Desde esta noche y hasta el domingo, el XI Festival de Jazz Rosario concentrará sus actividades en el teatro municipal La Comedia de Mitre y cortada Ricardone. Será allí en donde la pianista Paula Shocron, una de las figuras de las últimas ediciones del Santiago Grande Castelli, presentará por primera vez en la ciudad su flamante Urbes (BlueArt Records), placa en la que vuelve a mostrar su versatilidad en la composición y donde se afianza como líder del trío que completan Jerónimo Carmona en contrabajo y Carto Brandán en batería. A ellos se suma además como invitado otro talentoso, el saxofonista Rodrigo Domínguez, en un concierto que dará comienzo a las 21.30.

Luego de haber conformado el sorprendente Fuga de Cerebros y el cuarteto La Revancha, y de radicarse en Buenos Aires (ciudad en la que estableció el co-liderazgo del Shocron-Gutfraind cuarteto junto al guitarrista Marcelo Gutfraind; y donde además formó parte del Luis Nacht cuarteto, entre otros proyectos), con Urbes la pianista rosarina hace evidente la diversidad que ya comienza a resultarle distintiva. "Creo que justamente la diversidad es algo que hay que respetar --admitió Shocron a Rosario/12--. Pero yo no me propuse hacer un disco diverso, creo que uno va componiendo cosas hasta que en un momento dice: `Bueno, tengo el repertorio, grabemos`. A veces se da que hay cosas que van todas para un mismo lugar y hay veces que no. En este caso un poco me fue sugiriendo el tema de las urbes. De hecho hay un tema que se llama así y que me sugirió el nombre del disco, y tiene que ver con la ciudad y la diversidad que hay en la ciudad. Creo que eso es algo de lo que me dí cuenta después de que había grabado el disco, algo de lo que llegué a ser consciente una vez que la música ya estaba. Realmente es variado, es un disco bastante diferente porque hay un reggae, una balada clásica, hay temas swing míos y de otros compositores, una balada de Strayhorn que tocaba Ellington".

Claro que la composición no es una materia novedosa para Shocron, que en cada uno de los grupos por los que pasó hizo evidente esa faceta. Sin embargo, y después de su disco de solo piano y del publicado con el cuarteto que conduce junto a Gutfraind, es ésta la primera vez que asume la responsabilidad de crear para un grupo que la tiene como líder. Al respecto, la pianista explicó: "En el primer disco de piano solo no tenía más que estar al frente de mí misma, y con Marcelo es un proyecto compartido, en el cuarteto somos dos líderes. Acá creo que básicamente los temas desde un primer momento salen en un formato de trío. El piano trío es una cosa que sale naturalmente, después uno se adapta, "ve voces" que escribe y piensa que pueden funcionar en un quinteto, o armar un arreglo para big band. Incluso muchos de los temas que he tocado en el cuarteto los he tocado también en trío, o temas que he tocado sola los he tocado en trío. Creo que ya en la concepción del tema está la posibilidad de tocarlo en trío antes que cualquier otra cosa".

-¿El trío es efectivamente la formación que más la atrae?

-No sé si es la que más me atrae, pero es como una forma básica. Como el trío de rock, es lo primero a lo que uno puede llegar a aspirar cuando un músico se empieza a juntar con gente. Es como una forma básica. Lo curioso es que recién en mi tercer disco abordé esa forma básica del jazz trío. Y creo que es una cuestión de tiempos, porque con este trío vengo tocando hace bastante. También fue una cuestión de darle prioridad a las cosas más viejas y poder cerrar ciclos en cuanto a todo lo que venía tocando antes. Con Marcelo nos juntábamos a tocar desde el 2002 y el disco salió recién el año pasado. Teníamos que cerrar todos esos años que estuvimos tocando, se necesitaba volcarlo en un disco. Después una vez que eso se documentó en ese mismo momento estaba sonando el trío, entonces decidí grabar un disco con el trío. Que no quiere decir que el día de mañana no grabe otro disco con el cuarteto, o con el trío, que vuelva a grabar sola o con otra formación, porque incluso estoy haciendo otras cosas. Nada es absoluto, nada es definitivo y todo va cambiando. Que está bueno, porque si todo se estancara en un lugar te terminás estructurando, y después salir te cuesta un montón.

En medio de esa libertad, Shocron se deja llevar además por la inspiración, evitando sistematizar el proceso creativo. "La composición se da por rachas. A veces tengo mucho trabajo y casi no tengo tiempo para mi práctica diaria con el instrumento. Ahí directamente no pasa nada. Después por ahí en un momento estoy con más tiempo y pasa algo. Pero también hay veces que no tengo tiempo e igual ocurren cosas, o tengo todo el tiempo del mundo y mi cabeza está en blanco total. Creo que influyen tantas cosas que no puedo decir que la composición me pasa en tal momento o en tal otro. Es algo que pasa o que no pasa", detalló la responsable de haber creado un disco inspirado, y ejecutado con virtuosismo por un trío digno de ser visto.