CULTURA / ESPECTáCULOS › TEATRO. ENTREVISTA CON LA ESCRITORA Y DRAMATURGA GRACIELA BALLESTERO.
La autora de las obras "Hoy hablamos del silencio" y "La culpa es de Niní", representadas por Rosarioteatro; es además escritora y ha recibido numerosos premios. De los textos, los personajes y el absurdo habla en esta nota.
› Por Julio Cejas
El retorno a la valoración de la escritura teatral ha planteado en los últimos años un desafío que es asumido por algunos escritores que vienen aportando los textos de muchas de las obras estrenadas en Rosario y que de alguna manera circulan fuera y dentro de la ciudad. Proveniente de las letras, la escritora Graciela Ballestero, oriunda de San Nicolás pero rosarina por adopción, es la responsable entre otras de una de las obras que se presenta esta temporada en Villa Gessell: "La culpa es de Niní", dirigida por Mónica Toquero. La recientemente ganadora del Premio Municipal por su novela "La devoradora", dialogó con Rosario/12 acerca de sus logros a partir de su reencuentro con la dramaturgia.
"Es como si escribiera de toda la vida, desde los primeros poemitas a mi madre, y estimulada por una casa en la que siempre había un libro a mano, mis padres compraban las obras completas de Lorca, de Shakespeare, en aquellas tradicionales ediciones de Aguilar", cuenta Ballestero.
Su primer libro de poesías, "Refugio de gritos y silencios" (1974), resultó todo un acontecimiento en su San Nicolás natal, publicado con la tipografía de maquina de escribir, se agotó en todas las librerías y fue según su autora lo que la motivó a seguir escribiendo. "A partir de allí se sucedieron muchos otros trabajos premiados como `Dimensiones' y `Confabulaciones', obteniendo premios por ediciones de poesía, hasta llegar a mi primer novela: `Sombras y árboles', escrita en el 97", enumara la escritora. Esta obra obtiene el tercer Premio de Novela Juvenil de la Editorial Colihue y es un intento por ficcionalizar su experiencia de vida en Estados Unidos, más concretamente en Nueva York, ciudad en la que residió durante 6 años.
A la hora de mencionar uno de los trabajos en los cuales puso gran parte de sus expectativas para que pudiera ser editado, Ballestero destaca "Signos de Bruno sobre la arena", un perturbador relato basado en la desaparición de Bruno Gentiletti, que la Editorial Colihue tardó 10 años en publicar.
"Seguí escribiendo novelas, hasta que en el 2007 en el Concurso Manuel Musto de la Municipalidad, obtengo el primer premio con mi novela `La devoradora', en una cuidada edición, que se editó en cinco meses, todo un logro editorial", acota la autora.
De alguna manera el puente para acercarse a la escritura teatral llega de la mano de la reconocida escritora Alma Maritano, y se produce dentro de uno de sus ya célebres talleres literarios.
"Para el aniversario del nacimiento de Julio Cortázar y en el marco de el taller literario que dictaba Alma Maritano, escribo `Hipotenusa', una obra del absurdo, con tres personajes, que recrean el clima de absurdo de los textos de Cortázar, al estilo de `Instrucciones para subir una escalera', o `Como darle cuerda a un reloj', que pertenecen a `Historia de cronopios y de famas', relata Ballestero. Este primer texto dramático que se estrenó en el Centro Cultural "Bernardino Rivadavia" para continuar después en la Sala de Empleados de Comercio, fue dirigido por Oscar Medina, que según la propia autora "resaltó el contenido de texto, resignificándolo a partir de lo corporal".
También a partir de su contacto con Maritano, se relaciona con la actriz y directora Mónica Toquero del grupo Rosarioteatro y por sugerencia de sus integrantes, comienza a escribir dos textos que el grupo estrena con buena recepción por parte del público.
"Mónica Toquero adaptó la obra de Alma (Maritano), `Tres tristes trajes', bajo el título `Igualita a mi mamá', y a partir de esa relación me pide que escriba algún texto para representar con su elenco, así nace `Hoy hablamos del silencio', un monólogo interpretado por la actriz Mariela Feugeas", explica la escritora.
En este trabajo aparece una constante en la escritura de Ballestero y tiene que ver con tensar la cuerda del humor a partir del absurdo para mostrar la otra cara de una sociedad que no reflexiona acerca de sus conflictos más angustiantes.
"En `Hablemos del silencio', trabajé sobre la importancia del silencio al que todos parecen escapar, esos sonidos de los autos con la música a todo volumen, y el tema de los celulares: La gente que va caminando y hablando mientras uno se entera de la intimidad del otro, esa era la idea de esta obra donde el personaje tiene tantos celulares y cada uno lo comunica con diferentes personas".
Precisamente, una de las paradojas que se plantean en este monólogo donde la protagonista viene a dictar una conferencia acerca del silencio, es la imposibilidad de teorizar sobre algo que no puede ejemplificar: "Para hablar del silencio tengo que empezar por romperlo", escribe la autora al comienzo de este irónico texto.
A la hora de citar algunos de los autores que han influenciado su forma de escribir, es inevitable la referencia a Samuel Beckett y todo lo que el absurdo significó en la elección y la forma de tratar los temas de su dramaturgia.
"Fue un antes y un después de la lectura teatral, si bien Ionesco, Pirandello y hasta el mismo Cortázar pueden mencionarse entre mis favoritos, la lectura de Beckett y toda su producción donde la palabra es el personaje de los textos dramáticos es lo que más me interesa, porque el plantea que el lenguaje es lo que está en juego, los personajes son el vehículo del lenguaje, y eso de intensificar lo cotidiano hasta transformarlo en absurdo que es lo que vemos a diario, en una ciudad la vida es totalmente absurda, lo terrible es la naturalización de lo que no es natural", afirmó Ballestero.
A fines del año pasado "Rosarioteatro" estrena "La culpa es de Niní", la última creación de la autora que en estos momentos se está presentando en la temporada teatral de la ciudad de Villa Gessell.
"En este trabajo, quise intensificar situaciones femeninas bien diferenciadas, son tres situaciones básicas: La soltera, la separada y la casada, sin tocar el tema beligerante entre hombres y mujeres, porque estoy un poco cansada de esas mujeres que se suben al escenario para despotricar en contra de los hombres, yo creo que no debe ser así, cada uno es responsable de que el otro sea como es".
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