Cuando en el verano de 2004 La Comedia de Hacer Arte se alzó con un premio Estrella de Mar por su versión de Rosaura a las diez muchos descubrieron a la agrupación rosarina creada en la segunda mitad de los 90. Sin embargo, aquella distinción catapultó al colectivo artístico hacia nuevos horizontes, permitiéndole alcanzar las 500 funciones con su obra, aunque con escasas apariciones en los escenarios locales. En paralelo, la creación de nuevos proyectos se gestó puertas adentro, y su resultado final comenzó a correr por escuelas de enseñanza media de todo el país. Es que, consecuentes con una línea de trabajo que fusiona la comicidad con la búsqueda de temáticas con contenido histórico--político, los miembros de La Comedia reflotaron Una de Morenos y parieron Patagonia y olvido (primer adaptación teatral de La Patagonia rebelde de Osvaldo Bayer), dos propuestas más que atractivas para enriquecer la currícula escolar. Mañana por la noche, en el Centro Cultural La Toma, el público tendrá una única oportunidad de apreciar ése trabajo, cuando a las 21 y 22.30 (respectivamente) las puestas se sucedan en la sala de Tucumán 1349.

Responsable de la dirección de ambas propuestas, y coprotagonista junto a Virginia Fdel en Una de Morenos, Pablo Felitti explicó que esta última tuvo su estreno allá por el 2003, aunque a partir del suceso de Rosaura vio postergada su continuidad. Recuperada a comienzos de este año, la obra se presenta ahora con algunas modificaciones en su estructura, aunque sostiene su línea central: narrar la muerte de Mariano Moreno. Para ello los actores se someten a una intensa labor que incluye catorce cambios de personajes, favorecidos por un vestuario base sobre el que se van montando diversas casacas, todo en servicio de una estética de comedia de hacer arte.

"Aparece la parodia a los patrones que representan el poder, el poder militar, el poder del saber, el poder económico. Aparecen los esclavos enredándole la vida a los patrones. El espectáculo fue una investigación sobre comedia del arte, y desde allí hablamos sobre la muerte de Mariano Moreno, contada a través de un esclavo", explicó Felitti.

El grupo decidió ficcionalizar ese "agujero negro, algo que todavía nadie se explica". El director además detalló: "Se trata también sobre la relación de Moreno con su esposa Guadalupe, las cartas que ella le manda cuando él ya está muerto, las rivalidades morenistas--saavedristas. Está todo lo que tiene que ver con fuentes no formales de la historia, pero que muchos historiadores revisionistas toman. Por ejemplo, se sabe que una semana después de que Moreno embarca hacia Inglaterra a Guadalupe le llega una caja negra, anónima, con guantes y abanico de luto, como un mensaje de la mafia pero hace 200 años atrás. O lo del capitán del barco en el que se embarcó y que nunca más volvió al país, aunque el barco sí volvió; como también la desaparición misteriosa del libro donde estaba asentada la tripulación".

Dentro de esa misma línea, Patagonia y olvido representa la primer versión teatral de la investigación de Bayer, quien personalmente accedió a colaborar con el proyecto del grupo durante su visita a Rosario para el Congreso de laS LenguaS. "Empezamos a trabajar con el espectáculo en enero mientras hacíamos temporada en Mar del Plata con Rosaura a las diez. Sabiendo que es una tragedia, que el libro de Bayer es una investigación histórica, decidimos elegir a la comicidad como hilo conductor".

Como resultado, la historia es relatada por dos espectros que vuelven del más allá. "Bayer habla mucho, hoy por hoy, de que todo lo que pasó nunca tuvo un juicio, y como son crímenes de lesa humanidad no prescriben, entonces podrían ser juzgados aun hoy. En base a eso la idea es que estos dos espectros vuelven después de 80 años a dar su testimonio en ese supuesto juicio", explicó Felitti en relación a su adaptación, la cual cuenta con la actuación de Ramiro Lollo y Cielo Pignatta. La dupla tiene a su cargo la musicalización en vivo de la obra.