Miércoles, 14 de enero de 2009 | Hoy
CULTURA / ESPECTáCULOS › TEATRO. LOCAS POR EL NEGRO, UNA PROPUESTA PLENA DE HUMOR EN PLENO PICHINCHA
En el bar La Esquina del Negro, de Callao y Brown, los viernes y sábados por la noche, dos actrices y una cantante apelan a la complicidad del público, y rinden tributo a Alberto Olmedo. "Hay una gran avidez por divertirse", afirman.
Por Evelyn Arach
Divertidas e histriónicas, dos actrices y una cantante hacen reír al público rosarino en Locas por el Negro, un espectáculo de humor en el que interpretan a mujeres tan grotescas como creíbles, que desde distintos estratos sociales y culturales cuentan su vida, desatando la carcajada de los espectadores. "El nombre es un tributo a Alberto Olmedo. Somos tres mujeres haciendo humor y eso nos emparenta", cuenta Doris García. La obra comenzó el fin de semana pasado con singular éxito y continuará durante todo enero en el bar Esquina del Negro, ubicado en Callao y Brown. El mentor de este encuentro y productor artístico del lugar, Hugo Méndez reflexiona: "La temporada es de enero a enero porque son más los rosarinos que se quedan que los que se van".
La puesta en escena es variada. Los viernes Doris García le pone la piel a Cuqui, una ama de casa con múltiples dotes artísticas pero que ha decidido dedicarse a su familia y a las tareas domésticas. También a "Pelotuda", un personaje que como su nombre lo indica, no le va nada bien en la vida: conoció la felicidad, la perdió y ahora se pasa la vida añorando. Y por último Claudia, una chica que "está de vuelta de todo, conoce toda clase de hombres y alecciona a las chicas más jóvenes para que elijan bien". Acompaña con su voz Mariel D'Avanzo. En uno de los momentos claves de la noche, le dedica a Olmedo la canción A mi manera. "Es increíble pero todos cantan, es muy interactivo", se entusiasma.
Los sábados, Mariel acompaña a la actriz Andrea Boffo, que interpreta a Nereida, una maestra jardinera que tiene 40 años de experiencia y se resiste a jubilarse. También a Yoli Ayala, la niñera paraguaya que recorre la sala buscando a Johnson, el niño que han dejado a su cuidado. Y el próximo sábado llegará Mariquita una acaudalada mujer de barrio que tiene aires de diva. "Todo parte de la vida real, sólo exacerbamos el estereotipo, pero la gente se ríe mucho y se siente plenamente identificada", cuentan ellas.
El público también es variado: "Hay gente de Rosario, pero también tuvimos el sábado a turistas de Buenos Aires, de localidades del interior y hasta españoles y venezolanos que se divirtieron mucho", explica Méndez. Las chicas aseguran que sobre todo en verano hay "una avidez por divertirse".
En un año que comienza cargado de pronósticos desfavorables, el humor -como rezaba una vieja revista-, siempre es un buen remedio. "Nosotras empezamos el año con una sonrisa e invitamos a la gente a hacer lo mismo", dice Andrea. Mientras Doris se pone seria afirma que "las mujeres estamos siempre en crisis, por eso sabemos cómo afrontarlas y también cómo sobrevivir a ellas. Todos los días tenemos que encarnar un personaje distinto y resolver cuestiones, sea en casa o en el trabajo". De hecho son en su mayoría mujeres las que se reúnen para ver el espectáculo y en parte, reírse de sí mismas.
Las actrices de Locas por el Negro aseguran que esta no es una obra feminista, aunque algunos personajes tienen múltiples reproches hacia los hombres. Como "la novia abandonada", que llega de la mano de Andrea Boffo, con su traje de boda y un terrible resentimiento. "Yo no quería hablar mal de los hombres porque me encantan, pero Doris me obligó", bromea Andrea. Y las quejas hacia los caballeros llueven: que se pasan todo el día mirando televisión, que no son buenos en la cama, que ya no quedan... Sin embargo la platea masculina ha respondido muy bien a la invitación. "Somos tres bellezas, por eso a ellos les encanta", sostiene Doris, entre risas.
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