Manuale d'amore. ("Manuale d'amore"). Italia, 2005

Dirección: Giovanni Veronesi

Guión: U. Chitti, G. Veronesi sobre una idea de Vincenzo Cerami

Fotografía: Tani Canevari

Intérpretes: Silvio Muccino, Margherita Buy, Sergio Rubini, Carlo Verdone, Anita Caprioli, Luciana Litizzeto.

Duración: 116 minutos.

Salas de exhibición: Del Siglo y Showcase.﷓

Calificación: 8 (ocho)

¿Se acuerdan de aquel cine italiano de los 60, particularmente de aquella década, que reunía grandes elenco con los grandes de la "commedia" ﷓Sordi, Tognazzi, Manfredi, la Vitti, Sylva Koscina, la Lollo, la Loren y tantos más﷓ bajo la dirección de Dino Risi, Mario Monicelli, Luigi Comencini, muchas de ellas guionadas y dirigidas igualmente por Ettore Scola? Eran, por lo general, films episódicos y pertenecían a lo que en aquellos días se conocía como "comedia de costumbres". Citar solo algunos títulos llevaría páginas y páginas...

Pues bien, un film como los de entonces es el que propone Giovanni Veronesi, claro está que con otros actores, con Manuale d'amore, título que nos remite a estos libros de experiencia de vida y de autoayuda que son los que más figuran hoy en la lista de los best sellers. Pero el film, a diferencia de aquellos productos, no transita por una sucesión de fórmulas, antes bien por una caracterización de situaciones que ofrecen cierta complejidad, sin llegar ﷓tampoco debería serlo﷓ a una profundidad psicológica con proyecciones existenciales.

El film llega con tres años de atraso, a pesar de que hoy las distancias geográficas se han acortado notablemente. Impensable, en aquellos días. Debido a la gran repercusión que ha tenido en algunos países es que, finalmente, los distribuidores se han decidido a estrenarla. Y en Italia, cuando su presentación, batió "récords de taquilla" ﷓expresión slogan﷓ lo que ha llevado a que parte del mismo equipo filmara una segunda parte con igual repercusión.

Los títulos de presentación parten de una grabación en CD, desde uno de sus personajes; quien, en este caso, está leyendo páginas de ese texto que integra una serie editorial como ya lo sabremos más adelante. Tal como los libros en cuestión lo señalan, cada una de las partes del film, si bien goza de autonomía, se integra a otra, planteando sugeridos cruces, conforme a cierto tipo de modalidad organizativa del cine de hoy.

Pero por sobre todo reconocemos en Manuale d'amore ese intento en gran parte logrado, de recuperar situaciones y tonos de la commedia de aquellos años, particularmente el reconocer en episodios cotidianos ese pasaje de la risa a la tristeza, espacios en los que cabe la ternura y el desborde.

Cuatro capítulos, episodios, arman esta realización que nos lleva a poner en algunos pasajes signos de admiración. Y si un gato negro es desde el punto de vista de las supersticiones populares la señal de una inminente desgracia, aquí en el primer episodio El enamoramiento, planteado desde la perspectiva de un joven desocupado que sólo cuenta con su moto, es el principio de un feliz augurio. Todo ocurre azarosamente, o no. Tommaso esta allí, esperando a que Giuliana (dicho sea de paso, ¿no será ella la hija de la actriz Ornella Muti?) lo acepte. Mientras tanto ocurren otros episodios y escuchamos otras voces, como la de Dante, su amigo sensato, irónico, con quien comparte un departamento, quien nos hace llegar sus reflexiones, hablándonos directamente a nosotros. Como lo hacen otros personajes.

Si El enamoramiento se puede ver como un capítulo sobre los vínculos adolescentes que nos llevan a lo que será el escenario último del film, el segundo de ellos, La crisis nos pone frente al tedio, sólo soportable a través de los programas de tv, que dejan al descubierto los miedos rechazos y bostezos de una pareja de mediana edad (o un poco menos), interpretado por un quisquilloso Sergio Rubini y una siempre sorprendente Margherita Buy, una de las actrices elegidas por Ferzan Ozpetek: El hada ignorante y Saturno en contra.

Si, no es menos cierto que Manuale d'amore vuelve a poner en escena los recursos del cine clásico, los elementos que bajo otra dirección serían más que previsibles. Pero es su espontaneidad, su sentido de ocurrencia, el soporte actoral y su mirada crítica lo que nos lleva a querer disfrutarla más de una vez.

Un episodio nos lleva a otro y si el primero se cierra en un espacio festivo en el que las parejas del enamoramiento ya juntas, enamoradas, celebran su luna de miel, el segundo se abrirá allí y el tercero, La traición se descubre en el espacio urbano, en una plaza y policías de tránsito. Uno de ellos, una mujer, ante determinados hechos y escapadas vivirá su propia revancha. Episodio que, por otra parte, abrirá al cuarto, El abandono, el que igualmente nos llevara a aquella voz, a aquella mujer que grababa páginas del libro.

Serán los cuernos, el adulterio, los protagonistas del tercer episodio; serán ellos los que nos vuelvan a mostrar el carácter explosivo que a veces esperamos de los personajes del cine italiano lindando, en algunas oportunidades, con lo grotescamente teatral. Mientras el cuarto, que nos lleva a Carlo Verdone (¡tanto de Sordi hay en él!) nos interna en una historia de matices declaradamente sanguíneos. Pero igualmente tristes.

Un film como éste nos reconforta, nos lleva a esos otros espacios, a esas otras historias, desplazadas un tanto hoy por el cine de extrema acción y violencia. Afortunadamente, siempre hay un lugar que espera que nos reconozcamos, alejado de las fórmulas heroicas y de forzados y nada sinceros "finales felices".