Luego de un año de intenso trabajo con cuatro producciones como La Mome Piaff, Mamaniáticas, Igualita a mi mamá y Las cosas de Pepito, el grupo Rosarioteatro hizo su primera temporada en la Costa Atlántica. Recién llegadas de su exitosa presentación en salas de Villa Gesell y Pinamar, las actrices María Rosa Vazzano, Mariela Feugeas; Gabriela Bertazzo y la directora Mónica Toquero dialogaron con Rosario/12.

"Esta movida se genera -comenta Toquero- a partir de que el año pasado comenzamos a comunicarnos con gente de allá, mandando nuestras carpetas con antecedentes, la historia del grupo, y nace así el primer contacto con la gente del Centro Cultural El Ventanal; la Casa de Cultura de Villa Gesell, y la Casa de Cultura de Pinamar. Son tres espacios bien diferentes, El Ventanal es un centro cultural que cuenta con una librería y está planteado como un teatro-bar; la Casa de Cultura de Gesell es un teatro tradicional y el de Pinamar es un teatro nuevo, con un espacio y una técnica importantes".

En el marco de una programación bastante movida el grupo viajó con varias de sus propuestas escénicas que se adaptaron a diferentes públicos y espacios. "Cuando mandamos la propuesta no sabíamos qué tipo de obras les podía interesar y nos presentamos con todas nuestras producciones y finalmente las aceptaron a todas; esto generó una respuesta interesante de público, porque los que iban a ver alguna función, después marcaban en el programa que volvían a ver al grupo en otra de las obras. Actuábamos fijos una vez por semana, los lunes en Gesell y los viernes en Pinamar; haciendo dos funciones: una para el público infantil con Ay que susto en el bosque y por la noche con Mamaniáticas", dijo la directora del elenco.

Y agregó: "En El Ventanal fuimos rotando, yo comencé con los unipersonales que vengo haciendo desde algunos años Madrid del 900; Todo Violeta Parra, hasta hicimos poesía con Pedroni, el elogio de la vida sencilla, que nos dio muchas satisfacciones".

Para Gabriela Bertazzo, el boca a boca fue uno de los disparadores de la creciente afluencia de espectadores a los espectáculos del elenco rosarino. "En las funciones de Ay que susto en el bosque, los chicos iban acompañados de sus padres, nosotras volantéabamos y el público adulto que venía a acompañar a sus hijos se enganchaba para ver las obras de la noche, nos fue bien con el infantil pero Mamaniáticas superó todas las expectativas", señaló.

Por su parte, María Rosa Vazzano destaca el hecho de haber sido convocadas para participar de la primer temporada teatral de verano en Pinamar: "La Casa de Cultura de Pinamar hacía su primer temporada teatral de verano porque antes funcionaba allí el Teatro De la Torre que fue comprado por la Municipalidad, las dos Casas de Cultura son lugares que están muy bien montados, con buen apoyo de la gente que maneja la técnica, un buen equipo de sonido y luces".

Las integrantes de Rosarioteatro destacaron el apoyo de la prensa de la costa, que cubrió todo el desarrollo de las presentaciones del elenco. "Fuimos a tres programas de televisión, que se interesaron inmediatamente, los diarios de la costa siempre sacaban las gacetillas, esto no sucede en ciudades grandes como Rosario donde hay muchos espectáculos y la prensa no tiene espacio o no tiene interés", enfatizaron.

Mariela Feugeas destaca el esfuerzo del elenco en la gestión y producción como así también el de algunos amigos que costearon los gastos: "Valoramos mucho el apoyo de algunas empresas rosarinas cuyos logos están en nuestros afiches, y el de muchos amigos y familiares que se jugaron por nosotros repartiendo programas, y volantes, el esposo de Mónica que nos lleva, nos trae, saca las fotos, estábamos contenidas por gente amiga".

A la hora del balance de esta rica experiencia, el Grupo Rosarioteatro destaca situaciones inéditas para artistas de esta ciudad como el hecho de ser reconocidas por las calles y recomendadas por los espectadores como uno de los buenos productos que merecerían estar en algunos escenarios de Buenos Aires.