Hoy en día se desarrollan más de 27 conflictos armados por motivos religiosos en distintas partes del mundo. Desde 1990 más de tres millones y medio de personas han sido asesinadas como consecuencia de la violencia étnica. Unos treinta millones de seres humanos viven en calidad de refugiados.

Vivir en la diferencia. Celebrar la diversidad. Coexistir. En palabras del filósofo español Leonardo Polo, "ampliar el existir, crecer por dentro". Con algo de este espíritu, llega a Rosario Coexistence, una muestra de afiches organizada por el Museum of the Seam, que viene itinerando por el mundo desde 2001, con el objeto de llevar un mensaje de paz y tolerancia.

En sintonía con estas consignas, la exposición se aloja en un lugar poco ortodoxo de la ciudad, tan inusual como puede resultar un paseo de compras. Ex profeso, y con la asistencia técnica del Museo de la Memoria de Rosario, la exhibición, que fue pensada con la intención de que aparezca como interrumpiendo el paisaje urbano, se puede visitar, mirando hacia arriba en el corazón del Shopping del Siglo. Sí, aunque es muy probable que la ciudad ofrezca muchos otros espacios, más acordes al impacto que, es de suponer, se podría pretender con una muestra de estas características, por ahora la muestra pende de la cúpula central del shopping de Córdoba y Presidente Roca, un ámbito particularmente hostil a lo "diferente".

Coexistence es sólo uno de los proyectos del Museum of the Seal (algo así como el "Museo de la Costura"), entidad fundada en 1999, en la ciudad de Jerusalem por el diseñador gráfico Raphie Etgar con el aporte económico del consorcio alemán de medios Von Holtzbrinck.

Ubicado en un punto estratégico --justo sobre la línea que separa Israel de Jordania, a través de la Puerta Mandelbaum, previo a la reunificación, el único punto de cruce entre los dos lados de la ciudad dividida--, conceptualmente el museo fue pergeñado, más que como un sitio de contemplación, como un espacio para la reflexión crítica, "generando diversos temas para la discusión con el objeto de generar un diálogo entre el público y la compleja realidad". Así, en 2006, este museo (autodefinido como Museo de Arte Contemporáneo Socio--político) inuguró su ciclo de exposiciones con Dead end, un recorrido por los cánones de la violencia en el mundo, mientras que en 2007 fue el turno del trabajo esclavo en Equal and less equal.

De la gigantesca muestra outdoor original, consistente en 42 paneles de cinco por tres metros, a Rosario llegan sólo 30 copias en menor escala.

La muestra está integrada por obras de 42 artistas --fundamentalmente diseñadores gráficos-- de 18 países que fueron seleccionados por un jurado internacional de lujo: el director del Museo del Louvre, Pierre Rosenberg, el actor británico Lord Richard Attenborough, el arquitecto japonés Tadao Ando y los Nobel de Literatura Kenzabubro Oé y J.M. Coetzee. Este tribunal variopinto confeccionó una selección en la que resaltan firmas como la del polaco Piotr Mlodozeniec, el búlgaro Bojidor Ikonomov, el archifamoso norteamericano Milton Glaser y alguno que otro artista plástico como el hiperrealista neocelandés Mark Cross o la inclasificable Yoko Ono (quien ha cedido los derechos de la transitadísima Imagine para que acompañe la gira).

Con un discurso que convoca al impacto epitelial más que a la introspección espiritual, es decir, más a la propaganda que al arte, los afiches en general tienen una impronta marcadamente "benettoniana"; esto es, los trabajos discurren sobre la cuestión de los contrastes, apelando a la conciliación más que a la reflexión. Apenas algunos de los trabajos proponen un análisis más complejo del fenómeno global de la intolerancia.

Quienes deseen profundizar en el tema, o sientan que un shopping no es, definitivamente, el lugar adecuado para meditar sobre éste tipo de cuestiones, tópicos que bien merecen un tiempo y un espacio extracotidianos, es posible hacer una visita virtual a la muestra en el sitio del museo: www.coexistence.art.museum (en inglés) y sacar sus propias conclusiones.