Sábado, 19 de enero de 2008 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › MUSICA PSYCHO PROYECT EN EL PARADOR PLAYERO DE WILLIE DIXON
Francisco Borra es uno de los gestores de la movida electrónica en la ciudad. Primero con The Bàreth Sessions y ahora con su nueva banda, hoy presenta música psicodélica en una playa.
Por Edgardo Pérez Castillo
Si bien la llegada de Francisco Borra a Rosario tuvo que ver con la necesidad personal de cursar la carrera de Ciencias Políticas, el joven santafesino sabía que su arribo a la ciudad iba a brindarle estrechas vinculaciones con la música. Nieto e hijo de multiinstrumentistas, Borra pronto comenzaría a rondar la escena del rock local junto a Lolo Luciani, por entonces cantante de la recordada banda grunge Rejhuntte. Aunque pronto su horizonte estético lo llevaría a vincularse a nuevas música y, tras asociarse con Vene Gigena, le dieron vida a The Bàreth Sessions, banda que ya es un nombre fuerte del trip hop y la música electrónica en los registros históricos del rock rosarino.
Instalado en estas tierras desde hace 12 años, conocido popularmente como Fran Bàreth y convertido en licenciado no practicante, de un tiempo a esta parte el músico se volcó de lleno a la producción musical, sosteniendo en paralelo su actividad en The Bàreth Sessions y, desde hace casi tres años, Psycho Project. Aunque luego de la disolución de la primera, Borra se concentró en el proyecto psicodélico que ya ha editado un Ep de cuatro canciones --Hypnotique, publicado por La Cruz del Sur Producciones--, que se encamina a la publicación de un primer disco y que además se consolida en su carácter de colectivo musical con amplitud estética.
En diálogo con Rosario/12 Bàreth profundizó en el presente del grupo que comparte con Sabina Chiaverano (voz), Cesar "Pana" Pérez (bajo y percusiones), Luciano Farelli (guitarra y coros), Sebastián Aranda (batería) y Lucas Racagni (bajo), y con el que esta tarde, desde las 17, actuarán en Willie Dixon Beach, el parador playero al que se puede acceder mediante las lanchas que, desde las 11, parten de la estación Fluvial.
Sin embargo, hablar sobre la aparición de Psycho Project implica un inevitable repaso por las raíces y el crecimiento de un artista con ineludible destino musical: "Con la música tengo una filiación casi de familia porque mi abuelo era pianista multiinstrumentista y mi viejo también recuperó todo eso. La verdad siempre tuve toda una filiación muy grande con lo que es la música tradicional y popular. Entonces mi música es el resultado de muchas otras cosas que escuché desde 15 años para acá, pero por ejemplo en este momento también estoy haciendo un proyecto mínimo y callado de tango que es más un placer que algo para mostrar. Y la idea de Bàreth Sessions fue una de las cosas que más me entusiasmó cuando llegué a Rosario, porque en ese momento no había ningún tipo de referentes locales y a nivel nacional tampoco estaba la posibilidad de influenciarse. Fue como un quiebre y dio resultados terribles, porque sacamos dos discos --Gelatin world y Plastic-- que fueron editados por Emi, algo que, más allá de que no te da mucho más que una chapa, es una especie de logro. Estar en el catálogo de una multinacional es un orgullo que uno tiene".
La trayectoria artística de Borra incluye también su trabajo como director de la cátedra de Producción de Música Electrónica del Centro de Estudios de Tecnologías Artísticas Cetear, y su labor como productor y operador de sonido en su propio estudio, The House of Rock. Es que, de hecho, siempre tuvo claro que su vida estaría vinculada con lo musical. "Yo vine a Rosario a estudiar Ciencias Políticas, pero la película de la música siempre la tuve --reconoce--. De hecho ni ejerzo, lo estudié por placer, porque toda la vida creí que la música iba a ser en lo que voy a terminar. Y de un tiempo para acá pude meterme en otras partes de la música, como la producción y el estudio y sala de ensayo, que es la plataforma para poder edificar muchas otras cosas que no son sólo mías. Es lo que posibilita mantener la banda, los shows y todo lo que tiene que ver con eso. Porque la música que desarrollamos son proyectos muy mínimos, la gente que nos va a escuchar y regocijarse es bastante escasa. Porque no está la cultura de escuchar este tipo de música y ver estos shows que duran una hora y cuarto continuada, y que incluyen proyecciones y música psicodélica".
Esa búsqueda del show como concepto que hoy sostiene Psycho Project ya era una marca distintiva de The Bàreth Sessions, grupo que en Rosario abrió una brecha para la aparición de bandas y público adeptos a la electrónica. "En su momento hubo una especie de vanguardia respecto a salir a hacer los shows con el montaje tecnológico que implica todo eso --admite Borra--. Porque si bien usamos instrumentos acústicos en forma tradicional también incorporamos la tecnología como un elemento casi clave. Después vimos que otros lo sumaron y eso te da la certeza de que pudiste involucrar algo nuevo y la gente le dio cabida, y que otros músicos lo respalden con su laburo hace que el día de mañana se pueda ampliar el núcleo".
Sin embargo, el posicionamiento del grupo no impidió que Bàreth y Gigena decidieran ponerle fin al proyecto priorizando la honestidad artística individual, y así lo distingue el santafesino: "Bàreth Sessions representó una época y un momento de mi vida y del Vene, que fue el co-productor de todo ese proyecto. En un punto yo necesitaba tener otro tipo de expresiones musicales que por ahí las encontraba más tocando con Pana. Y la decisión fue súper madura, hicimos un bien terrible por el arte, pero era el momento de que cada uno continuara con una expresión con la que se sintiera más a gusto. Y en realidad a Psycho lo armé en paralelo a Bàreth, era un proyecto muy mío, pero ahora lo estamos manejando como un colectivo de músicos, estamos en una especie de colectividad y lo que hacemos es pasarla bien y que todos toquen lo que mejor saben. Es una banda que dejó los egos, y eso es lo más rescatable que tenemos en la banda, una energía que está muy bueno respetarla".
Sumando como invitados a Lolo Luciani (Fluido) en voces, Víctor Parma en piano, Alejandro Mchiuker (The Broken Toys) en saxo y Marcos (Dubies) en trombón, Psycho Project volverá a los escenarios esta tarde, en un contexto poco habitual para los hipnóticos viajes propuestos por el grupo. Algo que sin embargo no amedrenta a su creador: "Este show es todo un desafío, por el hecho de tocar a la tarde en un lugar en el que realmente nos parece que no va a estar el público que nos va a escuchar siempre. Entonces estamos armando un show para gente que tenga muchas ganas de viajar".
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