Nelly Catzaroff de Feldman empezó a pintar como un hobby, pero rápidamente se convirtió en una pasión, en la que se sumergió como una autodidacta. Sus trabajo, en su mayoría paisajísticos, se expondrán desde hoy, a las 19, en el bar El Cairo (Santa Fe y Sarmiento), con obras que abarcan el período 1999-2004. "Más que una muestra de pintura es una muestra y reconocimiento de afecto, de amor, de estima", indica la artista, quien mencionó especialmente a sus hijos, mentores de la exposición.

Para ella, mostrar su trabajo es también un desafío. "Nunca lo tomé como un trabajo. La verdad es que me da vergüenza, yo soy muy crítica y la pintura moderna mucho no me gusta. Pero el mismo criterio crítico que aplico para calificar la obra de otro lo utilizo para mi trabajo, que en realidad significa un hermoso entretenimiento", indicó Catzaroff. Y rememoró el origen de la palabra vernissagge. "En realidad, los artistas barnizaban sus obras para venderlas, y luego se juntaban a festejar. En cambio, yo no pienso vender, ni promocionar, nada, de eso".

Así, Nelly agradece a Silvina Codina, que la asistió en la elección y la preparación de las obras. También menciona a Adriana Palma, su actual profesora, que da clases en la Universidad Nacional de Rosario y en el Museo Estévez. A la hora de los reconocimientos, recuerda también al pintor Orlando Marinelli, profesor de la sociedad de Artistas Plásticos.