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Viernes, 2 de enero de 2009

CULTURA / ESPECTáCULOS › ENCUESTA SOBRE LO MáS TRASCENDENTE DE LA CULTURA EN 2008.

Luces y sombras

Rosario/12 consultó a personalidades sobre los hechos sobresalientes del primer año en que provincia y Municipalidad trabajaron en el mismo sentido. Y les preguntó sobre la absurda idea de que Rosario deba asemejarse a Barcelona.

Por Chiqui González, Ministra de Innovación y Cultura.

1) Considerando la Cultura como una construcción social de los ciudadanos tendiente a transformar valores, modos de vida, ideas y deseos colectivos, estimo que los hechos más trascendentes del 2008 en Rosario y su región fueron las diversas celebraciones de los 25 años de Democracia así como la partida y legado ideológico y político de Darwinia Gallichio, en una fuerte afirmación de los Derechos Humanos. A fin de promover debates y contribuir a la identidad de los rosarinos, destaco las actividades llevadas adelante en la celebración de los 80 años del Che Guevara ("80 Che"), y la intervención urbana con la instalación de los "Mendietas" en homenaje a Fontanarrosa; desde el punto de vista de la participación e inclusión social, el evento "Primavera en los Galpones", y las actividades culturales en los distritos. Desde el punto de vista de la apertura y sostenimiento de espacios culturales formativos y múltiples, la unificación del Tríptico de la Infancia y las propuestas integradas que llevó adelante en el 2008, así como la compra del Cine El Cairo y la Escuela de Teatro, Títeres y Danzas por parte del Gobierno Provincial. Poniendo la mirada en la innovación y el futuro, la presentación del Proyecto Puerto de la Música, del arquitecto brasilero Oscar Niemeyer, y el Programa estímulo a la producción audiovisual santafesina.

2) Sí, fue productiva, en un camino creciente de planificación y superación, porque los equipos desde sus bases han recibido una formación común, los une la experiencia y un enfoque múltiple pero muy característico de la Cultura, y porque las conducciones creen en la cooperación y no en la competencia en la construcción de las distintas estrategias de la gestión cultural pública.

3) En primer lugar no se fortalece la Cultura en un país donde crecen las dicotomías, tampoco es posible pensar la Cultura sin un formidable ejercicio de la inclusión y el protagonismo de la gente, por lo tanto debería intensificarse la intervención cultural en la construcción de políticas sociales, en la participación de niños y jóvenes, campo en el cual Rosario tiene una larga experiencia, debería sistematizarse la oferta cultural pública y privada sin homogenización para ser al fin como nos ve el país, y creo que hay que preguntarse cuáles son los nuevos eventos, festivales y sucesos culturales para los ciudadanos del bicentenario. Deberá insistirse con la obra pública cultural, y avanzar con lo que nos está pidiendo el territorio: la Franja Joven del Río, el Puerto de la Música y otras rutas urbanas públicas y de cara al Paraná.

Insistir también en el rescate patrimonial y en un nuevo proyecto del Complejo Cultural Lavarden como centro de producción de las artes escénicas donde todos los que empiezan tengan un lugar para sus experiencias y los artistas formados tengan multiplicidad de espacio para su crecimiento.

4) Rosario es la ciudad de la Cultura de la Argentina. No se parece a Barcelona. Se parece a sí misma. Hay que escuchar lo que dicen en todo el país y Latinoamérica de Rosario para convencerse que ese clima cultural de ciudad de artistas, creadores, cultura al paso de la gente, vínculo, juego, expresión y comunicación, río público para todo el mundo, innovación cotidiana de los rosarinos sin lucha para imponerse, jóvenes y niños incorporándose a los procesos creativos, todo eso no tiene marcha atrás porque proviene del trabajo ininterrumpido de muchos años donde personas y grupos decidieron no mirar hacia fuera sino mirarse a si mismos y a sus propios inventos, y una gestión política cultural que pone a lo público como meta y camino, y ofrece ricas y variadas alternativas para todos los ciudadanos.

Por Fernando Farina, Secretario de Cultura de Rosario

1) Este año Rosario volvió a destacarse por su actividad cultural, hecho que la distingue claramente desde hace tiempo en el país.

Si bien se podrían mencionar muchísimas acciones desarrolladas tanto en espacios públicos como privados, considero que la Municipalidad mantuvo la iniciativa en ocasiones acompañada por la provincia.

Ha habido de todo, exposiciones como la del Palais de Tokyo (el espacio de arte contemporáneo más importante de Francia) en el Macro o la de León Ferrari en el Castagnino. Recitales como el festejo de la primavera en los galpones, o propuestas novedosas como Rocanrol y Circo y el Campamento Digital Ceroveinticinco.

