Rodrigo de la Serna es, para muchos, el amigo del "Che" García Bernal en Diarios de motocicleta. Para otros, aquel que se enfrentaba a policía e inmigrantes en la recordada Okupas de Canal 7. Fue también el responsable de darle clima a Tocá madera, programa itinerante con el que se acercó a distintas propuestas musicales de todo el país, y que tuvo difusión nacional a través de canal Encuentro. Afín al arte de los silencios y las semifusas, De la Serna es además cantante y guitarrista de El Yotivenco, proyecto con el que mañana a las 21.30 actuará en La Comedia, presentando un repertorio de tangos y milongas con el que estrena su faceta como vocalista.

Algo circunstancial, la aparición de De la Serna como cantante está relacionada con su rol como guitarrista. Y, en esencia, El Yotivenco es un conjunto fuertemente ligado a las cuerdas, a partir de la participación de Blas Alberti y Juan Díaz en guitarras y Nicolás Radicchi en contrabajo. A ellos se suman Fernando Seitz (batería y percusión) y el bandoneonista Pedro Pizcurno para completar un sexteto que, en Rosario, sumará además algunos músicos invitados que el actor conoció durante el paso de Tocá madera por la ciudad.

En diálogo con Rosario/12 De la Serna explicó que "el tema de las tres guitarras es algo que se ha trabajado mucho en la historia del género, sobre todo en la milonga", y que en el caso del grupo tiene su disparador en la amistad de sus componentes: "Nosotros somos tres amigos que tocamos la guitarra, más que nada por un tema de amistad empezamos con éso, y después empezamos a investigar con bandoneón y batería. Así se ensambló esta formación que no es muy común. Tengo que reconocer que no se ve mucho esto de tres guitarras, contrabajo, bandoneón y tambores, es algo que no se ve mucho, por lo menos en este lado del Río de la Plata".

Diverso, el repertorio de El Yotivenco va desde Gardel y Rivero, incluyendo además a Piazzolla y creaciones propias del sexteto. Ante esa diversidad, la sonoridad particular del proyecto es probablemente uno de los factores centrales para que la convivencia de épocas y estilos resulte feliz. "Lo que tiene en común el repertorio es que lo pulsamos durante muchos años, y eso lo va aunando --analizó De la Serna--. Mal que mal, el caminar un repertorio con los mismos músicos durante años de alguna manera te va definiendo. No digo un estilo, pero sí va sonando algo que se parece a un sonido propio, y cuanto más toques más va a suceder".

Si de tiempo se trata, el actor se valió de algunas herramientas escénicas para afrontar ese rol de cantante que asumió casi por decantación, pero en el que hoy se sitúa cómodamente: "El tango y la milonga se prestan para la interpretación. Yo soy intérprete, y con el tiempo fui encontrando el registro, la forma. Porque no es lo mismo tocar para 700 personas que para algo más íntimo. Hoy me siento mucho más cómodo que hace tres años. Yo no me formé como cantante, pero tampoco me formé como actor en una academia, sino que de pibe fui presentando obras de teatro".

Con dos películas en carpeta, para De la Serna el balance ideal del año se completaría con la edición del segundo disco de El Yotivenco, después del debut homónimo en 2007. Conformado por algunas de las composiciones propias que mañana sonarán en La Comedia, ese material estará regido por el carácter de raíz que marca al proyecto, según concluye el cantante: "El Yotivenco nació con el objetivo de movernos en la música que nosotros nos sentimos parte. Creo que es una herencia maravillosa, es un tesoro que se amasó durante más de dos siglos, sobre todo en el último siglo se fue definiendo mucho, y me parece que es una herencia que no podemos darnos el lujo de despreciar. Nuestra música es tan diversa, tan rica y tan exquisita que no podemos darnos el lujo de despreciarla".