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Para hoy y mañana, en el horario de las 21, se anuncia una de las obras más subvaloradas de Martin Scorsese, El rey de la comedia, film de 1982 que ha programado la sala Madre Cabrini, cuyo estreno que pasó casi inadvertido. Realizada a continuación de su multipremiada El toro salvaje; el film de Scorsese reúne a Robert De Niro, uno de sus actores íconos de entonces, y el gran comediante, uno de los más grandes creativos en el campo del humor, Jerry Lewis tras varios años de ausencia en la pantalla grande.

Definida como una "Comedia Negra", que mira hacia el mundo del espectáculo, con guión de Paul Zimmerman, esta notable obra de Scorsese reflexiona sobre los comediantes, artistas que, según palabras del propio director, "son actores que nos llevan a ver la incongruencia de la vida, su obscenidad. La risa es liberadora ya que riendo se exorcizan los demonios. Y cuanto más irreverentes, mejor".

De Niro compone a un aprendiz de comediante que desea, a toda costa convertirse en estrella y para ello planea primero un acercamiento hacia uno de las más notorias y aplaudidas figuras de ese momento, encuentro que irá llevando a situaciones imprevistas y que orillarán extremas consecuencias. En notas de la crítica, cuando el estreno del film, podemos leer: "la relación dialéctica que van configurando ambos nos puede llevar a pensar en el vínculo que antaño se daba entre el propio Jerry Lewis y su acompañante Dean Martin".

Si bien el título original del film, que se respeta en la traducción de los países de habla hispana, remite al término "comedia", Scorsese a través de esta historia va colocando a los personajes, desde el principio, en situación de espejo en lo que respecta a que ninguno de los dos tiene sentido del humor, fuera del escenario, ninguno de ellos puede reírse de sí mismo. Y si bien el público ríe, todo ello se da en un espacio de un show televisivo, ya preparado y condicionado para provocar tales respuestas.

A través de El rey de la Comedia Scorsese retoma los pasos de aquellos personajes que están guiados y marcados por una obsesión, por lo que el film si bien se presenta en el marco de ese género, apunta a ser un retrato de la soledad existencial que pueden experimentar algunos de sus personajes que ya no encuentran un motivo para seguir. Ambos sólo pueden establecer relaciones fantasmagóricas con las mujeres y el vìnculo con la realidad se mantiene en un frágil equilibrio.

Scorsese trata igualmente de marcar un paralelo entre el cine de Hollywood de aquellos años 50 y el nuevo cine independiente que desde mediados de los 60 permitió que emerjan talentos tales como Francis Ford Coppola, Brian De Palma, John Cassavetes, Arthur Penn y Mike Nichols, entre otros.

Acompañan a De Niro y Lewis en este recomendable film, Diahnne Abbott, Ed Herlihy, la propia madre del director, Catherine, en el rol de la madre del personaje que compone De Niro, el mismo comediante de aquellos años: Tony Randall.