rosario

Lunes, 17 de agosto de 2009

CULTURA / ESPECTáCULOS › CINE. EL SECRETO DE SUS OJOS, DE JUAN JOSé CAMPANELLA, SOBREVALORADA POR LA CRíTICA

Los valores ausentes tras la fórmula

Más allá de la pericia del director para manejar lenguajes y escudriñar el gusto popular, la película presenta algunos puntos suspensivos. Los golpes de efecto visuales y el lenguaje rico en modismos alejan el dramatismo desde la risa fácil.

 Por Emilio A. Bellon

Diferentes diarios de Buenos Aires, en su edición del día sábado, en la sección espectáculos ubicaban a El secreto de sus ojos como uno de los films más extraordinarios de la historia del cine argentino y en algunos casos, ciertas reacciones lo definían como "la película argentina del año", siendo que aún restan algunos meses para completar este año 2009. También podía leerse un insistente epíteto "Excelente". Tal vez una de las claves para comprender este fenómeno es una expresión que escuché de boca de una señora que le decía a su pareja, a la salida del cine, movida por el entusiasmo y la admiración: "¡Tiene de todo! Tiene de todo! ¡Este director es un genio!".

Creo que a esta altura de su carrera Juan José Campanella ha logrado ubicarse tanto en televisión como en cine en un primer lugar, a partir de haber escuchado qué es aquello que realmente le gusta y satisface al gran público. Hábil conocedor de las reglas del juego de la industria, Campanella transita con eficacia por la publicidad, las miniseries televisivas, tanto para nuestro público como para el estadounidense y por el cine.

Nada de esto es objetable. No es mi intención aquí emitir un juicio excluyente respecto de su tránsito; sino, en tal caso, señalar que ante esta sobredimensionada valoración de El secreto de sus ojos, a partir de que posiblemente "lo tenga todo" vayamos perdiendo de vista que los valores de un film no tienen porqué depender de una calibrada fórmula. Lo que a veces ocurre es que ante un film despojado o centrado en un único motivo o acción generalmente las reacciones de ese mismo público suelen ser particularmente negativas.

Al tratar de señalar que es "el tener todo" podemos decir en primer lugar que El secreto de sus ojos (la novela original del mismo co guionista se conoce como "La pregunta de sus ojos") es una equilibrada combinación de un film de intriga, un thriller, una comedia dramática, un relato romántico, un film que presenta elementos de un cine crítico testimonial, todo ello, y mucho más, sostenido por algunos golpes de efecto visuales y preeminencia de un lenguaje rico en interjecciones y modismos que, muchas veces, lejos de acentuar cierto tono lo alejan desde la risa fácil. Tal vez, aquella expresión, que he vuelto a escuchar de otra manera, se pueda caracterizar así.

No es mi intención en este comentario crítico describir la trama argumental del film, ya que diferentes medios, en sus notas anticipo al día del estreno, lo han hecho. Sí, en cambio señalar que desde la figura del protagonista que asume Ricardo Darín, un ex empleado de un juzgado penal, que comienza a escribir una novela movido por un homicidio no resuelto en aquel año de 1974. Igualmente, para poder llevar adelante su proyecto se reencontrará con un antiguo amor de su vida, alguien a quien no olvidó, ahora figura jerárquica con asiento en los mismos tribunales.

Entre el acto de escritura que abre las puertas a una olvidada investigación y el acercamiento a la mujer amada, mediarán una serie de hechos que van trazando un perfil crítico de aquellos años 70, entre complicidades, delaciones y actos de sumisión. Al mismo tiempo, otra historia de amor imposible y de muerte, imposible de resignar y superar, irá abriendo otros pasajes hacia el encuentro con el dolor y el espanto.

El secreto de sus ojos plantea una búsqueda casi obsesiva que reabre viejas heridas y que permite, en parte, reconstruir un clima de época que se representa a través de las conductas de los que detentan cierto poder. El film se dispone a conectar hechos criminales y poder político, en los que media una siniestra complicidad. Y al mismo tiempo nos acerca al espacio íntimo de sus protagonistas.

En este señalamiento descriptivo cabe, en mi caso, algunas observaciones; particularmente, las que surgen de ciertas actitudes del protagonista (sin lugar a dudas el personaje con el que el público más logra conectarse), que se resuelven de manera ambigua frente a un hecho ya consumado, como se juega en la secuencia final. Pero en otro plano merece destacarse el valor de la amistad que se da entre él mismo y su compañero de oficina, un personaje abatido, que encuentra consuelo en el alcohol, que ocupará por equívoco, el lugar de un blanco móvil. Una profunda amistad que nos recuerda la que el mismo Darín establecía con Eduardo Blanco en otro film del mismo director, Luna de Avellaneda. En El secreto de sus ojos este amigo está a cargo de un sorprendente Guillermo Francella quien compone un personaje rico en matices, vulnerable.

Una historia de amor abría a otra, mediando un crimen, y aquí es el personaje de Pablo Rago que irá desplegando otra dimensión del relato, la que nos llevará desde la búsqueda de aquella escritura inicial hacia un controvertido desenlace. De esta manera esta coproducción, que ha despertado tantos gloriosos epítetos, considero, debería igualmente repensarse, en estos puntos suspensivos.

Calificación:7 (siete)

El secreto de sus ojos. (Argentina España, 2009).

Dirección y montaje: Juan José Campanella

Guión: J.J. Campanella y Eduardo Sacheri.

Fotografía: Félix Monti

Música: Federico Jusid y Emilio Kauderer

Intérpretes:Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Javier Godino, Mario Alarcón, Pablo Rago, José Luis Gioia.

Duración:125 minutos.

Salas de estreno: Monumental, Showcase, Sunstar y Village.

Compartir: 

Twitter

Ricardo Darín es un ex empleado judicial que escribe una novela y se reencuentra con un amor.
 
ROSARIO12
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.