Inspirado en la ópera L´elisir d´amore, de Felice Romani, el artista mendocino Guillermo Troncoso se abocó a la creación de El elixir de amor. Acompañado por la directora Gabriela Céspedes, lograron un trabajo en el que, mediante diversas técnicas, narran una historia de amor atravesada por el humor. Antes de participar en la Fiesta Nacional de Teatro en La Rioja, la obra pasará por Rosario, con las funciones que mañana (a las 22) y pasado a las 23.30 se realizarán en el Teatro La Morada de San Martín 771.

En diálogo con Rosario/12, Troncoso relató el proceso creativo de la obra: "La idea se empieza a gestar primero por el texto, que me pareció sumamente interesante, porque soy mimo y trabajo también lo que es pantomima y comedia del arte. Cuando encontré el texto empecé a investigarlo y me di cuenta de que era una ópera entera. Lo que me atrajo fue que realmente estaban bien delimitados los personajes, y se trata de una ópera bufa. Me interesaba que tenía humor".

Sin olvidar su intención prolongada de trabajar con Gabriela Céspedes, reconocida titiritera mendocina, Troncoso encontró en El elixir de amor la posibilidad de concretarlo. "Hay una técnica que me gustaba muchísimo que era la manipulación directa. Cuando encontré el texto se lo mostré, le gustó y ahí empecé a trabajar sobre la adaptación de la obra. Los dos personajes principales se trabajarían con manipulación directa, y los demás se trabajarían con máscara de comedia del arte. Además existiría un narrador para que fuera contando toda la historia". A partir de una sugerencia de la directora, Troncoso asumió además el rol de cantante.

El proyecto está dando sus frutos. "Nos está dando muchas satisfacciones, porque no solamente hemos hecho funciones en Mendoza, sino que ya nos presentamos en Río Negro, Salta, Tucumán, estuvimos en un festival nacional en Catamarca donde fue la primera seleccionada entre las 60 obras que se presentaron. Eso para nosotros significa muchísimo, y ahora de Rosario nos vamos a La Rioja, a partir de que la obra fue seleccionada en la Fiesta Provincial de Teatro en Mendoza. Creo que ha llamado la atención justamente por este cruce de distintas estéticas que tiene".

En relación a la historia, Troncoso decidió centralizarse en el "juego que se mantiene Nemorino, eterno enamorado de Adina, quien juega con ese amor". "Son muchachos jóvenes, y si se quiere traer este juego a la modernidad es un poco la histeria, que nos parecía sumamente interesante y gracioso ﷓﷓agregó﷓﷓. Porque después con el transcurso del espectáculo hay un pequeño juego de Nemorino, que empieza a manejar la situación, el histérico empieza a ser él. Lo que se rescata en el espectáculo es la esencia de la relación de ellos dos, sobre todo cuando aparece el médico que le da a Nemorino el famoso elixir. Básicamente lo que a mí en particular me atrajo es la historia romántica. Es la primera vez que hago un texto romántico, y es un espectáculo para adultos, porque tiene títeres pero es para adultos. Que se sienten muy reconfortados, porque habla del elixir, que es el vino".