Desde la aparición en 2005 de Humo del tiempo, Patagonia ReVelde fue dejando en claro algunos preceptos. En aquel debut, el grupo se encuadró en la mixtura de rock y folklore para sostener líricas críticas y una mirada lúcida en torno a la realidad social. Para bien o para mal, de 2007, profundizó esa línea, y solidificó a una banda que mañana, a las 22, estrenará en Willie Dixon su nuevo disco de estudio: Animalpalabra. De la mano de este tercer material, el proyecto que integran Francisco Funes (guitarras y voz), Ariel Zappa (charango y voz), Ramiro García (guitarras), Marcelo Gallego (bajo) y Marcelo Lezcano (batería) se prepara para sacarle rédito a ocho años de un trabajo tan sostenido como comprometido.

En esencia, Animalpalabra comenzó a registrarse en septiembre de 2008. Y, un año más tarde, la ansiedad del grupo por recorrerlo en vivo es indisimulable. "No te das una idea las ganas que tenemos de salir a tocarlo", admite Funes, co-autor de la mayoría de las canciones junto a Zappa, dupla creativa que le dio el sello distintivo a una banda que aquí sostiene su postura crítica. "Eso está, pero aparte es un disco intimista, porque muchas cosas tienen que ver con lo que hemos pasado en este tiempo, a nivel personal y colectivo --indica el cantante y guitarrista--. El Animalpalabra tiene que ver también con lo natural en la naturaleza y lo natural y bélico del hombre. Por éso ponemos fotos superpuestas de cosas que pasan en la naturaleza, que parecen terribles pero tienen que ver con la regulación de una especie, con otras imágenes que muestran la brutalidad del hombre, de lo mal que hace las cosas. Además, tiene que ver con el valor de la palabra, que para nosotros es firmar con sangre".

Grabado en El Camote Records, el disco es "muy visceral", según la definición de Funes. Convencido de que la placa llega en uno de los mejores pasajes en la historia del grupo, Funes no duda en reconocer a Animalpalabra como "una bisagra". "Este disco marca el andar, el paso que se decanta. Después del show en Rosario tenemos diez días en los que el guitarrista se va de viaje, y cuando vuelva arrancamos y vamos a estar un año y medio dando vueltas. El disco nos encuentra en un buen momento con respecto a la gente, a los medios, y nosotros nunca pensamos en un techo. Somos una banda que labura, entonces no nos ponemos un techo".