Por supuesto que los más trascendentes fueron los homenajes a dos rosarinos famosos: el Che y el Negro Fontanarrosa, con una serie de acciones en toda la ciudad, y a esto sumo los festejos por los veinticinco años de la democracia y Rosario Mágica que, en todos los distritos, invitó a descubrir y valorar lo propio.

También se produjeron significativos cambios en festivales tradicionales como el de Poesía y el de Video, que incluyeron actividades en todos los barrios, comprendiendo a la ciudad en forma total como espacio cultural.

Asimismo fue un año de elaboración de proyectos que perfilan lo que viene, como el fantástico Puerto de la Música, el proyecto de la Franja Joven del Río, la mudanza del Museo de la Memoria, la creación del Palacio de Oriente, las ampliaciones de los museos de la Ciudad y Macro, o la compra del cine El Cairo. Y el comienzo de los estudios para la ampliación del Castagnino y de creación de la nueva Biblioteca Argentina.

2) Por supuesto, sobre todo en un año tan complejo. La sintonía permitió enriquecer muchas de las actividades y proyectar nuevas.

Pienso por ejemplo en los festivales de Video o de Poesía, pero también en todo lo que fue el homenaje al Che o los festejos por los 25 años de la democracia.

Todo tuvo una ida y vuelta, ya que ciclos importantes de Rosario, como Una Mirada Mayor, el Festival de Video o muestras como Berni para Niños se ofrecieron en distintas localidades de la provincia, y en este mismo momento, por ejemplo, la colección del Macro se expone en el Museo de Bellas Artes de Santa Fe.

También me parece que hay que destacar proyectos nuevos como la creación de una residencia para artistas en Melincué que está llevada en forma conjunta.

Pero eso no quita las iniciativas propias, por ejemplo desde la Secretaría de Cultura municipal se llevó adelante la IV Semana del Arte de Rosario y por acuerdos con Venado Tuerto, Santa Fe, Reconquista y Rafaela, en esas localidades se realizó paralelamente una experiencia similar, con la expectativa de ampliarlar el año próximo a través de más acuerdos con otras localidades.

3) Lo que debe modificarse ya lo estamos haciendo. Este año fue complejo porque sufrimos una crisis tan absurda como inesperada por decisiones incorrectas del gobierno nacional. La diferencia es que ahora estamos todos avisados y podemos planificar de acuerdo al nuevo contexto.

4) Esto me hace pensar en varios chistes pero prefiero contestar más seriamente: son incomparables Barcelona y Rosario. Hay que entender que las realidades y las posibilidades son muy distintas. Este año Toni Puig, un experto catalán en temas culturales, comentaba acerca de la falta de expectativas que hay en la ciudad española, como si el éxito ya no les sirviera y por el contrario vivieran una situación de cansancio y desinterés mientras crecen los problemas por los inmigrantes.

Rosario, en cambio, es una ciudad en construcción, un modelo ejemplar para este país, donde desde hace años existe un compromiso colectivo por la ciudad. Por supuesto que los rosarinos somos muy exigentes, pero a la vez estamos orgullosos y convencidos de que podemos aspirar a más, a una ciudad con mejores servicios, más justa, más solidaria, y que tenga como eje a la cultura.

Por Mirko Buchín, Director teatral y ciudadano ilustre de Rosario.

1) La concentración del 25 de Mayo en el Monumento. Abarcó a Rosario y a la región.

2) No llegué a enterarme de que el Ministerio Provincial y la Secretaría Municipal hayan producido algo conjuntamente. Si lo hubo, no me enteré. Aclaro que no tengo televisor, y como dicen que "si no estás en televisión no existís", al no mirar televisión puede ser que no me entere de lo que existe.

3) Que se profundice el desarrollo cultural más que la producción de espectáculos culturales. La ecuación mucha gente es igual a mucha cultura no siempre es válida. Pero entiendo que no se puede fotografiar "la cultura" y sí "el espectáculo".

4) Tan lejos como Barcelona de convertirse en "la Rosario Española". Querer ser como otro es no querer tu propia identidad.

Por Hugo Grosso, Cineasta.

