Juicios millonarios, embargos, intervenciones e hinchas movilizados en las calles, hasta hace poco, era la escenografía que vestían a los clubes de la ciudad. Por estas horas, la rivalidad entre Newell's y Central se acentúa, impulsado por la ansiedad de un nuevo clásico. Incluso en este contexto de fervor expandido, los dirigentes de ambas entidades se tomaron el tiempo para pensar en conjunto en cómo mejorar las administración de sus respectivos instituciones. "Somos rivales, claro, pero también debemos ver que hay cosas que nos unen, como la problemática de administrar clubes muy grandes y que necesitan profesionalizar sus áreas", recalcó el vicepresidente de Central, Ricardo Carloni, quien respondió a una invitación de la dirigencia de Newell's a participar en la Diplomatura en Gestión de Entidades Deportivas dictada por la Universidad Católica con el apoyo de la Fundación Leo Messi. "Encontramos muy buenas respuestas en esta dirigencia de Central, queremos sostener este trabajo en conjunto en el tiempo", celebró el secretario rojinegro, Pablo Morosano.

"Creo que en entre todos podemos trabajar para bajar los niveles de violencia en los clásicos. Con esta nueva dirigencia de Central encontramos muy buena aceptaron. Vemos que ellos tienen objetivos en sus clubes que son parecidos a los nuestros", reflexionó Jorge Ricobelli, en diálogo con Rosario/12, quien asistió al lanzamiento de la diplomatura que pensó en su momento Guillermo Lorente y dirige Morosano.

"La administración de un club hoy necesita de un trabajo profesional, con gente muy preparada. Más allá de la rivalidad, que la tenemos, encontramos un vínculo con los nuevos dirigentes de Central, y pensamos que podíamos invitar a las autoridades de Central para trabajar en conjunto", explicó Morosano.

"Recibimos con muy buen gusto la invitación de Newell's --confió Carloni, al participar del diálogo con este diario--. Nosotros nos hemos encontrado con una realidad difícil en Central y trabajamos para hacer una administración eficiente. Entendemos que estas cosas se pueden trabajar en conjunto, como también debemos ser muy responsables con la pasión del hincha y entender que el clásico debe ser una fiesta que disfrute la ciudad. Hay mucho por hacer. Porque un clásico en paz nos puede dar muchos beneficios, tanto para la ciudad para como para las instituciones".

"Recién dimos un paso, esta relación hay que sostenerla en el tiempo. Todavía es difícil pensar en jugar más clásicos, pero trabajando juntos logramos, por ejemplo, que el clásico en el voley se juegue con público, con la asistencia de toda la familia. Es algo que parece muy menor, pero nos costó mucho de concretar, y cuando lo propusimos a nuestros socios se tomó con mucha alegría", confió Ricobelli.