Este sábado vuelve a la cartelera local, después de su gira europea, la obra Bésame en la boca, interpretada por Alejandra Zambrini con dirección de Rodolfo Pacheco, que podrá verse durante tres sábados consecutivos en La Casa del Tango (Avenida Illia 1750) en el horario de las 21. La obra fue invitada el mes pasado para representar al Tango Argentino en el "Sexto Ciclo Teatral de Integración Iberoamericana", organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Castuera (Badajoz) y la Asociación Serena Teatral, y desarrolló una serie de presentaciones a lo largo de toda Extremadura.

"Hicimos una gira de un mes, con once presentaciones donde se dieron situaciones pintorescas y emotivas como lo ocurrido en la Plaza del Pueblo de Herrera del Duque, con 150 espectadores, y en la que subimos al escenario al alcalde, para que participara del sorteo de besos", comentó Zambrini a Rosario/12.

Atravesando pequeños pueblitos como La Zarza o Esparragosa de Lares, donde los besos fueron a parar a las mejillas del asombrado Concejal de Cultura, la obra rosarina también realizó funciones en la calle y a la gorra, una experiencia inédita para la actriz y los músicos.

Bésame en la boca, estrenada este año en el Teatro de la Vuelta del Siglo de San Salvador de Jujuy, pudo verse en Rosario en el Centro Cultural Mano a Mano, antes de partir para Europa, y cuenta con la participación de los músicos Guillermo Copello en violín y arreglos y Lucas Querini en piano, todos bajo la dirección musical de Carlos Casazza y la dirección general de Rodolfo Pacheco.

Concebido como un espectáculo musical teatral construido con canciones reconocidas del repertorio popular, la obra intenta hablar y reflexionar acerca de los besos, "esa maravillosa forma de comunicación de los seres humanos". "El texto dramático - acota Zambrini- es siempre la canción, a veces cantada, a veces contada, mientras que los arreglos musicales, de alto vuelo compositivo, están al servicio de los climas dramáticos".

El balance de la gira fue altamente positivo y los integrantes del grupo destacan el vital encuentro con los espectadores durante y a la salida del espectáculo. "Lo pusimos a prueba en espacios de lo más diversos y tuvo una muy buena llegada con el público, la gente se acercó después de cada función a contarnos de su disfrute, emoción, risas, miedo de que le toque el sorteo de besos. Siempre hubo alguien que vino a hablarnos de la sutileza, delicadeza y elegancia, y el buen manejo de los cambios de climas dramáticos". Zambrini recuerda algunos comentarios realizados por este cronista acerca de Señal que viene tormenta, un trabajo que tuvo gran repercusión en Rosario y que se constituyó en el antecedente más directo de Bésame en la boca, donde también fue convocada por el director Rodolfo Pacheco.

Durante tres sábados consecutivos, el público rosarino tendrá la posibilidad de disfrutar de un espectáculo de los que no abundan, donde la música y la poética tanguera se funden para ir preparando el esperado final con el sorteo de besos.