1 y 2) Gran parte de mi pensamiento puede estar fundamentado en cierta ignorancia, pero no encontré en el cambio entre la Chiqui y Farina un cambio de política de gestión excepto en la reducción de presupuesto. Me parece que hubo menos cosas y que esas cosas, en general, estuvieron vestidas de cierto vuelo. A las cosas agradables se las hace pintorescas, con fuegos artificiales. Pero ojo, igual los votaría. Mi enojo viene a que en un principio tenía una expectativa mayor de cambio, y de cierta cerrazón en Cultura de la Municipalidad, porque hay ámbitos o disciplinas que no están del todo protegidas. Siento que queda un hueco, que probablemente ya tenía la gestión de Chiqui. En el cambio, por supuesto, perdimos. Algunas cosas inclusive se empastaron en la competencia sobre si lo hacía la Municipalidad o la Provincia. A lo mejor en función del mercado provincial, y a lo mejor también para que Rosario no tenga tanta más actividad que el resto de la provincia, entonces para emparejar se le sacó un poco a Rosario. Me parece que en cuanto a las actividades que vi en años anteriores, es más acotado. No tengo tan claro una definición de actividades y estrategias políticas, cosa que le veía un poquito más a Chiqui. Fundamentalmente me parece que Chiqui garantizaba una cuestión de comunicación mucho más fuerte. No estoy subestimando al resto, pero por el recorrido que históricamente tenía en la ciudad y los laburos que había hecho, uno podía encontrarla en cualquier lado y se bancaba una discusión frontal y abierta. Esos espacios me parece que se cerraron. Yo personalmente no los encuentro, posiblemente haya otros que sí, pero en cuanto a mi vinculación con la Secretaría de Cultura municipal, ese espacio de comunicación, esos espacios de unos y otros conviviendo me parece que, en cuanto a la comunicación, se cercenaron un poco.

3 y 4) Hábilmente Lifschitz en algún momento dijo que Rosario no era Barcelona porque Santa Fe no era Catanlunya. Me parece que es muy interesante la respuesta. A mí me da un poco de temor que los rosarinos nos subamos a ese caballo. Hay que ir a Barcelona para darse cuenta que Rosario no lo es, está claro. Concretamente, mientras haya chicos en el centro de Rosario comiendo basura, no estamos hablando de nada. Ahí está lo obsceno, inclusive de todo lo que se haga. Y lo hago de modo autocrítico, porque nos ponemos en lugar de cuestionadores pero dejamos de ver lo más cercano. Y en ese sentido tampoco se le puede echar la culpa a la Nación, al peronismo. Me estoy saliendo de la cultura, pero en Rosario es mucho más representativa la superabundancia de gente limpiando parabrisas para comer que la abundancia de actividades culturales. Es fundamental trabajar sobre éso. Si algo hay que cambiar para el año que viene es éso, que la cultura también le dé de comer a la gente, que la gente se pueda expresar de otra manera. Está bien, hay un presupuesto participativo, y muchas cosas que se hacen, pero mientras nos pase ésto, a mí me llena de vergüenza hablar de Barcelona. Dejemos de joder, démosle de comer a todos esos pibes.

Por Rodolfo Hachén, Director Icaro.

A poco del Bicentenario, la identidad cultural de Argentina y aún de nuestra ciudad parece un tema controvertido. Desde 1810 el debate acerca de la "independencia" ha sido una constante ambigüedad. Esta independencia definida desde la Revolución de Mayo como una expresión de deseo es, sin duda, como lo señala Rivera "...un sueño eterno" que ha sido pensada (no lograda) desde el ámbito político sin tener en cuenta, generalmente su dimensión socio-cultural. Enunciados como "Somos europeos en el exilio" o "Argentina es la más europea de las naciones americanas" o "Los argentinos descendemos de los barcos" no hacen más que afianzar una imagen idealizada e irreal de nuestra identidad. Preguntarnos hoy si "Rosario es la Barcelona Argentina" corre por los mismos carriles. Sin dudas parece existir una tendencia oficial a instaurar esta idea, lo cual implicaría un inmediato acceso a ese primer mundo largamente prometido por los políticos de los 90. Pero, ahora bien, más allá de esta ingenuidad podríamos preguntarnos si es deseable que Rosario sea la Barcelona Argentina. Para la cultura del happening y el cotillón que se esgrime desde los ámbitos oficiales locales sería bueno que todos pudiéramos creernos esa falacia. Así se seguiría pensando en una concepción de "cultura" restringida sólo a algunas manifestaciones artísticas. E, intencionalmente, digo a "algunas" ya que claramente Rosario no es una ciudad que difunda ni promueva a los artistas que escapan del cerrado círculo de los gurúes culturales de turno. Ser Barcelona en Latinoamérica es, por lo menos, un disparate. La constitución específica de nuestra población, nuestra propia idiosincrasia, nuestra economía y nuestra historia nos conducen hacia otros horizontes. Debemos recordar que Barcelona es Barcelona porque supo defender todas estas características aún en los peores momentos de su historia. Eso se manifiesta todavía en un fuerte sentimiento localista (que la lleva inclusive a los catalanes a decir que no son españoles) y en la comprometida defensa de su lengua y su cultura. Rosario está, claramente muy lejos de esto. En el contexto de una concepción desechable de cultura asociada a un arte que ni siquiera aparece comprometido con el arte mismo, es difícil pensar los acontecimientos culturales de importancia que, por otro lado, no fueron muy notorios durante el 2008.

