La directora Romina Mazzadi Arro, creadora de "Hijos de Roche", uno de los grupos teatrales que revitaliza la escena local a fines de los 90, es una de las protagonistas excluyentes de la cartelera de este año a partir de propuestas generadas en su Clínica de Producción de Espectáculos. La directora rafaelina, discípula y amiga del reconocido director Marcelo Allasino, creador del grupo Punto T y programador del exitoso Festival de teatro de Rafaela; viene consolidando en Rosario su carrera como dramaturga y docente teatral a partir de sus recientes estrenos. Esta inquieta creadora que acaba de estrenar "Martha Stutz" de Javier Daulte, dialogó con Rosario/12 acerca de la intensa actividad que viene desarrollando a partir de la apertura de un nuevo espacio para la formación de actores.

"A partir de mi experiencia como docente teatral, decidí encarar más seriamente el trabajo con mis talleres y así nace una propuesta para generar producciones que superaran las típicas muestras de final de año.

Esto porque en general los actores con más experiencia que cursan mis talleres se resisten a esas muestras y necesitan de una producción más consistente y que se sostenga en cartelera".

Nace de esta manera "Espacio bravo" una vieja casona situada en Pasco 1714 desde donde se despliega un trabajo que mixtura el intercambio entre nuevos alumnos y actores con cierta experiencia en el ámbito local, generando en el 2008 la primera producción: "Nacidos vivos" que se sostiene en la actual temporada todos los viernes a las 22 en Amigos del Arte (3 de febrero 755).

"Nacidos vivos", es una versión de "Seis personajes en busca de un autor" de Pirandello, y esa es la otra posibilidad que me dan estos talleres, tomar otros textos que no sean los míos, cuando estaba en Rafaela siempre soñábamos con hacer alguno de estos autores como Móliere, Pirandello. Para mí fue una emoción muy grande poder hacerlo con los diez alumnos que se anotaron", se emociona Mazzadi Arro.

Para la directora de obras que han recorrido varios escenarios del país como "Hasta la exageración" o "Insoportable", la dinámica alcanzada a través de la Clínica de Producción de Espectáculos le permite definir los materiales de trabajo a partir de versiones de distintos textos clásicos o contemporáneos. "Eso me gusta de este espacio, la idea de navegar otras dramaturgias para enriquecerte. Yo no soy una escritora que escribe todo el tiempo, escribo por obligación porque tengo que dirigir. Por eso fue una emoción muy grande reencontrarme con estos autores, con mi grupo hacemos otras cosas, este es un lugar pedagógico, un taller".

A lo largo de su interesante recorrido como directora en "Hijos de Roche", Mazzadi Arro desplegó un itinerario donde fue perfilando una dramaturgia al servicio de su elenco con el que también realizó este año funciones de su última puesta: "Se finí", donde la creadora se permite profundizar la búsqueda estética y de escritura teatral.

-¿Cuál es el proceso de adaptación para lograr una versión tan sólida como la que hacés del texto de Pirandello?.

-Al principio los alumnos tenían ciertas resistencias, para ellos Pirandello tenía como un olorcito a viejo, pero al final resulta una comedia muy divertida, la gente lo pasa bien. Esto que él plantea de el teatro dentro del teatro se ve muy claramente, yo amplié la franja de actores porque en la obra original entran directo los personajes que son seis y yo los reduje a cuatro para dejarlos en un lugar más enrarecido.

En "Nacidos vivos", la directora se permite otro guiño a Javier Daulte, uno de sus dramaturgos preferidos con quien realizó uno de sus últimos talleres de dramaturgia y de quien acaba de estrenar una de sus primeras obras. "El texto que están ensayando los actores al comienzo de `Nacidos vivos' es de `Femenino', una obra corta de Javier Daulte que para mí es un genio, por eso estreno ahora `Martha Stutz'; que es el caso de una niña desaparecida en la década del 30 en la ciudad de Córdoba. Fue un caso muy conocido y Daulte compara el juicio con un programa de televisión, jugando con el tiempo donde el espectador puede ver desde el comienzo hasta el final lo que le pasó a Martita. Aparecen cosas filosóficas que él filtra que me parecen muy sutiles".

Este año la directora rafaelina volvió a poner en escena en la Sala del Rayo, "Raspando la cruz", una de las obras estrenadas el año pasado en el marco de sus talleres y que pertenece a otro de sus autores preferidos: Rafael Spregelburd. "Cuando comencé a trabajarla algunos decían que la gente no iba a entender la obra, uno de los espectadores la comparó con una película de Bergman, lo que puede resultar muy aburrido, pero hay una atmósfera muy buena. "Raspando la cruz" se sostiene por los estados y el imaginario del espectador, es un espacio vacío, uno se imagina la guerra entre los alemanes, los checos, la relación entre el holocausto nazi y la dictadura es muy fuerte".

Para mediados de año, Mazzadi Arro piensa estrenar otro trabajo de investigación basado en la recordada película de Robert Aldrich "¿Qué pasó con Baby Jane?", film que también fue tomado como disparador por el director local Jorge Dunster para su obra "Bordeaux". "Ya comencé a trabajar con las actrices Paula García Jurado y Elizabeth Cunsuolo en base a improvisaciones sobre esa película y vuelvo al revés de lo que hacía antes, voy a estrenarla en Bravo, que es una casa antigua con escalera y que ambienta la obra y porque siempre me gustó hacer teatro en una casa".

A la hora de reflexionar acerca del empuje que caracteriza su producción y su forma de trabajo, Mazzadi Arro apela a sus orígenes y rescata lo aprendido en una ciudad como Rafaela que según la directora tiene mucho menos dificultades que Rosario a la hora de generar y sostener espacios para el teatro. "Yo vengo de Rafaela donde todos nos agrupamos y somos más activos a la hora de organizarnos. Acá está como todo edulcorado, en esta ciudad falla la política cultural en forma vertiginosa, no hay sistema de salas, nos falta por todos lados. Siendo un lugar como es Rosario, no puede ser que se siga pensando en que hay que ir a Buenos Aires para después volver arrojado por la fama. Esto me recuerda a la canción de Lalo de los Santos que decía aquello de `Rosario es el arte y su condena', eso lo dijo hace veinte años. Es increíble que eso siga teniendo vigencia, acá todo es muy difícil, y se sigue manteniendo así", concluyó la directora.