Después de tres años de silencio y reclusión en Máximo Paz, Marcelo Bielsa recuperó ayer protagonismo público. Lo hizo al abordar en el Aeropuerto Islas Malvinas el avión que lo trasladó a Santiago de Chile, donde anoche fue presentado como nuevo entrenador del seleccionado trasandino. El Loco reapareció con una sonrisa y buen humor para responder preguntas.

Desde el domingo se encontraban en Chile el preparador físico Luis Bonini y sus nuevos ayudantes de campo, Alfredo Berti y Eduardo Berizzo. Bielsa postergó por un día su viaje al vecino país al detectar que era objeto de una cámara oculta cuando arribó el domingo al aeropuerto para volar hacia Chile. Ayer, pasadas las 15, y con muy buen ánimo, el Loco se subió finalmente al avión, no sin antes firmar autógrafos y atender a la prensa.

--¿Qué lo llevó a aceptar el ofrecimiento de dirigir el seleccionado de Chile?

--Analicé la propuesta como cualquier opción de tarea como comúnmente se hace y me convenció.

--¿Qué opinión tiene de la actualidad de la selección de Chile?

--Es prematuro que yo opine, pero será cuestión de analizar el panorama más en profundidad.

--¿Por qué se decidió volver a la dirección técnica?

--Porque recibí una oferta que me pareció interesante.

--Tiene un nuevo equipo de trabajo.

--Sí, la verdad que es una alegría. Hace un tiempo que manteníamos contacto y es gente que uno la conoce de toda la vida.

--¿Hay objetivos planteados?

--Uno siempre que participa de una competencia trata, obviamente, de acceder a lo que está en juego.

--El debut es nada menos que contra Argentina en Buenos Aires (en octubre). ¿Qué le produce?

--¡Nada menos! (se ríe). Hubiera sido mejor otro comienzo, pero bueno...