protagonismo. Porque Vélez fue un auténtico equipo de Russo: no todos deben atacar, pero sí todos deben aportar en defensa. Máxima que se agudizó con la salida por lesión del volante Lucas Romero.

Por eso la primera hora de juego no le sacó emoción alguna al hincha. A saber: un remate de Villagra de afuera del área que contuvo Aguerre y otro de Montoya a las manos del uno fue todo lo que pudo hacer el canaya. Vélez, por el contrario, no se avergonzó por no atacar.

Ya en el segundo tiempo, Coudet no demoró en los cambios y metió en cancha a Niell y Fernández. La reacción fue tímida. Pero sí el equipo generó algo de peligro. Porque en el primer centro de Fernández, cabeceó a la corrida Ruben y la pelota se perdió cerca del palo derecho.

Vélez no tenía ningún interés de probar si García estaba en un buen día. Se conformó con un tiro libre de Alvarenga al palo de la barrera que se perdió por arriba, en síntesis de toda su producción ofensiva.

A Ruben le pegaron mucho y Baliño cobró algunas. El esfuerzo del goleador era visible en cada balón en disputa. Pero el delantero no tenía complicidad en Cervi, ni Aguirre antes ni Fernández después.

Pero como si necesitaba una ayuda Central para intentar algo más en el partido, a falta de 15 para el final Somoza vio la roja por doble amonestación, y entonces el canaya se lanzó a la búsqueda de la victoria, de la forma que podía, ya sin prestar tanta atención a los pedidos de Coudet y a sus indicaciones tácticas.

A pesar de su mal partido, Cervi tuvo el gol en una mediavuelta que se perdió por el segundo palo. Luego lo intentó el juvenil Lo Celso y atajó Aguerre. Pero en la jugada que los hinchas se ilusionaron fue en la última, cuando Donatti, parado como delantero, bajó en centro y definió de zurda, aunque sin sorprender al uno, que se quedó con la pelota en sus manos.

Central no hizo un buen partido. No jugó como quiso. Tampoco pudo replantear ideas ante la mezquina propuesta rival. Pero lo que le pasó ayer fue lo mismo que en los tres partidos anteriores, en el Gigante, donde también empató. Y es esta racha la que aleja al equipo de la pelea grande.

0 Central: García (6); Salazar (5), Donatti (6), Pinola (6), Villagra (6); Montoya (4), Musto (6), Domínguez (6), Aguirre (5); Cervi (5); Ruben (5). DT: Eduardo Coudet.

0 Vélez: Aguerre (7); Tripichio (5), Gianetti (5), Cardozo (6), Damián Pérez (6); Alvarenga (5), Romero (-), Somoza (5), Bella (6); Doffo (4), Caraglio (4). DT: Miguel Russo

Cambios: PT: 26m Desábato (5) por Romero (V). ST: 11m Niell por Aguirre y Fernández por Montoya (C), 17m Asad por Doffo (V), 32m Lo Celso por Salazar (C) y 41m Ferreyra por Alvarenga (V).

Arbitro: Jorge Baliño

Cancha: Central

Expulsado: ST: 30m Somoza (V)