Como Chaplin y Keaton, como Stan Laurel y Oliver Hardy, como también lo representa Jerry Lewis (particularmente en su etapa como realizador), como el mismo Totó, el siempre presente Jacques Tati es otro de aquellos comediantes, que desde su condición particularmente intemporal, llegó a plantear las grandes problemáticas del hombre de nuestro tiempo, a partir de haberse posicionado en el lugar del antihéroe; de aquel que debe enfrentar y sortear numerosas dificultades, valiéndose de medios y modos originales y creativos; aportando, particularmente, una mirada que sonríe a los cambios y que descubre algunos aspectos de una belleza nada convencional. Y es Jacques Tati el nombre que esta semana nos convoca.

En un ciclo organizado conjuntamente con la Cinemateca de la Embajada de Francia, Cine Club Rosario ofrecerá, en su tradicional sala de la Asociación Médica, España y Tucumán, a partir del día martes 22 una serie de films de este genial y cautivante realizador y actor que nació en una ciudad de provincia un 9 de octubre de 1907, y que tras haber ingresado en la Escuela Nacional de Artes y Oficios, debutó en el mundo del espectáculo en abril de 1930, participando en vaudevilles y en el music hall. Luego de ser invitado para actuar en cortos y largometrajes, ya en 1947, comienza a rodar Día de fiesta (Jour de Fete), film que forma parte de este nuevo programa que nos permitirá disfrutar y rever, en algunos casos, cinco de sus grandes obras.

El conjunto de la obra de este sorprendente creador, heredero de toda una tradición en el campo de la pantomima y de teatro de equívocos, recién comenzó a ser revalorizada a partir de su fallecimiento a fines del 82. Su condición de autodidacta tal vez provocó en ciertos círculos críticos una gran omisión. Y junto a su carrera actoral y de dirección, Jacques Tati llevó adelante prácticas deportivas, entre las que se destacan la equitación y el rugby.

Jacques Tati no pertenece al mundo de los grandes estudios ni forma parte del star system y su mirada en el cine se desplazó, en algunas oportunidades, de la celebrada París a los pequeños centros provincianos, como lo hacían simultáneamente Marcel Carné y Jean Epstein, entre otros. Sí, en cambio, eligió algunos lugares de París para rodar algunas escenas de Mi tío y Playtime de manera integral.

En más de una oportunidad, Tati, quien será premiado en numerosos festivales a lo largo de su vida, se ha definido como un artesano y en su trabajo monográfico sobre este creador, Carlos Cuellar señala: "Tati entiende el artesanado como lo habían hecho los integrantes de la Hermandad Prerrafaelista y el Arts and Crafts de William Morris: el del placer creado por el trabajo hecho conforme a la constancia y dedicación y por el contacto directo con el mismo de principio a fin en el detallado y laborioso proceso de construcción. Además el alcance socio cultural que tiene el cine añade la poderosa capacidad de democratizar el arte y ponerlo al alcance de la vida cotidiana del ciudadano medio, tal y como anhelaban Morris y sus seguidores".

El ciclo se abre con su último film, Parade Zafarrancho en el circo, de 1973, no estrenado en nuestro país. Esta función inaugural tendrá lugar el próximo martes 22 a las 20.

Ambientado en Suecia, Parade nos lleva a reencontrarnos con el mundo del espectáculo a partir de jugarse en él una serie de planteos sobre el público y lo que se representa y la más que necesaria actitud de diversión en cada ser humano. En sus diferentes caracterizaciones, Tati revisa algunos de sus personajes: el arquero de un partido, el boxeador, el jugador de tenis, el pescador y el policía, entre otros.

La propuesta del genial Tati, se escucha en el film, al inicio de la función, cuando el maestro de ceremonias expresa: "Tenemos el placer de presentarles un espectáculo en el que todo el mundo está invitado a participar: los artistas, los payasos, ustedes, yo; todos reunidos alrededor de la pista de Parade!"

Para el miércoles 23, también a las 20, se podrá ver su primer film, de 1949, Día de fiesta. Ya están aquí planteados los grandes elementos del cine de Tati: la relación entre la poesía y lo cómico, como asimismo una aguda observación psicológica; otorgando una relevancia fundamental a los silencios y a los juegos sonoros, sin hacer uso permanente de la palabra.

Film que en su presentación y posteriormente ha experimentado variaciones compositivas, en lo que hace al uso del blanco y negro y el color, Día de fiesta transcurre en un ámbito regional de fiestas provincianas, en el que se va a proyectar un film, entre otras atracciones, en la que se puede ver los grandes adelantos del correo estadounidense. Atento a ello, Francois (rol que interpreta el mismo Tati, de ocupación cartero) intentará poner en marcha este proyecto provocando una serie de situaciones desternillantes.

El martes 29, a las 20 hs, se anuncia Tráfico, cuyo título original es Trafic, film de 1971 que pone el acento en el movimiento de las grandes ciudades particularmente en la presencia, alocada y vertiginosa, del automóvil. Tati vuelve a componer aquí a su entrañable personaje Mr. Hulot, ahora diseñador de coches y todo el film se puede leer como un relato en el que se describen "las desventajas que acarrea al hombre un incorrecto uso del progreso. Este sistema se muestra a través de la interacción hombre máquina".

El domingo 4 de julio, día del cierre del ciclo, presenta la gran oportunidad para ver otros de sus films. En primer lugar, a las 18, se exhibirá Mi tío, film de 1958 que mereció en su momento el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes y el Oscar al "mejor film extranjero". En esta historia conmovedora, un niño, Gerard, divide su mundo entre el ambiente artificial y ultrasofisticado de sus padres y la morada humilde de su querido tío.

A su término, a las 20, se proyectará su film de 1967, Playtime, obra en la que Tati mira críticamente la uniformización urbana y la burocracia del mundo de hoy sólo desarticulada cuando entra en juego la diversión.

Tati enarbola una vez más su creencia en que el ser humano cuenta con una gran capacidad afectiva psicológica, el buen humor, que le puede ayudar a acercarse y enfrentarse a sus problemáticas de todos los días. En uno de sus escritos puede leerse: "El público sabe recibir aquello que le quiere despertar momentos de diversión sin humillarlo".