Jue 21.02.2008
rosario

CULTURA / ESPECTáCULOS › PELICULAS QUE DARAN QUE HABLAR EN LOS OSCAR

Oro negro, comedia y romance

Daniel Day Lewis siempre está ligado a potentes personajes y directores. Esta vez en la piel de un codicioso petrolero, estelariza uno de los platos fuertes de la cartelera.

Con la elogiada Petróleo sangriento a la cabeza, serán cuatro los estrenos que renueven esta semana la oferta cinematográfica local. Es que a la realización de Paul Thomas Anderson --que es protagonizada por Daniel Day Lewis y que se presenta como una de las principales candidatas de cara a los Oscar-- se le suman la coproducción británica-estadounidense Expiación (deseo y pecado), la francesa Mi novia Emma y la cuarta y última entrega de Rambo (titulada en el original como John Rambo), dirigida y protagonizada por Sylvester Stallone.

Nominada en ocho rubros para una nueva edición de los Oscar, Petróleo sangriento tuvo un aclamado paso por el festival de Berlín. Dirigida por el talentoso Paul Anderson (autor de films como Magnolia o Boogie nights), la realización tiene como origen a la novela Petróleo! de Upton Sinclair, y se concentra en los primeros años del Siglo XX. Es por aquella época en la que Daniel Plainview intenta sobrevivir como minero. De hecho, además de afrontar la de por sí dificultosa tarea de extraer oro o plata de la piedra, Plainview sufrirá un accidente que lo dejará cojo. A pesar de ello, continuará a la búsqueda de un emprendimiento que le permita mejorar su posición social para poder darle así una mejor calidad de vida al hijo que cría en soledad.

Por obra del destino, en medio de su peregrinar Plainview será puesto al tanto de que, en los alrededores de un pequeño poblado, el suelo es rico en petróleo. Lo suficientemente astuto y codicioso como para poder mantener el secreto, el minero llegará hasta allí para terminar transformándose en un auténtico magnate, aunque en el transcurso deberá resignar valores y afectos, apelará a la corrupción y el chantaje, y hasta pondrá en juego su propia fe.

Luego de la buena recepción lograda con su anterior realización (Orgullo y prejuicio), el director inglés Joe Wright decidió llevar a la pantalla grande a la novela del también británico Ian McEwan y tras convocar a los actores Keira Knightley, James Mc Avoy y Vanessa Redgrave terminó por redondear Expiación (deseo y pecado). Ambientada entre las décadas del 30 y 40, la historia se dispara a partir de la decisión de Briony, una niña de apenas 13 años que demuestra un gran talento para la escritura, de inculpar a Robbie, el novio de su hermana Cecilia, de un crimen que jamás cometió. Así, esa determinación movida por los celos, y por una personalidad claramente atada a la creación ficcional, terminará por desencadenar una serie de sucesos en los que Robbie y Cecilia intentarán sostener su amor sobreponiéndose a la mirada de los demás y a los inesperados giros del destino.

Portadora de los habituales condimentos de las comedias francesas, Mi novia Emma, de Eric Lartigau, tiene como protagonista a Luis, un hombre que, a los 40, disfruta de su trabajo como creador de perfumes y se deleita con las atenciones que recibe de su madre y su media docena de hermanas. Decidido a escaparle a todo tipo de compromisos, y cómodo con esa condición de señor de la casa, Luis verá alterados sus planes el día en que las siete mujeres decidan terminar su rol de sirvientas imponiéndole además que, de una buena vez, se consiga una novia. Amenazado, Luis urdirá un plan perfecto: contratar a Emmanuelle, joven familiar de su mejor amigo, para que se haga pasar por su futura esposa, con la condición de que deberá abandonarlo en el altar. Sin embargo, Emma lo sorprenderá apareciéndose en la iglesia, forzándolo a iniciar una convivencia en la que Luis terminará descubriendo un amor verdadero.

A dos décadas de la tercer y última parte de la saga Rambo, Sylvester Stallone decidió darle un cambio de imagen a uno de sus personajes más famosos. Asumiendo aquí tanto la dirección como el rol protagónico, el actor presenta al ex soldado de elite en la selva de Tailandia, donde vive como un ermitaño. Después de haber servido en innumerables batallas y de comprender que de nada ha servido la sangre derramada, John Rambo recibirá un día a un grupo de monjes que deben atravesar la jungla para llegar a un campo de refugiados en Birmania. Hasta allí arribará, en calidad de acompañante y guardaespaldas.

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