Siempre se dijo que Rosario (la, por entonces, Chicago Argentina) vivía de espaldas al río. La larga gestión socialista la ha dado vuelta. En un intento de "barcelonizarnos" y de inventar nuestro propio "Puerto Madero" hemos cambiado la orientación. Ahora, claramente, le damos la espalda a los barrios. La realidad cultural de la ciudad que más que cultural es intercultural y que trasciende los espacios experimentales y coloridos del arte contemporáneo parece no ser motivo de preocupación de nadie. Así, la verdadera riqueza de esta población heterogénea que radica en la pluralidad y en la diversidad es ignorada, dejada morir en una agonía cruel. Este proyecto cultural responde a lo que podríamos llamar un "socialismo de centro", pero esta posición central no responde a una definición política sino a una cuestión geográfica. Un socialismo para el centro de la ciudad, para el turismo, for export. Las expresiones culturales locales, el arte comprometido con su tiempo y su realidad, el arte mismo, no encuentran cabida en la oficialidad. Tampoco la educación parece ser parte de la cultura. Las escuelas marginales (ex-céntricas) desarrollan sus tareas en un mundo muy alejado de Barcelona. Rosario también es Latinoamérica. La cultura local no sólo depende de los que llegaron de los barcos sino de los que ya estaban. Las comunidades aborígenes que habitan en Rosario ejerciendo su derecho estar en este territorio como cualquier otro ciudadano argentino no son intrusos, ni invasores. Somos nosotros mismos. Somos todos los que debemos asumir el respeto por la diversidad que no se limita a la creación de una Secretaría específica sino que debe manifestarse en todas las políticas estatales y en nuestro propio accionar cotidiano. La interculturalidad debe ser una cuestión de todos, una cuestión que no se proclama sino que se ejerce.

Hablar de uno u otro "acontecimiento cultural importante" sería retrotraernos a una concepción de cultura y de política pública con la que no acordamos. De cualquier manera podríamos rescatar la muestra fantástica de León Ferrari, la presencia siempre interesante de Adolfo Nigro, la continuidad del Festival Internacional de Poesía, algunas publicaciones... Muchas actividades opacadas por los conflictivos sucesos nacionales e internacionales y por una realidad que emerge aunque queramos taparla con lentejuelas y papel maché.

Tampoco tiene demasiado sentido que me empeñe en demostrar que no somos Barcelona. Los hechos hablan por sí mismo. Más aún, no quisiera que Rosario fuera Barcelona. Rosarinos a sus cosas... Hagamos de lo nuestro lo mejor y liberémonos de prejuicios o ataduras. ¿O, acaso, no recordamos que también somos la ciudad que se escandaliza por un cristo besando a un superman en un fotomontaje de historieta?

Por Mario Piazza, cineasta

1) Uno de los hechos más trascendentales de 2008 en el ámbito cultural ha sido el lanzamiento por parte de la Secretaría de Industrias Culturales del Ministerio de Innovación y Cultura de la Provincia del "Programa Estímulo a la Producción Audiovisual Santafesina" y en particular del "Concurso de proyectos de producción y realización audiovisual 2008", porque por el monto de la asignación al mismo significa un reconocimiento cabal de la necesidad de la provincia de tener un cine que la refleje y de apoyar el trabajo de los realizadores de la región a un nivel y de una manera que no lo ha hecho ni lo hará el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. Ya la existencia misma de una Secretaría de Industrias Culturales debe considerarse entre los hechos más trascendentes de los tiempos más recientes. A su vez, la respuesta de los realizadores de la provincia con 127 proyectos inscriptos a concurso da una medida del importante desarrollo de la actividad y de su potencial productivo. A todo lo antedicho debe sumarse como trascendente perspectiva el anuncio de un próximo lanzamiento de un canal de televisión provincial que difundirá la producción de los propios realizadores santafesinos

2) No tengo una opinión formada al respecto ni he podido percibir si esto tiene ventajas o inconvenientes.

3) Creo que debe avanzarse en contra de una mala concepción del federalismo en este país que a veces tiene su correlato en la propia gente del interior cuando se valora a priori como mejor lo que viene de la gran capital argentina por sobre lo propio nada más por la procedencia.

4) Puede que Rosario sea ya la Barcelona Argentina en el sentido de ser un centro cultural alternativo dentro del país.

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Los homenajes por el 80 aniversario del nacimiento de Ernesto Che Guevara fueron considerados un hito del año pasado.
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