Durante diez años, Pedro Robledo hizo de Huellas un espacio en el que la música argentina pudo verse representada con amplitud. Porque es precisamente amplio el concepto que el periodista tiene de los ritmos y corrientes que alimentan al repertorio nacional. Tamizado por el criterio de Robledo, el ciclo supo reunir a artistas consagrados con aquellos creadores que se nutren de las raíces para, desde allí, desandar su propio camino. Esa conjunción es la que marca el concierto que esta noche se realizará en La Comedia, donde (desde las 21.30 y con entrada gratuita) se presentarán Aldana Moriconi, Federico Reschini, Joel Tortul, el armoniquista Franco Luciani junto a su grupo y el gran guitarrista Juan Falú.

Unas horas antes, a las 19, en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia habrá otra propuesta que se enmarca en los festejos por los diez años de Huellas. A una semana de que en ese mismo espacio René Vargas Vera presentara su libro dedicado a Suma Paz, esta tarde los periodistas Alejandro Mareco y Santiago Giordano harán lo propio con Había que cantar. Una historia del Festival Nacional de Folklore de Cosquín. Todas las propuestas fueron cuidadosamente seleccionadas por Robledo, que explicó: "Cada actividad y cada nombre propio que participa de ellas tiene un fundamento, fueron pensadas con un criterio. Detrás de cada uno de los nombres hay una simbología. En el caso de Juan Falú tiene que ver con que yo decidí difundir música argentina y la guitarra es un instrumento fundamental para hacerla, sea folclore, tango, canción urbana o rock. Juan, además de ser un estupendo ejecutante del instrumento y compositor, también ha tenido una actitud militante con el instrumento, porque como todos sabemos es el creador del festival Guitarras del Mundo. Detrás de su figura están todos los guitarristas que hacen música argentina. En el caso de Aldana Moriconi, Federico Reschini y Joel Tortul, ellos simbolizan todas las nuevas generaciones de músicos que deciden encarar un proyecto artístico con música argentina. Y a Franco Luciani lo conozco desde muy pibe, cuando decidió dedicarse a la música argentina y, después de un enorme bache entre él y Hugo Díaz, también tomó una actitud militante con la armónica. Lo conozco desde antes de que lanzara su proyecto solista y siempre lo ví crecer".

Con el mismo criterio, el viernes pasado el ciclo de actividades incluyó la presentación del libro Suma Paz. "Eso tiene que ver con la ética --apuntó Robledo--. A la hora de difundir no me conformo con que un músico cante o toque bien. Ultimamente también me preocupa qué hacen debajo del escenario. Y Suma Paz tiene que ver con la ética".

A lo largo de esta década, el gusto de Robledo estuvo presente en cada capítulo de Huellas, el ciclo que continúa emitiéndose cada sábado por Radio Nacional Rosario. Al respecto, el periodista concluyó: "Hacer diez años un programa de música lo tomo con un grado de responsabilidad enorme. Porque por ahí hay gente a la que podés considerar como oyentes fieles, entonces uno también tiene la misión de ir formándolos, con lo que uno elige, con la música que difunde. Yo voy creciendo con los músicos, gracias a músicos que he difundido desde mis comienzos, que han ido viajando con sus proyectos y se han enriquecido tocando con gente de otros géneros. Yo he seguido detrás de ese camino y así ocurrió con el programa. Fundamentalmente con un criterio firme en cuanto a respetar todas las estéticas que hay dentro de la música argentina. Si hablamos de geografías musicales tenemos varias Argentinas, pero hay músicos con la cabeza muy abierta que tratan de no perderse nada de la historia musical argentina, que es muy rica. Le doy mucho valor a la continuidad, porque eso permite que el oyente vaya creciendo a medida que uno le va ofreciendo cosas".