A menos de un mes de haber participado en el festival homenaje por el 80º aniversario de nacimiento de Ernesto Guevara, Jaime Roos volverá a actuar esta noche en la ciudad. Sin embargo, poco tendrá que ver este nuevo concierto con aquella actuación que, plagada de hits, brindara de cara al Monumento a la Bandera. Y así lo distinguió el compositor uruguayo, que desde las 22 subirá al escenario de El Círculo acompañado de Hugo Fattoruso (sintetizador, piano, acordeón, percusión, voz), Nicolás Ibarburu (guitarras, tres, bajo, voz) y Gustavo Montemurro (sintetizador, piano, acordeón, percusión, voz).

"Este es un show absolutamente diferente al último que hicimos --reconoció Roos en su diálogo con Rosario/12--. Incluso es diferente al que hicimos en 2007 cuando pasé con la gira por Rosario, cuando estábamos presentando el disco Fuera de ambiente. En aquel show había 30 canciones, y en este nuevo espectáculo no se repite una sola, el repertorio es totalmente diferente. Y no hay ningún tema que sea de los llamados grandes éxitos, son canciones que si bien pueden ser muy importantes dentro de mis álbumes, porque muchas de ellas son piedras angulares, son temas desconocidos por el gran público, o que se han difundido poco por las radios".

En tren de diferencias, Roos no estará secundado ahora por un grupo numeroso, sino que ganará en intimidad con la compañía de ese trío de talentosos: "Ya no somos 12 músicos, como cuando tocamos en el Parque a la Bandera, sino que vamos en cuarteto. La atmósfera del show es más reflexiva, sin perder la fuerza. Es un show intenso, pero con canciones que hablan más en primera persona, de temáticas menos callejeras, más personales. Quizás menos sociales y más reflexivas. Entonces se puede decir que es un show completamente diferente, y que marca la otra vertiente que considero importante dentro de mi repertorio, que son las canciones personales. Se puede preguntar si acaso no son todas personales, y de hecho lo son, pero en muchos de mis temas más conocidos he adoptado la posición del testigo, hablar a quince metros de una escena contando qué es lo que pasa, sacando las conclusiones de lo que veo. Desde contar una historia hasta reflexionar sobre un problema social. O hacer sencillamente una canción de amor. Todos estos temas son de otra tribu. En la mayoría de mis shows siempre hay cinco o seis de éstos, pero son minoría en cuanto a todos los demás. En este espectáculo son mayoría absoluta".

En esa selección, en tanto, poco tuvo que ver el factor temporal. "El criterio de selección abarca desde mi primer álbum hasta el último, son canciones que a mí me gustan mucho en letra y música, en esa unidad indivisible que tiene la canción con su texto, su melodía y su armonía --destacó el autor--. Son canciones que tienen su peso, su importancia, y a veces son piezas angulares. Como `Postales para Mario`, que es el tema que abre mi último disco, Fuera de ambiente. O `Hermano te estoy hablando`, que es el primer tema de Siempre son las cuatro, por ponerte ejemplos. Son canciones que te marcan el espíritu de un disco, pero que por distintos motivos no las he hecho en vivo. Llegó el momento, y hay una coherencia en esta tribu de temas".

Roos explicó que "el criterio arreglístico del cuarteto les da una cierta unidad". "Uno no tiene la sensación de que está escuchando una canción de hace treinta años y de repente escucha una de hace dos años. Pasan por la procesadora de la orquesta, y lo que sale es una misma vibración", remarcó. Y no exagera el compositor cuando habla de la orquesta, porque si bien son cuatro los músicos en escena, su versatilidad con diversos instrumentos amplía el abanico tímbrico.

En relación a esas posibilidades sonoras, Roos concluyó: "Usamos mucho los sintetizadores. Hay mucha gente que me dice que esto es un unplugged, porque está acostumbrada a que cuando hay pocos músicos se trata de un unplugged, pero esto es recontra enchufado. Lo que no le quita intimidad. Este espectáculo necesita ser tocado en un teatro o en un café concert, pero no podría ser interpretado delante de una multitud, se perdería la concentración para estas canciones. Acá los músicos se ven mucho más exigidos, puesto que al ser menos tienen que llenar más espacio. En la última gira Fattoruso realmente se tocó todo en el escenario, pero en este show toca tres veces más. Y lo que es curioso, por ejemplo, es que los cuatro tocamos el bajo. Además cantan Hugo y Montemurro, lo cual agrega un par de instrumentos más".