En el contexto de una designación polémica de nuevos directores, el pasado 20 de diciembre se inauguró en el Museo Castagnino el LXI Salón Nacional Rosario. Un mes antes, a punto de asumir como secretario de Cultura Municipal de Rosario, Fernando Farina, el director saliente del Museo Castagnino, se reunió con su equipo para pensar quién sería su "sucesor". En dicha reunión se decidió dividir la dirección del Museo entre tres directores municipales: un director administrativo, Jorge Fernández; un director artístico, Roberto Echen, y un director ejecutivo, Carlos Herrera.

Casi inmediatamente, bajo el título "Qué museo queremos" y desde la dirección [email protected] comenzó a circular por correo electrónico una juntada de firmas, dirigida al intendente Miguel Lifschitz con copia a la Secretaría de Cultura de Rosario. Allí, destacadas personalidades del arte y de la cultura le reclaman "que arbitre los procedimientos que considere mas convenientes" para "precisar un proyecto para el Museo Castagnino y otro para el MACRo", manifestándose todos los firmantes "en total desacuerdo con designar al director de dichas instituciones de modo apresurado y 'a dedo'. Existen otros procedimientos democráticos que garantizarían la debida representatividad, capacitación e idoneidad del elegido", continúa la carta. "Consideramos que en el caso del Castagnino (se trata de la colección de arte argentino más importante del país luego de la del MNBA), es necesario conducir a la institución con coordenadas museológicas claras, profundizando la investigación histórica, la conservación y divulgación de este extraordinario patrimonio".

A la escasa concurrencia que había asistido puntualmente a las 21 a la inauguración de un Salón donde quedó seleccionado apenas el 10 por ciento de las obras enviadas, pronto se sumó un gran contingente que vino a bordo de "La Merenguita". La presentadora del premio fue Topacio Fresh, artista transexual rosarina que reside en Barcelona y que puso a la noche un toque de personalísimo glamour. Habló el nuevo director ejecutivo y le cedió la palabra al director saliente. El jurado de selección, integrado por Cecilia Rabossi, Graciela Sacco y Clelia Taricco, había elegido 17 proyectos de entre aproximadamente 180. La selección se hizo a partir de carpetas, y en las bases del Salón se estipulaba que las obras pudieran pasar a formar parte de la colección. Pero la desprolijidad de muchas de las presentaciones fue en detrimento de la visibilidad de los proyectos, muchos de los cuales tampoco eran representativos de los artistas que enviaron.

"La gente no cuidó mucho el tema de la presentación", contó Graciela Sacco a Rosario/12. "Hay artistas que me encanta la obra que tienen y mandaron una obra que no podía estar ni en el patio del fondo. Lo lamenté, pero no había muchas cosas que pudieran exponerse".

Las pocas que sí pudieron, dentro de la lógica del arte contemporáneo, son de buena calidad en general. Un jurado de premiación integrado por las mencionadas y Carlos Herrera, Carlos María Zampettini y el equipo curatorial Castagnino + MACRo, eligió otorgarle el Primer Premio Adquisición Gobierno de la Provincia de Santa Fe ($10.000) a Jorge Miño por su díptico fotográfico "Su atención por favor". El Segundo Premio Adquisición Municipalidad de Rosario ($7.000) fue para Max Gómez Canle por "Mirilla e interior", una obra que combina la pintura al óleo y el objeto en materiales nobles apelando a un sentido barroco del espacio, pictórico y real. Un artista interesantísimo, Daniel Trama, presentó un díptico de la serie Paisajes dominados, que incluye piezas de dominó y foto; la composición reiterada en ambos sigue el azar de un partido de dominó jugado el 25 de mayo de 2005 por la tarde con Leonardo Fantín, Licenciado en Química de una consultora ambiental en responsabilidad sobre suelo y agua. Titulada "Salares", la obra mereció el Tercer Premio Adquisición de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario ($5.000). Los paisajes simulados de Daniel Trama "son topografías que memorizan instantes y lugares transitados", según el propio artista, quien dice utilizar "métodos sofisticados con elementos cotidianos, para construir un lugar imaginario que se parece a muchas cosas".

Una de dos pinturas realistas en gran formato de Javier Carricajo, "Cosquillas" fue Cuarto Premio Adquisición del Fondo Nacional de las Artes (exclusivo para artistas menores de 35 años, $ 3000). Por su parte la Fundación Castagnino, sin intervención del jurado de premiación otorgó un Premio Adquisición de $5.000 a Alejandro O'Shea por sus "Proyectiles" (tallas en madera y cajas de embalaje, véase Rosario/12, martes 4 de diciembre de 2007). También dio sendas menciones no adquisición de $ 500 a Cristian Segura por "Macrocash" (maqueta hecha de dinero en efectivo) y a Lisandro Bella.

Entre las obras no premiadas se destaca por su discurso crítico, muy a tono con la coyuntura, "El juego del curador", objeto de Matías Pepe. Presentado como un clásico juego de mesa, según sus instrucciones éste "consiste en poner a prueba la capacidad de los participantes a la hora de improvisar una propuesta curatorial. Se deberán tirar los dados y ubicar en la sala la cantidad de obras que éstos indiquen, en el tiempo que otorga el reloj de arena".

Hay varios videos. "El vestido", de Luján Funes, retrata a la artista ante el espejo, intentando volver a ponerse su propio vestido de bodas. La valentía de este conmovedor gesto autorreferencial invita a reflexionar sobre el paso del tiempo: qué cambia, qué permanece, y qué significa eso desde una perspectiva de género. También presentó un autorretrato el cineasta Gustavo Postiglione, quien rápidamente se supo apropiar de los tópicos de vacilación, fragmentación e incertidumbre del arte contemporáneo. La obra no puede ser percibida toda simultáneamente. No desentona. Un joven artista de la UNR, Maximiliano Peralta Rodríguez, presentó una compleja "Acción con cinta de embalar" que fue precisamente eso. Arte conceptual puro y duro, cosecha 1970. Aprovechando las tecnologías de lo cotidiano, Roberto Padilla colgó literalmente su Dejá vu, un multimedia de 190 fotos digitales tomadas todas en un mismo día, obtenidas y exhibidas en un teléfono celular.

"Urban Power", salvaje pintura con objeto de Esteban Rivero, también remite a lo actual. Mabel Temporelli reescribió genialmente a Lucio Fontana con quemaduras de cigarrillos en "La cita fija" (5 bastidores de 30 x 30 cm). Y Marcela Sinclair se destaca también con sus "Paisajes", acrílicos y barnices sobre persiana de madera reensamblada que retoman creativamente la relación entre materiales y espacio pictórico propia del Neo Geo de los 80. Por su parte Lorena Cardona con "Diana en el trampolín" (instalación), Nana González en "La mujercita del vestido rojo" (acrílico s/madera y tela) y Miri Fioramonti con "Amame" (tejido y bordado sobre trapo de piso y secador) reflexionan con sensibilidad sobre los relatos que rodean la construcción de lo femenino.

La nueva dirección del Castagnino se trae bajo el brazo una agenda ambiciosísima que, de realizarse, posicionará a Rosario como centro artístico mundialmente visible. La nutrida agenda 2008 (armada por la dirección anterior) promete para el verano una serie de muestras individuales "de estrellas" (Herrera dixit): Liliana Maresca, Pablo Suárez, León Ferrari. Después el Museo comenzará a saldar deudas históricas con artistas modernos rosarinos como, entre otros, Alberto Pedrotti, Eduardo Serón, Julio Rayón, Alejandro Sirio o el histórico Erminio Blotta.